jueves, 19 de abril de 2012
LAS AVES DE LA RÍA DE VILLAVICIOSA
La estrategia más habitual para observar las aves presentes en la ría de Villaviciosa consiste en asomarse a puntos estratégicos o recorrer cortos trayectos (para lo que siempre será recomendable utilizar botas de agua por zonas con distintas características ambientales, lo que permitirá descubrir un mayor número de especies.
Los fangales que se descubren en bajamar frente a la fábrica de sidra de EL GAITERO son siempre un buen punto de partida. En esa situación mareal, se pueden observar allí pequeños grupos de limícolas, garzas, cormoranes y martines pescadores. También podemos seguir las sendas que parten a ambos lados de la nave industrial, atentos a los bandos de zorzales y estorninos que se alimentan en los pastizales. Junto a ellos es fácil que haya alguna garza o algún zarapito y, si se ha formado algún encharcamiento, se pueden ver anátidas.
Pero si llegamos a la ría durante la pleamar, entonces es mejor avanzar un poco más, hasta un pequeño apartadero a la izquierda de la carretera, justo antes de tomar el desvío de Rodiles. Desde allí accedemos a un camino que discurre por lo alto del dique que aísla el canal del arroyo de Sebrayo de los porreos, encharcados y cada vez más repletos de juncos. Hay que avanzar con cuidado para no espantar a los archibebes y andarríos que remontan la orilla del riachuelo picoteando incansablemente los fangos. Al final llegaremos al borde de la ría, en un punto de observación muy interesante que da vista a la amplia "ensenada de el Bornizal". Durante la pleamar, excepto con algunas mareas vivas, quedan expuestos en el centro de esta ensenada algunos bancos de arena cubiertos de vegetación halófila, a los que acuden masivamente las aves limícolas de la ría en busca de reposo en este momento en el que sus zonas de alimentación permanecen inundadas. A medida que van quedando de nuevo al descubierto al bajar la merea, podemos observar cómo las aves se van repartiendo en pequeños grupos por todo el estuario.
una tercera zona de gran interés es la "ensenada de Misiego", formada por extensos arenales que constituyen la prolongación de El Bornizal hacia la salida de la ría. En este caso podemos partir desde la playa de Misiego caminando por la orilla hacia el canal de la desembocadura. Conviene aguzar la vista para descubrir a los pequeños correlimos y a los chorlitejos en medio del fango, hay que mirar también hacia las praderas limítrofes en busca de las bandadas de avefrías y no hay que olvidarse de escrutar el cielo regularmente si no queremos que se nos pase desapercibida alguna interesante rapaz migradora como el águila pescadora o el aguilucho lagunero. En todo caso, en La Ría siempre existe la excitante posibilidad de observar algún ave rara o escasa, apartada de su área de distribución normal o desplazada de sus habituales rutas de migración.
Fuente visitada.
Guía de la Costa Asturiana, Playas, Pueblos, Paisajes y Paseos.
Fotografía: Luis. (fotofilatelia.blogspot.com)
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Muy interesante y gracias por usar mi foto de portada.
ResponderEliminarEsa foto me es muy, pero que muy familiar!
ResponderEliminarAdemás aprendí que no puede volar hasta que se le sequen las alas.
Gracias Marisa por esta entrada,ya sabes que el Colega Luis y aquí en que escribe,estamos un poco chiflados por este bonito Mundo de Aves.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Las gracias tengo que dártelas yo a ti Luis, por poder acudir a tus hermosas fotografías.
ResponderEliminarTrimbolera amiga. Luis es un apasionado de los paisajes de Asturias.
Manu. Las gracias a vosotros. Por las bonitas imágenes que día a día nos enseñan un poco más de nuestra tierra.