viernes, 22 de julio de 2011

ACUEDUCTO DE LOS PILARE - OVIEDO


La construcción del Acueducto de los Pilares se fraguó en el siglo XVI (1565), cuando los altos cargos de Oviedo tomaron conciencia de la necesidad de acercar el agua a la ciudad y contactaron con maestros fontaneros y canteros, entre ellos fue requerido Gonzalo de la Bárzana, maestro fontanero de gran renombre que había ya trabajado en los abastecimientos de agua de las ciudades de Santiago y León, en 1570, autor final del proyecto.
Después de cinco años de planes y proyectos y en función de unos planos de Juan Cerecedo el Joven, comenzaron las obras del acueducto. En 1587 se observaron unos importantes fallos en la estructura que obligaron a destruir toda la construcción. Hubo que realizar nuevos planos, esta vez fue el mismo Gonzalo de la Bárzana el que los diseñó, reanudándose la construcción en 1588 y finalizándose por fin en 1601.

La construcción inicial contaba con cuarenta y dos arcos (denominados popularmente «pilares»), una longitud de 390 metros y una altura de 10 metros con un coste total de 15.500 ducados de la época costeados mediante impuestos sobre la sidra y el vino; traía el agua desde Fitoria y Boo y corría desde el Colegio de Auseva hasta la actual calle Cervantes, donde estaba situado el último arco; así, la traída de agua surcaba el Campo de San Francisco y el Rosal, finalizando en el caño de la Capitana en la Puerta Nueva, sita en la esquina de las calles de la Magdalena y Marqués de Gastañaga.

Su construcción se realizó para abastecer a la ciudad de agua y así paliar los problemas de agua de la ciudad. Entre su construcción en el siglo XVI hasta 1875 fue el mayor y principal canal de distribución hidrográfico de la ciudad siendo sustituido por un sistema de depósitos de agua y tuberías a presión proyectado por Pedro Pérez de la Sala en 1864.

Del acueducto quedan sólo cinco pilares dejados como homenaje y recuerdo de lo que fue aquel acueducto, pues en 1915 fue demolido el resto para facilitar el ensanche de la ciudad y su nueva organización. Estos cinco arcos se restauraron en 2006 y supusieron un coste de unos 48.000 euros.


asturnatura.com

3 comentarios:

  1. Manda... que para traer el agua pongan un impuesto sobre la sidra y el vino.
    No sabia yo que Oviedo tenia restricciones de aguas desde tiempos inmemoriales.

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  2. Quizás fue una pena que se demoliera ese acueducto. Hubiera adornado no poco a la ciudad. Despues de trescientos años... En Oviedo nos perdió el afán de modernidad.

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  3. Es el precio, demasiado alto, que hay que pagar por siguir creciendo, menos mal que ahora se tiene conciencia de conservar todo lo posible.

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