miércoles, 15 de agosto de 2012

CARRO DE BUEYES


Junto con el arado es el instrumento más elaborado que utilizó el hombre para trabajar la tierra. Construidos en madera de castaño, carbayo y generalmente fresno en el eje de las ruedas.
Sus componentes presentan distintos nombres según la zona pero consideramos la cabezuaya (cazuaya, timón) con dos varas que se juntan por delante, donde tiene 2 furacos (agujeros) que sirven para encajar la chaviya (travesaño de madera que junta las varas al xugo, se coloca en uno u otro según sean los bueis o vacas) y otro que sirve para encajar el tentemozo para apoyar las varas y que no se llenen de cuchu, en la raíz de las varas se encaja la forcada; leto o piso que lateralmente lleva los laterales (ladrales, lladrales, adrales o tablas laterales para la carga del carro) según la utilidad que se le daba, de esquirpia (con entramado de varas) y estadoñeiras (estaduñeiros, estadoños, estandorios); en la pare de abajo están el eixe y las rodas que eran de radios con llantas de hierro o bandón. La fricción del eje produce un ruido típico llamado “canto del carro”.
A los bois o vacas había que acostumbrarlos (avezalos) para que tirasen de los dos lados igual.
Existen diferentes variedades, incluso en una misma zona, de una o dos varas, con esquirpia o sin ella... El carro tradicional en Asturias ha sido el carro chillón, auténtico carro del país. Al girar unitariamente eje y ruedas, se produce un intenso rozamiento entre eje y verdugo, que es la pieza de madera que separa al eje de la cama, sobre la que se situaba la carga.
El chirrido, del que toma este carro la denominación de chillón, y que podría ser aliviado mediante algún lubricante, como la grasa o el jabón, permitía a los carreteros tomar precauciones cuando, en los angostos caminos que transitaban, se anunciaba la presencia de otro carro.
El carro del país fue desplazado por otro de procedencia foránea, que presentaba ruedas radiadas de madera con llantas de hierro y que, en consecuencia, se conoce como carro de radios (de volquete) o carro moderno que también se adaptó a las caballerías. Posteriormente se le colocaron llantas de goma. Las ruedas giran con independencia del eje, lo que reduce el rozamiento y el esfuerzo de los animales que tiran del carro. Era más ligero, con mayor capacidad de carga y, sobre todo, poseía una mayor facilidad para las maniobras requerida por una actividad agraria cada vez más intensiva.
En sitios pendientes, como en el monte, se hacía un agujero (furaco) para colocar la rueda de arriba y así poder cargar en llano, a media carga se colocaba un palo transversal (la palanca) que si había peligro de que diese la vuelta (volcase, entornase) se sacaba y se colgaban para hacer contrapeso.
La hierba, rozo (ganza) se acercaba al carro con rastras de ramas o mantas (enxeo). Atixo o Rexo. Cordel para sujetar la carga, siempre iba colgado de alguna parte del carro, pero también se utilizaba para otros menesteres.

Guiadas o guiyadas.
Varas finas generalmente de avellano, en su punta más fina se le colocaba un pincho metálico para afalar los bueyes. El Xugo o Yugo. Instrumento de madera que se fija a la cabeza o a la cruz de las mulas o bueyes y al que se sujeta el pértigo del carro, timón del arado,etc. Se hacían de madera de haya, de nogal o de fresno. Para xoncer los bueyes o pareja de vacas, y donde se apoyaba el apero para el tiro. Solía ser de una sola pieza de madera formando dos semicircunferencias a los lados que encajaban sobre la cabeza del animal protegida por las muyidas, especie de almohadillas y cubiertas con flecos (piel) para espantar las moscas; se sujeta a la cabeza del animal con una especie de cuerdas de piel, llamadas cornales; o bien sobre la nuca, por detrás de los cuernos En el medio encaja la dopla, o dropa o dobla, que es la que se ata a la cazuaya o timón para asobiar o unir las vacas al carro después de xoncerlas (axugarlas o emparejarlas), también se podía unir con el sobeo que es una especie de correa de cuero. Por la parte anterior se afincaba la chaviya (caraviya, calavija) para enganchar el carro al xugo. Si hacía falta más tiro se ponía una segunda pareja delante, abordelar o agabitar, unida a la primera con el cambón y una cadena o gabita. Puede ser doble para las xuntas o individual. También puede ser articulado para cuando los animales son de diferente alzada.
MUYIDAS.
Almohadillas para apoyar el xugo en la cabeza del animal, sujetándola con las cornales hechos con cuero.
EL CAMBÓN O GABITA.
Para unir el apero a la pareja de bueyes o ayudar a otra pareja en una zona muy inclinada o dificultusa. Era de madera con agujero en un extremo para poner la chavilla y sujetarla al xugo con un cordel y por otro extremo cadena para unirla al apero de trabajo.


 Fuente visitada asturias.grao.net/costumbres/aperos

3 comentarios:

  1. Muy buena descripción del carro de bueyes. Al chillón, lo conocí, y....claro chillaba; no se me viene ahora el pueblo donde lo conocí pero creo que era por la parte de Infiesto, en la montaña, de este sitió era la esposa de uno de los hermanos de mi padre. Conocí el pueblo en su fiesta y también al carro chillón...Gracias Mariza, interesante literatura asturiana, gracias muy bello blog.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  2. Mi abuelo tuvo una de las parejas de bueyes mejores de Asturias allá por los años cincuenta. Yo la conocí. Eran dos bueyes enormes y fuertes, que se llamaban El Gallardo y El Rubio. Trabajaban sobre todo con la madera, y también con la hierba en verano. Llevaban a Avilés, viajando de noche, durante 16 Kms, carraos de hasta cinco toneladas, si no recuerdo mal. Hubo ocasiones en que se les rompió el carro. Era un verdadero espectáculo verles subir las cuestas empinadas aguijoneados por sus conductores. Y llevar un carro de aquellos no lo hacía cualquiera, desde luego. Creo que sé quienes son los que aparecen en tu fotografía. ;)

    ResponderEliminar
  3. El chirriar del carro es uno de mis mejores recuerdos de chiquilla… Solíamos ir en el verano a una aldea de Laviana.
    Por el camino que pasaba delante de la casa (que más que camino era una “caleya”) pasaban estos carros. Ya les oía el chirriar de las ruedas a lo lejos, ir acercándose y luego alejarse… ¡Era la mejor música!

    ResponderEliminar