LOS “Cortinos” son antiguas construcciones de planta circular con altos muros de piedra destinados a proteger los colmenares de los ataques del oso. Este tipo de construcciones son comunes en el occidente asturiano donde la apicultura tuvo un mayor desarrollo, siendo especialmente abundantes en el concejo de Ibias. Los “talameiros”, mucho menos frecuentes, tenían la misma función y consistían en construcciones ortogonales En el interior de los cortinos, generalmente en terrazas que se adaptaban a la topografía del terreno, se colocaban los “truébanos”, colmenas tradicionales fabricadas con troncos huecos de castaño y corteza de alcornoque.
Las abejas construían en su interior sus panales de miel protegidas del frío durante el invierno o del fuerte calor del verano. Una gran losa de piedra era utilizada como tapa de los trúebanos para evitar que entrara el agua de la lluvia. No hace más de veinte años, miles de estas colmenas estaban distribuidas por las montañas donde habitaba el oso. Este antiguo sistema de explotación apícola data de la época romana en la que tras la conquista de la Península Ibérica, fueron introducidas las técnicas para la cría de las abejas y la extracción de la miel, perdurando en algunas montañas hasta la actualidad. Por desgracia, la mayoría de estas viejas construcciones de piedra permanecen hoy día abandonadas en la montaña y sus muros se van desmoronando poco a poco.
LOS ABEYEIROS-
Los apicultores del occidente asturiano, denominados abeyeiros, eran auténticos profesionales que podían explotar cientos de truébanos en varios cortinos de los alrededores. Tenían totalmente perfeccionado el procedimiento de extracción de la miel de manera que no afectara a la supervivencia de sus colonias. El proceso, denominado castrar o esmielgar, consistía en extraer con la esmielgadora el excedente de miel de cada truébano respetando a las abejas y a su cría Sin embargo el resto de Asturias practicaba una “depredación controlada”.
Los escasos apicultores explotaban pocos truébanos –o caxellos en el oriente- colocados junto a las dependencias de la casería. Los enjambres que eran capturados en primavera se mataban a finales del verano para obtener miel. Hemos recogido testimonios de sistema en el concejo de Somiedo, donde, envueltos en una sábana, llevaban los truébanos al río para matar a las abejas y extraer la miel sin dificultades.
El censo más antiguo que poseemos de colmenas en Asturias data del siglo XVIII; se trata del Catastro del Marqués de la Ensenada, censo con afán recaudatorio realizado en 1752 por medio de encuestas. Este catastro estimaba que el censo de colmenas rondaba las 65.000. En aquellos años, las abejas silvestres poblaban todo el territorio. Hoy día existen censadas en la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente del Principado de Asturias 24.000 colmenas, localmente muy concentradas, y con la abeja silvestre prácticamente desaparecida.
* ABEYA: Abeja
• ABEYA MAESTRA: Reina.
• ABEYERA: Melisa officinalis, melisa. Planta con olor a limón que se creía atraía a los enjambres
• ABEYERU, ABEYEIRO O ABEYISTA: Apicultor
• ALDO: Movimiento de orientación de las abejas
• AFUMADOR, FUMERU O BOTAFUMEIRO: Ahumador
• BÁZCARU: Zángano
• CALDUYA: Tapa del truébano fabricada con madera o corteza
• CAPAR: Dividir una colmena
• CASTRAR O ESMIELGAR: Extraer de la colmena parte de los panales con miel
• CAXELLU, TRUÉBANU O CUBU: Colmena tradicional
• CORTÍN O CORTIXU: Colmenar cerrado de piedra para proteger las colmenas del oso
• ENSAME: Enjambre
• ESMIELGADORA: Cuchillo especial para castrar las colmenas
• MIELERU: Persona que vende miel
• SETA: Panal
• TALAMEIRO: Colmenar de piedra de planta cuadrada.
Fuente visitada.www.fapas.es
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ResponderEliminarLa miel en Asturias
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