domingo, 17 de noviembre de 2013

HISTORIA DE CARREÑO HASTA NUESTROS DÍAS

CANDÁS BARAGAÑA
CANDÁS PUERTO

























Carreño, como territorio autónomo, se vio dotado de una puebla en la segunda mitad del siglo XIII. Ésta se asentó en Candás, un establecimiento inmediato a la línea de costa. La autonomía del concejo de la puebla nueva no duraría mucho ya que en 1309 Fernando IV lo otorga al concejo de Avilés. A partir de ese momento, el territorio carreñense, a pesar de mantener su acusada personalidad, verá limitada su capacidad de autogobierno frente a la corporación de Avilés.

PUERTO
Los siglos XVI y XVII nos muestran una villa candasina muy activa, volcada hacia las actividades pesqueras. Además, en la segunda mitad del siglo XVII había conseguido la emancipación del alfoz avilesino y elabora sus nuevas ordenanzas municipales en 1684. En 1691 la Abadía de Santa María de Arbás del Puerto vende al concejo su coto de Overiz con los puertos de Perán y Entrellusa.

PERÁN
De esta forma, Carreño adquiere la configuración que conocemos hoy en día. En esos momentos la economía del concejo está sustentada mayoritariamente por las actividades primarias, y con una gran parte de la población especializada en las pesqueras. También tiene importancia la artesanía orientada hacia las infraestructuras portuarias y marineras, por lo que abunda la presencia de toneleros, carpinteros, canteros, herreros etc. Además, en el siglo XVIII se ve dinamizada por la llegada de flamencos. Durante las primeras décadas del siglo XIX, la vida del Ayuntamiento se verá afectada por la inestabilidad política e institucional que caracterizó a dicho periodo en toda España.

GUIMARÁN
Durante el trienio liberal, el concejo se disgrega en tres ayuntamientos separados (Candás, Guimarán y Tamón), y en 1836 los carlistas ocupan esporádicamente el Ayuntamiento, aunque sin mayores consecuencias para la zona. Sin embargo, los años finiseculares del siglo XIX y los primeros del XX constituyen el inicio de un periodo que traerá grandes y positivas transformaciones en su territorio. En una primera fase industrializadora, se encuentran en funcionamiento varias minas de hierro, numerosas industrias conserveras, y la química de Aboño. También se concluye el nuevo espigón del puerto y se produce la llegada del ferrocarril.


Tras la Guerra Civil, se culminó el proceso industrializador. En los años cincuenta recibe el influjo de la instalación de Ensidesa, y su vida económica se ve revitalizada también con la presencia de una cementera, una central eléctrica y numerosas pequeñas industrias instaladas en los alrededores.

ENSIDESA
La densa industrialización, sin embargo, no ha impedido la explotación de los recursos turísticos del municipio. La densa industrialización, sin embargo, no ha impedido la explotación de los recursos turísticos del municipio.

Fuente visitada. archivosdeasturias.info

viernes, 8 de noviembre de 2013

RÍA DE VILLAVICIOSA - RESERVA DE BIODIVERSIDAD


La Ría de Villaviciosa se encuentra íntegramente en el concejo del mismo nombre, situado en la franja costera central de Asturias. Es uno de los estuarios (valles fluviales inundados por aguas marinas) mejor conservados de la costa asturiana, pues a diferencia de otros, apenas ha sido degradado por el desarrollo urbano o industrial.


Esta ría se caracteriza por el pequeño aporte de aguas fluviales frente al de las marinas. Su cuenca está compuesta por pequeños ríos costeros, entre los que cabe destacar el Llinares, que la nutre por el sur, y los ríos Sebrayu y Fompalaín, que lo hacen por el este.


Las condiciones ambientales del estuario derivan de esta gran influencia marina: elevada salinidad del agua, inundaciones periódicas debidas a la marea e intensa sedimentación. Todo ello condiciona su particular flora y fauna, que convierten a este espacio en una importante reserva de biodiversidad.


El origen de la ría se remonta al último periodo glacial, en el que la congelación de las aguas hizo que el mar se retirase. En aquella época las temperaturas eran menos extremas y las abundantes lluvias nutrían un caudaloso río que excavó el valle profundamente. Una vez pasadas las glaciaciones el deshielo trasladó la línea de costa varios kilómetros tierra adentro para retirarse después, poco a poco, hasta su nivel actual.


La variedad de ambientes en la Ría, unido a la amplia disponibilidad de alimento, permite una abundante y diversa vida animal. La gran cantidad de partículas orgánicas que el agua va depositando en la ría mantiene una gran población de invertebrados. Entre los más comunes se encuentran especies como el berberecho, la xorra y la almeja fina. Se trata de especies marinas que al bajar la marea se entierran en el fondo para evitar la desecación. Esta abundancia de invertebrados constituye el alimento de una gran variedad de peces y aves. Se encuentran en la ría una treintena de especies de peces, en su mayoría de hábitos costeros que, por lo general, no alcanzan zonas muy alejadas de la desembocadura. La lubina y el sargo son dos de las especies más apreciadas por los pescadores.


