jueves, 11 de febrero de 2010
MITOS Y SUPERSTICIONES EN LA MEDICINA
La dietética del embarazo fue también empirica y supersticiosa,sobre todo en los ambientes apartados y atrasados.Por peligro de que se produjesen "antojos" se desaconsejaba el pulpo,la lamprea,los percebes,la liebre etc... e igualmente el exceso de fruta que favorecería que los niños nacidos fuesen "peludos".
Cuando el parto tenía una distocia fetal de situación,lo mismo que cuando era lento o tedioso,se acudía al "manteo"de la parturienta,para poner el parto "derecho"y facilitar de esta forma la salida del niño.
Otros remedios fueron utilizados antiguamente para propiciar el parto,como el agua del cocimiento de plumas de perdiz,la piedra del águila a cuyo fin se colocaba sobre la ingle de la parturienta.La astilla de acebo,colocada junto al cráneo o colgada en la garganta,como los corales contra los dolores del parto,la llave de la casa bajo la almohada de la mujer,o el soltarse la trenza o coleta del pelo,fueron otros tantos remedios supersticiosos.
La hernia o "quebradura", entrañaba el grave riesgo de su extrangulación con la aparición del "cólico miserere";es decir el abdomen agudo.Por esta seria complicación y porque antaño el tratamiento quirúrgico de la hernia no era usual,se comprende la realidad de aquella afirmación popular:"al quebrado,la mortaja al lado.
En el concejo del Franco se pasaba al niño herniado por el hueco de un roble o "carbayo",árbol sagrado y mítico,o bien entre dos robles muy próximos y especialmente en la noche de San Juan.
Esta costumbre de pasar al quebrado por el hueco o hendidura de un árbol tuvo amplia difusión entre los pueblos de origen celta,y a ella se refirió Feijóo en sus cartas.
Los dientes, su limpieza contribuye a la higiene de la misma y de la boca.Es este un hecho conocido y practicado de antiguo por el pueblo; y los celtas,nuestros antepasados castreños,según la referencia Straboniana,utilizaron con este fin la orina-(J.Martinez fernandez y J.M.Junceda Avello en "Ensayo biológico sobre los hombres y los pueblos de la Asturias primitiva".-Los enjuagues bucales con orina fue práctica higiénica en la medicina de la antiguedad.La orina española fue exportada con esta finalidad por su mejor calidad y por ello se importaba de Barcelona o Tarragona en preciosas vasijas de alabastro.Se usó también la orina de buey,mezclada con vino,así como diversas plantas bactericida.)El mejor medio es enjuagarse diariamente con agua y sal,o con agua fría solamente.Feijóo aconsejaba la limpieza de los dientes con frecuencia y con polvos de xibia,o con los de pan quemado,o con sal común.Cuando a un niño se le va a caer un diente de leche debe arracárselo sin demora, para evitar deformaciones en el que va a nacer.Cuando eran dos los dientes de leche que se movían,se arrancaba solo uno.La extracción se hacía habitualmente con un hilo o cuerda mojada en agua bendita.Estos dientes de leche no solían tirarse en cualquier lugar,por temor a que se derivasen males para el niño.En el folklor astur se arrojaban al cementerio.Lo más común era,y aun es,que,en algunos lugares,para conseguir que la segunda dentición salga bien a un infante,que aquellos se arrojen a un tejado o al mismo cementerio.
Contra los dolores de muelas aconsejaban enjuagues con aguardiente o con infusiones de hierbas (beleño,acónito,tabaco etc.).Pero sin duda el más eficaz remedio era la extracción.Y para combatir la hemorragia subsiguiente se hacía enjuagar con agua negra obtenida del pilón de piedra de la fragua,donde el herrero templa sus herramientas y que se admitía como beneficiosa,por su efecto hemostático y riqueza en hierro.
