miércoles, 21 de diciembre de 2011

HISTORIA DE LA PISCICULTURA ASTURIANA


Ricardo Acebal del Cueto (1849-1940), ingeniero de montes de Gijón, muy vinculado a la Universidad de Oviedo, propuso el establecimiento de una piscifactoría para la cría del salmón. Esta especie estaba siendo esquilmada con máquinas salmoneras que, a modo de grandes norias, sacaban del río cientos de salmones que trataban de remontar los cauces.
Al mismo tiempo, el canónigo de Covadonga, D. Manuel Alea, compró 10.000 huevos de trucha al Monasterio de Piedra y los depositó en su finca de El Cobayu, en lo que sería el inicio de una piscifactoría.
Pero fue finalmente Ricardo Acebal quien redactó el proyecto para la creación de un establecimiento de piscicultura en Asturias, en Infiesto (Acebal, 1892).
Las obras de esta piscifactoría finalizaron en 1907 y la primera incubación se realizó en 1908. La apertura de esta piscifactoría fue todo un acontecimiento nacional y a lo largo de los primeros años de funcionamiento recibió visitas de muchas personalidades incluida la del rey Alfonso de Borbón.

Entre 1922 y 1928 se obtenían anualmente en Infiesto entre 100.000 y 300.000 alevines de salmón, cuyo destino era la repoblación de los ríos asturianos.
En los primeros años de la década de los 60 empezó su actividad en Asturias la primera piscifactoría industrial de producción de trucha arco iris, en el río Nalón. A mediados de los años 70 estaban en activo cinco y a principio de los años 80, diecisiete. En esta década, comenzó la especialización de las instalaciones.

Los primeros empresarios piscícolas de Asturias fueron pioneros, no sólo en el tiempo en que iniciaron la acuicultura de tipo empresarial, si no también, en la idea de implantar tecnología en sus instalaciones. Junto con estas piscifactorías coexistían otras más pequeñas que eran muy rudimentarias. Se construían, simplemente, restaurando algún antiguo azud que había servido en otro tiempo para un molino o para otro uso; se reconstruía el canal de entrada del agua y se establecían, muy artesanalmente, estanques de cría. Los huevos embrionados o alevines de trucha arco iris eran adquiridos en las piscifactorías más grandes y, así, comenzaban a criar peces.

En el resto de España, la piscicultura de salmónidos en los años 80 era muy parecida a la asturiana: convivían pequeñas piscifactorías artesanales con grandes empresas de acuicultura. La única diferencia con las de Asturias era que el volumen de agua disponible en los ríos asturianos era mucho menor que el de los grandes ríos de otras zonas de España. La orografía de Asturias hace que el caudal de los ríos fluctúe mucho entre las épocas de invierno y de estiaje. La mayoría son torrentes. El terreno montañoso no permite la construcción de grandes instalaciones, de manera que las piscifactorías llamadas “grandes” en Asturias siempre fueron de menor tamaño que las de otros lugares de la península.

Fuente visitada.
serida.org

2 comentarios:

  1. Felices Fiestas y un buen 2012 para todos... y que no se cumpla la profecía Maya y haya un 2013 y un 2014 y un 2015...

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  2. Gracias Rubén, lo mismo deseo para ti y toda tu familia. Una feliz Navidad y un próximo año lleno de venturas. Un abrazo

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