Historia.
El edificio fue mandado construir por Ramiro I como palacio, formando parte de un complejo arquitectónico que también comprendía la cercana San Miguel de Lillo, erigida a tan solo cien metros de distancia. Sin embargo, Ramiro y su mujer, Paterna, conscientes del valor arquitectónico del edificio y del paraje, ofrecen su obra a la Virgen María, según consta en inscripción del altar.
Así, el anterior palacio fue transformado en iglesia posiblemente antes de fines del siglo IX. Se ubica en la ladera meriodional del monte Naranco donde existía un bosque en el que abundaba la caza, por lo que hubo de tener carácter de palacio de campo o residencia real dedicada al ocio.
Además del sogueado en fustes y capiteles, éstos se encuentran decorados con animales, tema que se repite en los treinta y dos medallones ubicados en las enjutas de sus arcos, junto con aves, cuadrúpedos, caballos y caballeros en actitud de combate.
Los medallones los podemos encontrar tanto en el interior como el exterior de edificio, como remate inferior de pilastras o cintas, largas y estriadas en el exterior y cortas bajo las ménsulas en las que se apoyan los arcos fajones interiores.
Es una decoración algo tosca, que denota influencia oriental tardorromana y que se encuentra supeditada a la arquitectura, pero que contribuye a crear un edificio austero a la par que de gran armonía y belleza.
.Fuente visitada.
enciclopedia.us.es
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