lunes, 11 de enero de 2016

LA CATEDRAL DE OVIEDO



Durante el siglo XIV comienza la construcción de la Catedral Gótica, demoliéndose la anterior basílica románica y prerrománica. Siendo obispo Gutierre de Toledo (1377-1389), la obra recibe un impulso definitivo.


La construcción se finaliza a mediados del siglo XVI, con el remate de la torre, ya en un gótico tardío. La construcción de la actual catedral dura unos cuatrocientos años, con especial intensidad durante el siglo XV, época en que domina el estilo conocido como gótico florido o flamígero. Como ya se ha señalado, la Catedral de Oviedo tiene sus orígenes en la basílica construida por el rey Alfonso II, el Casto (791-842) bajo la advocación de San Salvador.


Alfonso III, el Magno, en la segunda mitad del siglo IX, enriqueció el tesoro catedralicio con la donación de la Cruz de la Victoria. Trasladada la corte a León en el siglo X, los sucesivos monarcas siguieron enriqueciendo la basílica con sus donaciones. Alcanzó gran prestigio durante la Edad Media, mereciendo el calificativo de Sancta Ovetensis, siendo cita obligada de peregrinos y devotos.


A esta época pertenecen el apostolado de la Cámara Santa y la Torre Vieja, ambas de estilo románico. La Torre Vieja puede verse desde el exterior. Construida a comienzos del siglo XII fue campanario de San Salvador hasta la construcción de la torre gótica.


El Pórtico está formado por tres arcos, de diferente tamaño, que tiene su correspondencia en las naves del templo.
El muro y las arquivoltas, así como el parteluz del arco central, aparecen decorados con nichos o peanas para colocar unas esculturas que nunca se realizaron. Bóveda de crucería y arcos de ojiva tendente ya al semicírculo. Todo dentro del más puro estilo gótico florido. Su altura total es de sesenta metros.


Fuente visitada.
el.tesorodeoviedo.es