martes, 3 de enero de 2012

LOS DÓLMENES DEL MONTE AREO









En julio de 1.792 Jovellanos realiza un viaje de Gijón a Belmonte de Miranda pasando por Avilés, Pravia, Cornellana, Cudillero y Candás.La salida la hace por el Oeste de Gijón, cuya descripción tiene lugar el 14 de julio de 1.792.
Salimos de Gijón a las cuatro dadas de la tarde, sol fuerte, templado por el nordeste; camino nuevo para mí por Jove a Puago, y su puente sobre el río que va a Aboño; vega harto ancha, que puede ser el "Estuarium Mágnun" de Pomponio Mela, porque por una garganta comunica con el estero de Aboño, y antes que éste se llenase de arena y la vega de tierra derribada de las alturas, pudo ser todo un grande estero. las peñas de las altas laderas acaso comfirman esta conjetura. El río divide los concejos de Gijón y de Carreño. Súbese el monte de San Pablo, y corriendo por él se baja al valle de Carreño, atravesando el camino por la parroquia de Güimarán. Terreno hermoso, fértil, bien cuidado y plantado.")

DEL AYER AL HOY
El desaparecido escritor Marino Busto, cronista oficial de Carreño durante cuatro lustros y colaborador en muchos periódicos y revistas, no desmayó hasta encontrar los misterios que ocultaba el Monte Areo (de 264 metros de cota y límite de Gijón y Carreño). La necrópolis tumular más importante de Asturias, con 30 dólmenes. Además del campo de dólmenes (a medio descubrir), el monte Areo siempre fue afamado, pues por su ladera cruzaba una calzada romana y un ramal del Camino de Santiago 8por la campa de San Pablo, citada por Jovellanos, y donde había una famosa capilla). Sus mejores accesos son por Güimarán, el Valle y Ambás, en el municipio de Carreño; y Serín, Montiana o Poago, en tierras del concejo gijonés. Se puede recorrer el monte por varias pistas o caminos que lo surcan en todas las direcciones.
Parece ser quepor el monte Areo iba un ramal de la famosa calzada romana o Camín Real de la Mesa, que unía tierras leonesas con la costa asturiana, concretamente Astorga con las Aras Sextianas de la Campa Torres, pasando por Lucus Asturun (Llanera). En una zona del Monte Areo, conocida por Peña l´Carru, aún queda algo de esa calzada, pero la reciente concentración parcelaria y las numerosas pistas que por allí hay ahora, hicieron desaparecer muchos vestigios del pasado. Entre otros destrozos se construyó un antiestético mirador sobre esa famosa peña que hizo desaparecer los restos de la posible vía romana.
Marino Busto se encargó de divulgar la existencia de estos restos, para este gran estudioso el nombre de Monte Areo podría corresponder al de "Iroba", que según una antigua leyenda querría decir "tierra rica y gente boba"en referencia a ciertos tesoros supuestamente all,i escondidos, o monte "de las Aras". Lo cierto que es que siempre fue un lugar mágico o sagrado, tanto por los sepulcros prehistóricos (dólmenes), como por su calzada romana, o su posterior Camino de Santiago, o sus ermitas del Viso, Los Remedios, San Pedro y San Pablo, protegidas por una fortaleza del siglo X.
El Monte Areo es tan plano (una zona se conoce por La Llana)que se barajó la posibilidad de instalar allí el primer aeropuerto de Asturias, pues además se trata del lugar en el que no suele haber nieblas. Gillermo Schulz, autor del mapa de Asturias en 1.868, decía de esa montaña que algunos espacios pudieran haber sido nivelados artificialmente por la mano del hombre. Hay quien opina, como Julio Somoza en 1.908, que las nivelaciones que dominan a gijón estarían destinadas a los campamentos de maniobras de los soldados romanos de IV Legión Macedónica, de guarnición en esta villa y pudo haber población romana.

El historiador candasín González de Posada, en su libro manuscrito de 1.792, ya citaba unos "tumbos" o "mamulas" en medio de las llanuras de esta montaña, junto a varias lagunas. Decía que esas elevaciones del terreno eran sepulcros antiquísimos. Y, en lo cierto estaba, pues en el año 1.989, siguiendo esas noticias y recorriendo el Monte Areo se dio con ellos y Marino Busto lo hizo público en la prensa gijonesa. Descubrió los túmulos de un auténtico campo de sepulcros prehistóricos. Dólmenes que resultaron ser de hace 5.000 años según los expertos.



Fuente visitada. "Jovellanos y la naturaleza".
José Miguel Caso González
Bernardo Canga Meana
Carmen Piñán.

3 comentarios:

  1. Muy bien, pero parece un plagio de lo escrito por Carmen Piñán y Bernardo Canga en El Comercio y La Voz de Aviles y en sus libros...

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  2. No sé lo que te puede parecer... Yo solo me limito a transcribir lo que dice el libro ”Jovellanos y la Naturaleza” en el que habla sobre las rutas hechas por Jovellanos, antes, y las rutas de ahora, culyos autores constan en la fuente puesta al final del escrito.

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