sábado, 21 de marzo de 2015

LOS TEJEROS DE LLANES Y LA XÍRIGA


El origen de la xíriga va unido a la existencia de los tejeros y se pierde en la noche de los tiempos, aunque se supone que se utilizó desde principios del siglo XVIII hasta mitad del siglo XX. Hay datos en la tradición oral del fallecimiento de un vecino de Lledías en una tejera de Burgos en 1720, y se sabe que con la emigración europea, en la década de los cincuenta del pasado siglo, se dio carpetazo al oficio de tejero. Así pues, primero fue el tejero y después surgió su argot.


Los tejeros eran casi todos del concejo de Llanes. Desde abril hasta finales de septiembre marchaban en cuadrillas a Castilla y Vizcaya, donde se dedicaban a elaborar tejas y ladrillos hasta su regreso en otoño. El viaje lo realizaban a pie y durante el trayecto se alimentaban exclusivamente de pan y queso. Llevaban un petate, sin que les faltara un saco y una manta para dormir donde les sorprendiera la noche. El nivel cultural del tejero era muy bajo y su universo completamente varonil. Carecía de preocupaciones religiosas y era un hombre práctico. El horario de trabajo era de estrella a estrella: desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, y vivían alejados de los núcleos de población y de todo trato con la gente de las zonas en las que operaban.


Formalizaban contratos verbales que realizaban en Nueva y Posada, el 2 de febrero, con motivo de las fiestas de La Candelaria, y en Balmori, el 6 de febrero, coincidiendo con la feria de Santa Dorotea. A principios del siglo XX el salario de un pinche, un rapaz de entre ocho y doce años, equivalía a un traje, un par de zapatos y 25 pesetas por temporada si el negocio había marchado bien. Los especialistas: maseristas, tendedores o cocedores, cobraban 60 pesetas mensuales. El trabajo de 17 horas consistía en cavar barro, mojarlo, batirlo y moldearlo para hacer tejas y ladrillos con el fin de secarlos y después cocerlos. Desayunaban sopas de ajo; comían pote de alubias o garbanzos con tocino, y cenaban una olla de patatas. Y en medio de aquella miseria y falta de higiene total nació la xíriga, que no es un dialecto sino un argot. Es una lengua especial, un lenguaje de oficio, con multitud de rasgos fonéticos, gramaticales y lexicales que son explicables a través del bable oriental y del euskera. Es esencialmente oral y carece de cultivo literario.


LA XÍRIGA

-De mañana maya mingo
y de michigún, uzquía;
y de brota los plumosos
y de racha la golía.

(Por la mañana acosa el frío,/
a mediodía el calor;/
por la tarde los mosquitos/
y por la noche el sueño.) 


 Fuente visitada. www.elcomercio.es

jueves, 12 de marzo de 2015

MIRADOR DEL FITO - ARRIONDAS


El Mirador del Fito es un gran desconocido para muchos y una gran experiencia visual y emblemática para todos. Se encuentra en Arriondas, un pequeño pueblo que pertenece al concejo de Parres, fronterizo con Ribadesella, en la parte oriental de Asturias. Un lugar único que permite ver al mismo tiempo cómo el horizonte se hunde en el Cantábrico y el perfil nevado de los Picos de Europa: uno de los miradores más espectaculares de la costa asturiana desde el que se puede ver de un solo vistazo el mar y la montaña.
El mirador del Fito lleva 80 años de servicio para todos los que visitan esta zona del Principado de Asturias. Lo primero que sorprende al viajero que asciende hasta el Fito es, precisamente, el mirador. Inaugurado en 1927, es una especie de ovni de pequeño tamaño del que parece que hubieran descendido los alienígenas y se hubieran dejado puesta la escalera.
Los lugareños lo bautizaron rápidamente como cazu, por su forma de taza. Se construyó para que los turistas que ya frecuentaban la zona pudieran disfrutar de las vistas sin la barrera de los árboles.

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Allá por el año 1925, exactamente el domingo 18 de Octubre, dos coches con varios amigos emprendieron el camino que conduce de Gijón al Alto del Fitu, una vez allí se tomaron fotos y medidas y se acordó la inminente construcción de un Mirador Orientador en tal singular punto. Después de tocar todas las puertas buscando manutención para llevar a cabo tal empresa, y sin no pocos contratiempos se llegó a la cantidad de 11.144,82 de las antiguas pesetas (66,98 euros). Los primeros en aportar dinero fueron: La Diputación con 500 pesetas y los antes mencionados 47,40 pesetas.
Transcurrió el año 1926 y los promotores de tal obra fueron desapareciendo, en Marzo de 1927 el Dr Pimentel, el señor Reigada y otros cuantos reactivan la vieja idea y se ponen manos a la obra. Por carta circular publicada en todos los periódicos de la región se difundió la idea del mirador y se hizo saber que la cuota individual, para donativos, sería de 5 pesetas y la colectiva de 25 pesetas.

Es increíble la respuesta que desde todas las partes de Asturias tuvo tal comunicado: Vegadeo, Allande, Tineo, Cornellana, Pravia, Avilés, Covadonga, Llanes, Oviedo, Caravia, Colunga, Villaviciosa, Arriondas y otros pueblos de Asturias colaboraron siendo Gijón el que aportó el 85% del total de la obra. No todo fueron aportaciones monetarias, otras empresas contribuyeron con materiales como por ejemplo Tudela-Veguín (Oviedo) aportó todo el hormigón, La fábrica de Moreda y Gijón, cedió todo el acero de la construcción, la cantera de Colunga, a través de su dueña Doña Rosa del Valle, aporto toda la arena, el Señor Álvarez facilitó los explosivos. etc. El Ferrocarril de Langreo ayudó a los viajes de los recaudadores por la zona al igual que hizo la empresa de autobuses Cinco Villas y los F.C. de Económicos de Asturias. Mención especial a Francisco Gil, vecino de Gijón, que con su furgoneta 0-3940 subió todo el material al Fitu.
El ingeniero de la obra fue el arquitecto José María Sánchez del Vallado (Oviedo) , que de forma altruista llevo a buen puerto esta empresa. La mayor de las dificultades fue el agua, que estaba a más de un kilómetro pero el ingeniero de la obra, la trajo a “Pie de Mirador”, el ingeniero pasó varios días en la obra dirigiendo y ordenando.

Resumen de gastos:
• Jornales y seguro de obreros: 3216,55
• Hospedaje obreros gijoneses, señor ingeniero, chofer, guardia civil: 1999,25
• Locomoción del señor ingeniero y del pagador: 2316,65 • Material: 522,87
• Vigilancia nocturna: 250
• Barandilla: 300 • Arrastre de materiales: 1704,95
• Viajes de propaganda y recaudación: 161,45
• Hoteles: 100
• Varios: 580 Total: 11.144,82 pesetas.

 Fuentes- www.porsolea.com

              www.arriondas.com