miércoles, 27 de julio de 2011
UN PASEO POR PROAZA
Un paseo por la Edad Media en pleno siglo XXI. Es posible, y sin ir demasiado lejos. Basta acercarse a Proaza.
Todos están de acuerdo en que Bandujo, parroquia del concejo asturiano de Proaza, es un ejemplo excelentemente conservado de la aldea asturiana tradicional, que además, ha pasado por los siglos con la suerte de no haber sufrido grandes alteraciones. Por eso está considerado un conjunto patrimonial de gran importancia. Cualquier visitante que se aventure a recorrer este pequeño núcleo se da cuenta inmediatamente de que el tiempo no ha propiciado cambios de calado, por lo que la estructura, las viviendas, las construcciones auxiliares y sobre todo el ambiente y el encanto, se mantienen íntegros para permitirnos una ventana desde la cual asomarnos a nuestro pasado. El paseo por sus calles se encuentra salpicado por casas blasonadas y más de una decena de hórreos en buen estado de conservación, la mayoría en uso y algunos datados en el siglo XVI. Cuenta además con dos torres, una cilíndrica y otra cuadrada, cuyo perfil destaca sobre el resto de las alturas del núcleo. Una de ellas es la Torre de Tuñón, edificación defensiva datada en la baja Edad Media, perfectamente conservada: un lugar que sirvió como cárcel en su día y más tarde fue sede del Ayuntamiento, cuando Bandujo era capital del concejo. Otra edificación simbólica es la Iglesia románica de Santa María, datada en el siglo IX, y que guarda tres retablos y una talla de madera de la virgen correspondiente al siglo XII.
Como reconocimiento, Bandujo ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Conjunto Histórico, un reconocimiento que traerá ayudas e inversiones orientadas a la conservación patrimonial, mejora de comunicaciones y trazado de rutas de senderismo. Será a la vez, sin duda, un impulso para el turismo en el concejo, al atraer a aquellos que quieren conocer Asturias y a la vez darse un paseo por la historia.
En el corazón de los Valles del Oso, las sierras del Aramo y de la Sobia configuran el paisaje montañoso de Proaza, mientras que los estrechos valles son fértiles y exhuberantes. Esa combinación de verde y piedra hace del concejo un lugar privilegiado para la práctica del deporte en la naturaleza.
El turismo en Proaza es familiar y tranquilo. En la capital, que conserva el sabor rural, pueden encontrarse programadas diversas actividades populares. El patrimonio histórico ofrece lugares de interés, como el Palacio de los González Tuñón, o la Central Hidroeléctrica, pieza destacada dentro del patrimonio industrial asturiano.
Otros pueblos, como Villamejín, Fabar, Las Ventas, Bustiello, entre otros, ofrecen preciosos paisajes. En Serandi hay restos de explotaciones de oro y plata de época romana. En Bandujo vale la pena visitar la iglesia románica dedicada a Santa María. También la torre medieval, hoy declarada Bien de Interés Cultural. Para completar la visita, la gastronomía, con el pote de nabos y el queso de fuente como bandera, permite probar recetas tradicionales que se han mantenido a lo largo del tiempo.
Existen varias rutas señalizadas para recorrer el concejo, como la subida de Proaza al Pico la Forcada que recorre un pequeño tramo del Camín Real o Camín Francés. Un poco más larga es la que lleva desde Las Ventas a Bandujo, un pueblo medieval en extraordinario estado de conservación.
La subida de Proaza al Pico la Forcada recorre un pequeño tramo del Camín Real o Camín Francés.
Camín de Picarós-
Es una de las rutas más transitadas del concejo, que utiliza antiguos caminos empedrados. Se llama así por el riachuelo del mismo nombre, cuyo curso acompaña gran parte del recorrido. El Camín de Picarós es una ruta relativamente sencilla, que no presenta más dificultad que las inclemencias del tiempo, ya que en el tramo concreto entre Serandi a San Martín suele haber mucha agua en los meses más lluviosos. Una vez salvado este escollo con un calzado adecuado y quizá un bastón, no queda más que disfrutar del paisaje durante los once kilómetros que recorre el camino. Para mayor comodidad es una ruta circular, que nace y muere en la Central Hidroeléctrica de Proaza, donde suele haber sitio para aparcar.
La Central Hidroeléctrica es, pues, la primera parada. Y merece la pena detenerse, pues se trata de un referente de la arquitectura industrial asturiana, construido por Joaquín Vaquero Palacios. Desde aquí se toma un pequeño tramo de la Senda del Oso, en dirección Tuñón hasta el cercado de las osas Paca y Tola. En la entrada del cercado la ruta se desvía para tomar el camino a Serandi, siguiendo el Picarós durante aproximadamente doscientos metros. El camino no tiene pérdida si uno está atento a la señalización, y así vamos dejando atrás una cabaña, un pequeño “castañeo” y un eucaliptal, donde hay un curioso banco, perfecto para hacer un pequeño descanso. La siguiente parada del camino es Serandi, y allí tomamos un sendero que nos llevará hasta Villamejín. Éste es el tramo más delicado, ya que en temporada de lluvias puede convertirse en un riachuelo y estar resbaladizo.
