miércoles, 30 de octubre de 2013

LA ASTURIANA DE LOS VALLES


La Asturiana de los Valles es una raza bovina autóctona que se cría fundamentalmente en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica. De carácter muy noble, resulta ideal para su manejo en condiciones extensivas, desenvolviéndose bien en terrenos accidentados y soportando perfectamente temperaturas extremas. Las vacas de raza Asturiana de los Valles son mansas, buenas madres, paren sin dificultad y destetan terneros de pesos elevados con buena conformación.


Esta raza está perfectamente integrada en duros ecosistemas desde tiempos ancestrales y cumple la importante misión de conservar el medio natural y el paisaje, a la par que constituye una fuente de ingresos indispensables para los pobladores de zonas de montaña.


Actualmente, hay rebaños de la raza Asturiana de los Valles en todas las Comunidades Autónomas de la Cornisa Cantábrica, en Castilla León, Madrid y Extremadura.
La Asturiana de los Valles está especializada en la producción de carne. Para este fin cuenta con un buen formato, gran capacidad de transformación de alimentos y notable velocidad de crecimiento. Son muy frecuentes los animales de tipo culón, los cuales presentan un desarrollo muscular extraordinario debido al aumento del número de fibras musculares y, por tanto, muestran una clara superioridad desde el punto de vista carnicero. Superioridad que se concreta en un mayor rendimiento a la canal, mayor proporción de músculo, menor proporción de hueso y mucha menor proporción de grasa.


El sistema de explotación de la raza viene determinado por la situación geográfica de la explotación y por la disponibilidad de recursos alimenticios. En la Cornisa Cantábrica se practican tres modalidades productivas diferentes: el sistema tradicional valle/puerto, el sistema de semiestabulación regular y el sistema de estabulación mínima.


La raza Asturiana de los Valles tiene grandes cualidades: Por un lado, su excelente conformación carnicera y, por otro, su gran rentabilidad bajo sistemas pastorales con un mínimo de complementos ajenos a la explotación.

 Fuente visitada. serida.org

jueves, 24 de octubre de 2013

LA MINA DE ARNAO (CASTRILLON)


La historia de la minería en la península es también la historia de la mina castrillonense, pues esta explotación ha sido pionera en muchos aspectos y en distintos periodos de la historia. Cuando apenas se conocía en España el carbón vegetal, un religioso, fray Agustín Montero, vecino de Naveces descubría en el año 1591 una “piedra negra”, que se comportaba como el carbón vegetal y con la que se podían confeccionar herramientas. Él mismo quiso comunicar su gran hallazgo al emperador Felipe II mediante un escrito que ha sido rescatado recientemente de los archivos del Ministerio de Cultura por los arqueólogos Iván Muñiz y Alejandro García. El emperador, convencido de la valía del descubrimiento, dio a Arnao la primera concesión de explotación del carbón en la península.


Desde entonces, el paralelismo entre esta mina y el devenir del carbón en España han ido siempre de la mano. También hay que concederle a Arnao el mérito de ser la primera explotación que introdujo la planificación en el sector minero. En este caso, el reconocimiento hay que dárselo a la Real Compañía Asturiana de Minas, una empresa creada en 1833 con capital belga, que se hace cargo de la explotación y la sitúa a la cabeza de la minería en España.


Arnao abandera el sector, desarrolla tecnología, introduce el vapor y con él el primer transporte ferroviario aplicado a la mina. Su reconocimiento es tal que “las universidades mandan a estudiar la mina de Arnao a los que en aquella época llamaban ‘comisionados’, hoy becarios. La mina era visitada además por técnicos de otras explotaciones que querían conocer los modos y maneras de trabajo de esa mina de Arnao”, cuenta Guillermo Laine.


La valía de la explotación quedó ratificada con una visita real. Así, en 1858 la reina Isabel II junto con su esposo Francisco de Asís de Borbón, quiso conocer las instalaciones de la mina. Sorprendiendo en gran medida a los directivos de la fábrica, la reina no sólo visitó las instalaciones superiores sino que con gran decisión bajó en la jaula al interior de las galerías. La Real Compañía Asturiana de Minas (RCAM) también obtuvo la concesión de las minas hulleras de Santa María del Mar, comenzando así una etapa que transformó tanto la explotación minera como el entorno que le rodeaba. Con un enfoque paternalista propio de las grandes empresas de la época, la Compañía levantó viviendas para los obreros, creando así auténticos poblados que tuvieron su máxima época de esplendor entre 1910 y 1936.