Las paperas,se curaban con la cabeza o con la quijada del cerdo,colocadas tópicamente sobre la zona inflamada.El remedio tenía su fundamento en que al calentar estas partes del animal se derretía la grasa del mismo y esta ejercía su benéfica acción.De ahí que estas partes del "gocho" se guardasen por los aldeanos al practicar el San Martino.
Los ojos,los huevos acabados de poner,cuando se pasan por los ojos,sirven en la creencia popular para aclarar la vista.
Las babas de caracol,hervidas,fueron de la misma manera utilizadas en las afecciones de los ojos,como la misma saliva del despertar.
Los orzuelos,u "orizolos"se les hacía desaparecer pasando sobre ellos una llave,previamente calentada por frotación con la ropa o bien colocando una moneda de cobre.Aurelio de Llano recogió en Ibias el siguiente proceder ante los traumas oculares:"Cuando una persona recibe un golpe en un ojo y este se hincha y se pone rojizo,lo curan haciendo succión con la boca sobre las venas del brazo izquierdo;si el ojo enfermo es el derecho o viceversa.Chupan por encima de la piel creyendo que hacen "salir" y circular por las venas la "sangre negra que está parada en el ojo".A esta operación la llaman "sacar el golpe".
La voz,se creía que la tartamudez era causada por haber recibido un susto,bien la madre cuando gestaba el hijo o bien ya nacido éste y más comúnmente,durante la niñez.
La mudez se trataba haciendo tomar agua en la que se hubiera depositado una moneda de plata puesta al rojo.La ingestión se efectuaba en ayunas y durante nueve días.También se recomendó la ingestión de espuma de leche recién ordeñada en siete sorbos y sobre todo leche de yegua.
Diuréticos,la sidra es bebida que tiene una particular acción diurética,como lo recuerda aquella costumbre de fines del pasado siglo en que la entrada a los lagares para la "espicha"costaba diez céntimos-una perrona-pero con el derecho a consumir toda la sidra que se quisiese sin orinar.De ahí que se valorase a "perrona la meada", pues los lagares no contaban con mingitorios y los apurados bebedores tenían que salir fuera a miccionar.
El reúma,para mejorar o curar el reúma se usó el unto o grasa de oso,y después de aplicarlo sobre la parte dolorida se ponía al sol para consolidar su efecto;se empleó tambièn el cocimiento de vino tinto y aceite con saúco,para fricciones cuando no la ingestión de cocimientos de vino blanco con romero.Igualmente se administró el caldo de ratón.Los orines del niño figuraron asimismo en su terapéutica.Las fricciones con petróleo,o con ortigas,recién cortadas,sobre la zona afectada tuvieron un mayor y justificado empleo.Se la llamó la "hierba del ciegu",porque no la ve ,pero la siente.
El reumatismo mejoraba o desaparecía haciendo vestir al paciente una camisa de lienzo calentada al fuego de laurel bendito.
Baños antirreumáticos que se preparaban con infusiones concentradas de romero mezcladas con savia de nogal.
La tortícolis o "cerviguera"es el dolor cervical por alteración muscular o vertebral y se combatía frotando la columna vertebral con tocino rancio.
La anemia,es debida a la pobreza de la sangre,recomendaban friccionar la espalda con una mezcla de huevo y vino de jerez.Para fortificar al anémico se le daba también un huevo batido con un poco de azúcar.Hacerle beber agua ferruginosa,es decir,la llamada por el pueblo "agua de hierro",la cual se preparaba,por lo común con clavos de herradura,que al oxidarse teñían el agua o el vino blanco que también se utilizaba,en un líquido rojizo.
El hipo,en nuestra región se cura bebiendo tres sorbos de agua y deteniendo la respiración unos instantes,mientras se aprietan los labios y se clava la mirada durante un momento en la palma de la mano.También dando un susto a quien lo padece.
Asimismo se recomendó contra el hipo el tomar siete buches de agua.
El hipo tiene entre las gentes una significación muy distinta según las edades y así se dice: "Nel neñu pa crecer y nel vieyu pa morrer."
-(E.Junceda Avello)-
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario