viernes, 3 de agosto de 2012
DE GIJÓN A COVADONGA
PRIMERA ETAPA: GIJÓN – VILLAVICIOSA- Saliendo del Güeyu Deva, junto al lavadero y la iglesia parroquial, tomamos la dirección del barrio El Pedroco para ascender a La Olla, disfrutando de excelentes panorámicas, entrando posteriormente en el concejo de Villaviciosa por El Pinal, en una rápida ascensión al Alto del Curbiellu, parroquia de Peón, con hermosas vistas de la costa asturiana y Les Mariñes.
Desde El Curbiellu iniciamos el descenso al valle por el primitivo Camino Real de Peón, que tras atravesar las caserías de Bárzana, nos dirige a Llantáu y al río España, cruce de caminos en el corazón de la parroquia, parada de caminantes antes de dirigirnos hacia Casamoria, por donde continuamos hasta las primeras rampas que suben al Alto la Cruz, caminando por tramos boscosos de eucalipto y pinar. Una vez llegados arriba contemplaremos un espectacular paisaje que abarca desde Villaviciosa a los montes del Sueve y los Picos de Europa. El descenso, primero por carretera local y luego siguiendo un desvío a nuestra derecha, nos adentra en la parroquia de Niévares por las caserías de Fernandiz y La Piñera, acabando el descenso en El Pueblu y continuando un tramo llano al pie de las murallas de La Torre de Niévares, antigua fortaleza medieval con capilla, casona y panera, junto a La Peña, para luego, por El Camino del Llivinque, entrar en la parroquia de Grases.
Atravesamos el núcleo de Grases de Baxu entre casas y hórreos, al lado de la capilla de las ánimas (oratorio de ofrendas a los difuntos) y la parroquial de San Vicente, con su antigua estela de los asturies lugonni, dejando atrás el palacio de La Mota, con su molino, y las casas de dLa Venta y Casquita, con su capilla de San Blas y sus llagares de sidra, en las vegas del río Valdediós, que nos guían a la parroquia de Amandi, parando en La Parra, curce de careteras a dos kilómetros al sur de la villa de Villaviciosa, allí pasamos el llamado puente romano hasta El Campu de San Juan y su capilla, próxima a la iglesia románica de San Juan de Amandi.
SEGUNDA ETAPA: VILLAVICIOSA – LLAMES DE PARRES- Desde la capilla de Amandi salimos por la carretera AS-225 para dejarla enseguida en Valbúcar para seguir un sendero en plena naturaleza que nos guía hacia Malpasu, a través de las orillas del río de Puente Coro por un terreno de frondosa vegetación que se abre al llegar a las praderías de Las Vegas y Villaverde, parroquia de Fuentes, con sus quintanas y viejos molinos, donde una suave pendiente, a través del monte Sama, nos lleva entre arbolado, a la Venta Coro, otra parada de andariegos, bajo la ermita románica de Los Mártires, en dirección a las casas de Moratín, subiendo la Cuesta Coro para pasar a Breceña en la Casa’l Xaular y el barrio de Cuetu, ya en la carretera que va a la iglesia parroquial de San Pedro, donde un culín de sidra de la capital manzanera nos quitará la sed del viaje, revigorizando el ánimo para continuar por La Infiesta hasta Sietes, bien por carretera o bien por el desvío que sube el Monte Tandión desde la aldea de Buslaz.
Sietes recibe al visitante con su maravillosa arquitectura asturiana, casas de indianos y la joya renacentista de la iglesia de Santu Medero (San Emeterio), así como sus conjuntos de hórreos centenarios. El caminante atraviesa el pueblo en dirección al antiguo casino y el barrio de Perviyao. Allí dejamos Villaviciosa y pasamos al concejo de Piloña, por la aldea de Llares, parroquia de Anayo, a cuyo núcleo llegaremos muy pronto, situado en un cruce de caminos junto a la antigua escuelona, impresionante atalaya sobre los valles piloñeses y la sierra de Ques.
Desde Anayo se desciende a La Retuerta, casería de la parroquia de Borines, con hermosa bajada entre verdes campos que nos llevan a los barrios de El Brixón y La Cuesta, con sus viviendas tradicionales y palacios rurales, lugar renombrado por el agua mineral y sus antiguos balnearios. En la carretera que se dirige hacia Vallobal, pueblo de indudable encanto popular, existió una antigua leprosería. Seguimos ruta hacia Miyares, con sus filas de casas extendidas a lo largo de la vía de acceso al pueblo. Atravesamos el pueblo de Sorribas antes de bajar a Cúa y entrar en el concejo de Parres en El Puente, inmediaciones de Soto de Dueñas, vegas del río Piloña al lado de la N-634, donde cruzamos a la otra orilla por el viejo puente y el camino nos sube a Villar de Huergo y la antigua calzada de El Camino de la Reina, en dirección a Llames de Parres.
TERCERA ETAPA: LLAMES DE PARRES – COVADONGA- Desde El Colláu Llames bajamos por Valdebode a la iglesia de Viabaño, donde tomamos el ramal que vuelve a las boscosas riberas del río Piloña en dirección a Romillu y el puente sobre el río Mampodre que inicia el ascenso a las casas de La Faya, en Romillín y la capilla de San José, para luego descender y llanear a lo largo de la pista que comunica con Los Tucones y Los Coros, divisando ya Cangas de Onís. En La Vega los Caseros cruzamos el río Sella y entramos en el concejo de Cangas por el pueblo de Villanueva, donde está ubicado el antiguo monasterio de San Pedro de Villanueva.
En Cangas de Onís pasamos por los barrios de Contraquil y La Pedrera, buena oportunidad para visitar la capilla de la Santa Cruz y el Puente romano.
Por el río Güeña y el barrio de El Lleráu abandonamos el casco urbano y llegamos a Susierra y Celorio, cruzando el río y la carretara para pasar a Soto de Cangas, a la sombra de la Torre de Cauvilla, para seguir hacia Covadonga por El Bosque, La Riera y Muñigo, entrando en el Real Sitio por el Campo del Repelao y siguiendo la senda peatonal que por El Camín del Príncipe y el antiguo mesón nos lleva a los pies de la Santa Cueva, con visita de rigor a la Santina y la basílica de Covadonga, donde finalizamos tan completo paseo iniciado en Gijón.
Fuente visitada. www.asturias.es
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Yo hice Gijón-Covadonga de una tirada andando. Salimos de Gijón a las doce de la noche y llegamos a Covadonga hacia las cuatro de la tarde del día siguiente. Naturalmente, nos entrenamos antes y estudiamos el camino con todo detalle. Ahora creo que hay mucha gente que hace eso. Pero nosotros iniciamos el sistema.
ResponderEliminarSiempre me gustó... y el miedo a cansar me hacia retroceder.
ResponderEliminarLa gente ya la emprendía desde Candás. (para mi es una asignatura pendiente).