“Fuera de la casa, en la antojana frente a la vivienda, se levanta el clásico hórreo,típica construcción de madera sostenida por cuatro pilares de piedra o madera, los pegollos, colocados en los ángulos sobre otras tantas bases de cantería, los pilpayos, y coronados por cuadradas pegolleras o muelas de igual materia para evitar la subida de ratones.
Sobre ellas descansan las cuatro vigas o trabes, donde se colocan las tablas de castaño o roble de los frentes colondres que, unidos unos a otros forman las cuatro caras o colondrames. La cubrición es de teja y la independiente ascensión a la escalera de piedra que, para defender más de roedores y alimañas al edificio, no llega a éste, siendo preciso una revalgada desde la escalera a la talandoria o tabla horizontal a donde llega el campesino, cogiéndose a una aldaba a fin de entrar en el hórreo, por la puerta principal enfrente de la estrecha y posterior portuca, que se abre en horas de ventilación.
El interior de aquel no está generalm ente dividido en compartimentos, como las paneras u hórreos de seis o más pegollos, propias de caseríos de más importancia. En caprichoso desorden se distribuyen por aquel interior el maíz en grano, en panoyes o en riestres, el trigo y la escanda, les fabes, castañas y más frutos, allí bien conservados y preservados de la humedad. De las vigas o cruces, que sostienen la cubrición, penden de cuerdas y garfios ropas, macones, paxos, cestos de todas clases, herramientas y aperos, etc. No pocas veces también el hórreo o panera pertenece o lo “llevan” una o varias familias, así como también sirve de dormitorio o suplemento sano y ventilado a las casas.
Son siempre construcciones curiosas ,y no pocas lujosas con singulares adornos de talla, pinturas vistosas en los lienzos y en los corredores alrededor, cuyo espacio asimismo se dedica a orear y secar producciones de determinadas épocas.
Debajo del hórreo se coloca también el carro como en ocasiones ciertos preseos y artefactos, bien que también ahora se cierra a veces dicho espacio por más debajo de las pegolleras, lográndose un departamento de aplicación varia.”
( Descripción de Fermín Canella y Octavio Bellmunt sobre este tipo de edificaciones en el Tomo III: 22 de Asturias ).
Me encanta, es una descripción perfecta y amena.
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