Al llegar a un cruce, la señalización de Pequeño Recorrido indica el camino hacia el enlace con Pedroveya, un tramo llano y ancho que permite relajar el ritmo. Al encontrar una braña con cuadras a ambos lados del camino, sabremos que estamos cerca del desvío para San Martín o Villamejín, que es el que debemos tomar. Para la vuelta a la Central Hidroeléctrica no hay más que seguir la carretera. Toda la ruta nos habrá llevado tres horas y media, o puede que cuatro, dependiendo del ritmo de cada caminante y de la longitud de las paradas. Es un ejercicio asequible que se ve compensado por la belleza del camino.
El Camín de Picarós pasa por Villamejín, un núcleo rural de gran interés, por su patrimonio etnográfico y artístico.
Senda del Oso-
Es la ruta reina de todos los Valles del Oso, la más transitada. Caminando o en bicicleta, recorrerla es una experiencia única: la senda rescata el antiguo trazado del ferrocarril minero y se ha habilitado respetando el entorno y guardando en la medida de lo posible el recorrido original, incluyendo los túneles que permiten atravesar las zonas más montañosas.
La ruta discurre paralela a los ríos Trubia, Teverga y Quirós, es prácticamente llana y también accesible a sillas de ruedas, con limitaciones puntuales (bordillos en carreteras sin arcén). El recorrido total ronda los 25 km, y hay distintos accesos con zonas recreativas, aparcamientos y paneles informativos, de modo que es posible organizar varias visitas y recorrer la senda por tramos.
Desde Proaza se puede ir hasta el área recreativa de Tuñón en aproximadamente hora y media; hasta Entrago, en el vecino concejo de Teverga en tres horas y media; o hasta Valdemurio (Quirós) en algo más de dos horas.
Uno de los grandes atractivos de esta ruta es visitar el cercado osero de Paca y Tola, situado en el Monte Fernanchín, en el límite de los concejos de Santo Adriano y Proaza. El área recreativa de Buyera, en la carretera de Trubia a Proaza, es la entrada más cercana al cercado.
Paca y Tola son dos hembras de oso pardo rescatadas de furtivos. No pueden ser reintroducidas en su medio natural porque están demasiado acostumbradas a la presencia humana, de modo que se construyó para ellas este cercado en torno a una superficie de monte de más de cuatro hectáreas. Paca y Tola son muy queridas en toda Asturias, y se han convertido también en un atractivo turístico. Son además los únicos osos cantábricos genéticamente puros que existen en cautividad en toda la península. El año pasado toda Asturias estuvo pendiente de su idilio con Furaco, un macho traído de Cantabria, para intentar la reproducción en cautividad. Por eso este año la expectación es mayor, ya que se sabrá si alguna de las hembras está embarazada. Un osezno en el cercado sería la mejor de las noticias.
Enero, Los nabos y el queso de fuente-
El último fin de semana de enero Proaza celebra unas Jornadas Gastronómicas en torno a sus productos más destacados: los nabos y el queso de fuente. La cita se remonta al año 1987, fecha en la cual la Sociedad Cultural ‘Peñas Juntas’ decidió crear las jornadas para promocionar las bondades de la gastronomía local. Ahora el Ayuntamiento de Proaza, en colaboración con la Asociación de Turismo, impulsa este evento de gran atractivo turístico.
Es en esta ocasión cuando es posible adquirir el queso de fuente, un alimento de escasa producción que se elabora artesanalmente en varias localidades del concejo. De fuerte sabor, este queso elaborado con leche de vaca se sirve habitualmente en tarrinas de barro, y es característica su cremosa consistencia que permite que sea untado.
El plato fuerte de las Jornadas es el pote de nabos con compango a base de morcilla, chorizo, oreja y calamona o cabeza de cerdo desalada y pan de escanda o de maíz. Y de postre, el tradicional queso de fuente y las casadiellas de Proaza, que se caracterizan por elaborarse con nueces y avellanas y estar desprovistas de licor.
Octubre, La Seronda-
Jornadas de La Seronda, así llaman en Proaza a las jornadas que tienen lugar en el mes de octubre y que permiten disfrutar de los productos típicos del otoño. Las casas de comida del concejo ofrecen un delicioso menú compuesto por pote de castañas -similar al pote asturiano, pero con castañas en lugar de patatas-, jabalí con patatas, postres caseros y bebida. El Ayuntamiento cuenta con la colaboración de la Asociación de Turismo para que este evento gastronómico que se lleva a cabo durante la seronda (otoño, en asturiano), continúe siendo un importante atractivo turístico.
A las jornadas hay que sumar en estas fechas el concurrido Mercáu de la Alcordanza, que escenifica un mercado a la antigua usanza y que se ha convertido en una destacada cita lúdica para la cuenca hidrográfica del río Trubia. Artesanos procedentes no sólo de Asturias, sino también de León y Galicia, muestran sus trabajos con la madera, la cestería, el telar, el hierro o la elaboración de madreñas. También encontramos productos típicos asturianos como los dulces, embutidos o quesos, que con la música popular, el teatro y el baile tradicional, hacen que la Alcordanza sea un evento inolvidable.
fusionasturias.com
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Es una zona de lo más hermoso, como pa acabar sin baterías en la cámara.
ResponderEliminarGracias por mostrárnosla.
Una zona más que recomendable, desde luego, y no me traicionan los sentimientos. Únicamente anotar que la Senda del Oso tiene un ramal, más reciente, desde Valdemurio hasta la población de Santa Marina, atravesando de Norte a Sur casi todo el valle de Quirós.
ResponderEliminarSaludos.
me lo apunto.
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