Por su estratégica situación, la Ría es un lugar de vital importancia para el descanso de miles de aves acuáticas durante la migración e invernada. Aquí encuentran el alimento que necesitan para continuar con su agotadora travesía, así como refugio para afrontar los rigores invernales. Pero las llanuras fangosas son, sobre todo, el territorio de las aves limícolas. Estas aves recorren los suelos poco compactos de la marisma, rebuscando invertebrados de los que alimentarse durante la bajamar. Zarapitos, archibebes, chorlitos, correlimos y ostreros son algunos de los limícolas más abundantes en la ría.


También acuden aves pescadoras, tanto continentales, como el zampullín chico, el somormujo lavanco o el cormorán grande, como marinas, entre las que destacan varias especies de gaviotas, el negrón o el charrán patinegro. En las zonas más alejadas de la desembocadura, charcas poco profundas dan cobijo a garzas, patos y otros animales acuáticos. En primavera los cantos nupciales delatan durante la noche a las ranas y al amanecer a pequeños pájaros de colores pardos, que de otro modo pasarían desapercibidos.

 Fuente visitada. sigma-sl.com/riadevillaviciosa

lunes, 4 de noviembre de 2013

PASEO POR LA RÍA DE VILLAVICIOSA


Pasear en esta época por las zonas costeras de Asturias es un verdadero placer para los sentidos, pues son verdaderos remansos de paz Cerca de la sin par Villaviciosa se encuentra la hermosa ría del mismo nombre, lugar de invernada de numerosas aves acuáticas migratorias. Junto con la ría del Eo es uno de los paisajes naturales costeros más importante de Asturias. Ambos son reservas naturales parciales.


De la ría de Villaviciosa escribió mucho y bien el gran naturalista Alfredo Noval. La afamada Ría de Villaviciosa se encuentra en el centro-oriental de la región y en el bello concejo que le da nombre. En esta ría desemboca el río Valdebárcena o de La Ría, nombres que corresponden a los dos pequeños ríos que se juntan cerca de Amandi, a las puertas de la hermosa villa, capital manzanera de Asturias.


La ría está rodeada de los varios núcleos de población: Abayu, La Viesca, Bedriñana, Pentanes, Tristán, San Martín del Mar, Fuentuca, Requejo, El Puntal, Liñero, La Rebollada, La Atalaya y las cercanías de Tazones, en su margen izquierdo. En su margen derecha, están, además de la propia población de Villaviciosa, Carda, Muslera, Sello, Onón, Villaverde, Espina, La Calle, Vega, Seloriu, Terienzu, Tapia, Misiegu, El Olivar y Rodiles. Y flanqueada por las cabos Punta de la Mesnada y Punta de Rodiles. Algo más alejadas quedan la ensenada La Conejera, Punta de Lastres y puerto de Tazones. Junto a ella hay playas como Misiegu, El Puntal y Rodiles. Lugares ideales para pasear, ahora en rutas señalizadas.


A la bajamar quedan descubiertos en plena ría algunos areneros y pequeñas islas. Este bello ecosistema costero se puede visitar por cualquiera de los lugares reseñados y está declarado espacio natural protegido por su interés ecológico, especialmente como refugio de la avifauna salvaje que en ella vive, o pasa largas temporadas en época de migraciones. Como refugio de aves acuáticas tiene veda permanente; ampliado ya a peces y moluscos.
Una caminata fácil por el entorno de la ría se puede hacer partiendo de Seloriu o Terienzu, por "caleyes" (ahora señalizadas y asfaltadas) que pasan por los caseríos de Tapia (o La Calle), para llegar a Misiegu en una media hora. Después se puede seguir por El Olivar, o cruzar la pasarela que va a Rodiles y, allí, seguir por puentes o pasarelas hasta las dunas y la playa, en otra hora de fácil paseo.


En bajamar, los itinerarios posibles son para todos los gustos. La fauna de vertebrados terrestres de los alrededores de esa ría es comparable a la de cualquier lugar costero asturiano de características similares, pero sí es especial la vida animal ligada al estuario, de modo particular la avifauna acuática.


El gran interés de la Ría de Villaviciosa, conocido desde antiguo por los ornitólogos y amantes de la Naturaleza, trascendió a nivel oficial gracias a la Asociación de Amigos de la Naturaleza Asturiana (ANA) a partir de 1.970, para declararla refugio de caza. Siendo una de las características más destacables de la avifauna de la ría su estacionalidad, pues el estuario es utilizado por las aves como zona de invernada y, especialmente, de reposo, durante la época de migraciones. Así sucede también en otros lugares naturales de Asturias, por ejemplo en varios lagos de montaña, embalses o parques (como en el gijonés de Isabel La Católica).


Otro aspecto es su importancia para la supervivencia de estas aves durante las olas de frío, ya que importantes contingentes de ellas procedentes de países europeos septentrionales, buscan refugio en estuarios cantábricos, entre ellos aquí, regresando a sus lugares de origen cuando cesan las condiciones adversas. 


Fuente visitada. descubreasturias.com