jueves, 7 de febrero de 2013
MUSEO DEL PUEBLO DE ASTURIAS (GIJÓN)
Recorrer El Muséu del Pueblu d’Asturies -Museo del Pueblo de Asturias- supone descubrir o redescubrir la vida cotidiana de nuestros antepasados, saber en qué ocupaban sus horas de trabajo y de ocio, cómo se relacionaban, cómo eran sus casas, su alimentación, sus aficiones, sus preocupaciones. Su objetivo es conservar la memoria tradicional del pueblo asturiano en su conjunto, en los tres espacios geográficos que habitan desde hace siglos los asturianos: los pueblos, las villas y las ciudades.
Este centro garantiza el estudio y el desarrollo de trabajos historiográficos. Custodia más de 12.000 documentos catalogados y repartidos en diferentes fondos, como el fondo de documentos personales y familiares integrado por archivos de casas de nobles, burguesas y campesinas, además de diarios, memorias y correspondencias familiares; o el fondo de empresas, comercios y profesionales, o el extenso archivo gráfico que comprende desde diseños de mobiliario hasta calendarios y almanaques, pasando por carteles, álbumes de cromos, carnés, recetas de cocina, escrituras notariales, testamentos o material escolar. También forma parte del museo el Archivo de la Tradición Oral que cuenta con un fondo de 20.000 etno-textos así como con una fototeca que alberga alrededor medio millón de fotografías antiguas. Es tal la importancia de sus colecciones que El Muséu del Pueblu d’Asturies encabeza y ejerce de coordinador de la compleja Red de Museos Etnográficos de Asturias, integrada por catorce centros más; velando para que las colecciones distintivas de esta Red funcionen como una sola y se eviten las repeticiones excesivas de materiales.
Las instalaciones del Museo no van a la zaga de su archivo, pues ocupa un recinto de casi 35.000 metros cuadrados en su mayor parte al aire libre. El edificio central fue el pabellón de Asturias en la Exposición Universal de Sevilla de 1992, trasladado al museo en 1994, y en él se encuentran la recepción, las salas de exposiciones, sala de actos y proyecciones audiovisuales. El museo en su conjunto se ubica junto al recinto de la Feria de Muestras. La idea original para organizar este gran espacio fue el de crear un pueblo asturiano in situ, dotándole de todos los elementos típicos de la región.
Las primeras construcciones que se trasladaron aquí fueron un conjunto de hórreos y paneras de los siglos XVII al XIX. Entre 1970 y 1975 se trasladaron también dos edificios característicos de la arquitectura hidalga asturiana: la casa de los Valdés, del siglo XVII (actualmente sede del Museo de la Gaita), y la casa de los González de la Vega, de 1757.
Además se construyeron una casa campesina, dos tendejones donde se exponían un mazo para trabajar el hierro, un lagar de sidra y una bolera para “cuatreada”. En el año 2000 se amplía la casa de los Valdés para destinarla a Fototeca de Asturias; se finaliza un espacio nuevo de construcciones rurales y tres pabellones para exponer aperos agrícolas. En 2007 se levanta el “tendayu”: cuatrocientos metros cuadrados destinados a la celebración de conciertos y eventos de carácter festivo. En 2011, el desarrollo del museo continúa con la construcción de un edificio administrativo polivalente, con espacios de trabajo, almacenamiento y consulta. El entorno natural es el que realmente integra y concede armonía a todos estos inmuebles dispares, con bosquete de árboles autóctonos incluido y una charca de agua salobre, único resto del paisaje de marisma que dominaba esta zona de Gijón.
Baste como ejemplo del meticuloso desarrollo de este espacio, el hecho de que en la casa campesina se tomó la decisión de no colocar luz eléctrica, solo luz de velas y candiles de aceite. El llar encendido aporta el humo imprescindible para conocer cómo eran las condiciones de vida hacia 1880 en una casa que carecía de chimenea.
Cerca de 10.000 mil objetos tradicionales adorna este rico patrimonio y lo complementa de forma creciente: ajuar doméstico, mobiliario, aparejos de caballería, aperos de labranza, piezas obsoletas de la industria asturiana, medios de transporte preindustriales (arados, sechorios, cambiellas, mesories para recolectar la escanda, hoces, manuales, carros del país y narrias, medidas antiguas), y un largo etcétera.
En las últimas décadas el museo ha incrementado considerablemente sus colecciones y ha propiciado diversas investigaciones y editado numerosas publicaciones. Una de sus labores más frecuentes es organizar exposiciones temporales (más de de una treintena producidas por el propio museo y con sus fondos) y jornadas de formación relacionadas con sus ámbitos de estudio. En la actualidad tiene firmados varios convenios de investigación con universidades y fundaciones privadas con el fin de promover el estudio de la antropología y la historia social en Asturias.
Fuente visitada. .desdeasturias.com
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