Las escuelas del Ave María o la Casona de Arnao, la impresionante residencia del director de la fábrica, fueron muestras del espíritu transformador de la empresa que levantó un destacado conjunto industrial. La RCAM introdujo el primer ferrocarril minero documentado en España y actualmente todavía se conservan pequeños tramos de la vía del ferrocarril que unía Arnao y San Juan de Nieva. El túnel que permite el tráfico rodado entre Salinas y Arnao es también una aportación de esta compañía.


La filtración de aguas fue la causa del cierre de esta explotación. “En la época de la Real Compañía, la mayor parte de las galerías van por debajo del lecho marino, desde la cota menos ochenta, es decir, ochenta metros por debajo del mar, hasta doscientos metros por debajo del mar; y se introducen hacia la playa unos seiscientos o setecientos metros, de hecho la filtración de agua la tienen a cuatrocientos metros hacia el mar”, explica el ingeniero de minas de Sadim.


Museo fósil: yacimiento del Devónico.
El arrecife devónico de Arnao es una joya geológica de inmenso valor, que ha sido certificada por distintos expertos en geología y paleontología. Se trata de un enclave rocoso dividido en dos partes, la plataforma y el túnel de Arnao, donde existen secuencias de arrecifes fechados en el periodo Devónico Inferior, entre 405 y 395 millones de años. El Ayuntamiento de Castrillón ha acondicionado recientemente la zona con paneles informativos que orientan al visitante para poder observar los yacimientos más importantes. Posee fósiles de flora y fauna marinas y se extiende desde Santa María del Mar hasta la Playa del Cuerno, en Salinas.


Fuente visitada. fusionasturias.com

sábado, 19 de octubre de 2013

EL CONCEJO DE CARREÑO


Carreño, como territorio autónomo, se vio dotado de una puebla en la segunda mitad del siglo XIII. Ésta se asentó en Candás, un establecimiento inmediato a la línea de costa. La autonomía del concejo de la puebla nueva no duraría mucho ya que en 1309 Fernando IV lo otorga al concejo de Avilés. A partir de ese momento, el territorio carreñense, a pesar de mantener su acusada personalidad, verá limitada su capacidad de autogobierno frente a la corporación de Avilés.

AVILÉS

Los siglos XVI y XVII nos muestran una villa candasina muy activa, volcada hacia las actividades pesqueras. Además, en la segunda mitad del siglo XVII había conseguido la emancipación del alfoz avilesino y elabora sus nuevas ordenanzas municipales en 1684. En 1691 la Abadía de Santa María de Arbás del Puerto vende al concejo su coto de Overiz con los puertos de Perán y Entrellusa. De esta forma, Carreño adquiere la configuración que conocemos hoy en día. En esos momentos la economía del concejo está sustentada mayoritariamente por las actividades primarias, y con una gran parte de la población especializada en las pesqueras. También tiene importancia la artesanía orientada hacia las infraestructuras portuarias y marineras, por lo que abunda la presencia de toneleros, carpinteros, canteros, herreros etc.

CANDÁS

Además, en el siglo XVIII se ve dinamizada por la llegada de flamencos. Durante las primeras décadas del siglo XIX, la vida del Ayuntamiento se verá afectada por la inestabilidad política e institucional que caracterizó a dicho periodo en toda España. Durante el trienio liberal, el concejo se disgrega en tres ayuntamientos separados (Candás, Guimarán y Tamón), y en 1836 los carlistas ocupan esporádicamente el Ayuntamiento, aunque sin mayores consecuencias para la zona.

GUIMARÁN

Sin embargo, los años finiseculares del siglo XIX y los primeros del XX constituyen el inicio de un periodo que traerá grandes y positivas transformaciones en su territorio. En una primera fase industrializadora, se encuentran en funcionamiento varias minas de hierro, numerosas industrias conserveras, y la química de Aboño. También se concluye el nuevo espigón del puerto y se produce la llegada del ferrocarril. Tras la Guerra Civil, se culminó el proceso industrializador.

ENSIDESA

En los años cincuenta recibe el influjo de la instalación de Ensidesa, y su vida económica se ve revitalizada también con la presencia de una cementera, una central eléctrica y numerosas pequeñas industrias instaladas en los alrededores. 

Fuente visitada. archivosdeasturias.info