jueves, 29 de septiembre de 2011

TIEMPO DE REPRODUCCIÓN DEL UROGALLO, EL OSO Y DEL TEJÓN


EL UROGALLO:
El urogallo (Tetrao urogallus cantabricus) de nuestra región es el de menor tamaño de los que viven en Europa y una autentica reliquia del periodo de glaciaciones. Su existencia, antes fuertemente castigada por una caza abusiva (afortunadamente hoy prohibida),se ve, en la actualidad, amenazada por el creciente aumento de zorros y jabalíes.
La vida del urogallo en los bosques de alta montaña está supeditada a las condiciones climáticas que imperan en las diferentes estaciones. En el invierno, el alimento disminuye drásticamente y de no ser por el acebo (de cuyos frutos se alimenta y en cuyo follaje se guarece de las ventiscas y de los depredadores) difícil lo tendrían para sobrevivir.

Con la primavera, la vida vuelve a resurgir, la nieve se retira y el alimento del suelo empieza a sustituir al árbol. El arándano reemplaza el acebo y, junto con los brotes, las hojas tiernas y los helechos, forman su dieta durante toda la estación.
Es ahora cuando el Urogallo manifiesta todo su esplendor. Con el celo, los machos exhiben su cola abierta, a la vez que cantan en su territorio, subidos de la rama de un árbol y, luego, en el mismo suelo, con el fin de atraer a las hembras a su cantadero.
Estas exhibiciones, que comienzan al amanecer, se repiten durante 6 u 8 horas diarias, y de forma metódica, en los mismos lugares. Paradójicamente, esta manifestación de amor, destinada a perpetuar la especie, estuvo a punto de acabar con su existencia, ya que, en el momento de ejecutar su canto, alcanza una especie de clímax en el que no presta atención alguna a lo que sucede a su alrededor; así, cuando su caza estaba permitida, el más incompetente de los cazadores podía abatirlo fácilmente, disparándole varias veces, si no acertaba a la primera. Afortunadamente, su caza se prohibió y, poco a poco, la especie se va recuperando.
Alcanzan el celo por fotoperiodo. Independientemente de las condiciones climáticas que reinen, lo que realmente influye en su ánimo es la presencia de las hembras en el cantadero, y cuando esto ocurre, poco importa que nieve o granice: nuestro galán arrebatado cantara hasta la extenuación.
Los combates en las zonas de los cantaderos son frecuentes; antes de tener lugar éstos, se produce una exhibición de pavoneos y reverencias que, si no tiene exito, acaban en fuertes peleas a picotazos y con ambos combatientes seriamente heridos, sobre todo en la cabeza.
La hembra asume, en este periodo, todas las responsabilidades de la reproducción. Mientras que el macho es todo colorido y exhibición, la hembra es todo lo contrario: su plumaje es pardo, marrón y sumamente críptico, ideal para pasar desapercibida.
Los pollos son nidífugos y, a las 24 horas de nacer, abandonan el nido siguiendo a su madre, que los conduce a los prados alpinos, donde crecen los piornos y los rododendros que utilizan para esconderse, a la menor sensación de peligro, clavándose materialmente en el suelo.

El otoño es una época de transición, aunque presenta la curiosidad de que los urogallos, con su plumaje recién estrenado, entran en celo. En este periodo no se han observado copulas y las hembras parece que no se prestan demasiada atención a estas exhibiciones; sin embargo, a nosotros nos sirven para no olvidarnos de uno de los espectáculos más extraordinarios de nuestros bosques: el canto de ultimo romántico, el urogallo.

EL OSO:
Lo Primero que llama la atención, aparte de su extraordinaria fortaleza, es la pequeñez de sus ojos, al menos en comparación al tamaño de su cabeza. Después sus orejas cortas y redondeadas, y por ultimo sus fuertes garras y poderosos colmillos. Su peso en los ejemplares adultos, puede llegar fácilmente a los 180 Kgs y su altura a los 2 ms. Con estas condiciones se entiende que no tenga enemigos naturales, salvo el hombre.
Al ser omnívoro, su alimentación es rica y variada, pero de algún modo, también le obliga a buscar un hábitat donde el alimento sea abundante, por lo que prefiere los bosques espesos y tranquilos, en los que recorre decenas de Kilómetros para encontrar los frutos, bayas, setas, insectos anfibios, pequeñas aves, miel, incluso carroña, que suelen componer su dieta. También es por todos conocida su habilidad para pescar, sacando con gran maestría las truchas y salmones a la orilla de un zarpazo, si bien en nuestra región no es frecuente poder observar en tal menester. Su sentido más agudo es el olfato, que compensa su corta vista. Su oído es notable y, a decir de los pastores, su memoria es formidable. Durante los meses de Junio y Julio, la hembra entra en celo y los machos, atraídos por su olor, disputan fuertes peleas por su posesión, en las cuales, uno o ambos combatientes, pueden resultar con grandes heridas, o bien acabar con la muerte de uno de ellos.

Una vez terminado el combate, el macho persigue a la hembra; sin embargo, esta no siempre acepta al pretendiente de buen grado, por lo que con gestos y amenazas le obliga a cortejarla, las más de las veces, durante varios días. Después de las cópulas, que se llevan a cabo en una semana, el macho abandona la hembra ésta en solitario, se alimenta copiosamente, buscando le mayor aporte de grasas. Con las primeras nevadas del otoño, la osa buscara una cueva, normalmente poco profunda, que recubrirá de musgo y hojas secas, y allí pasara el invierno, aletargada, alimentándose de las grasas acumuladas, y parirá una cría, por lo general, aunque pueden tener hasta tres. La cría nace sin pelo y totalmente desvalida, si bien coge peso rápidamente y, cuando llega la primavera, ya acompaña a su madre, abandonando la protección de la cueva, para enfrentarse a un futuro muy incierto.

EL TEJON:
Conocido en Asturias como melendru , EL TEJON (Meles meles ) es uno de los mustélidos más singulares de nuestra fauna . Perseguido durante mucho tiempo por su piel y por los destrozos que causa (sobre todo en los maizales), su población actual ha mejorado notablemente dado el progresivo abandono del campo y la proliferación de fibras sintéticas que reemplazan los usos de su piel.

De tamaño mediano (entre 10 y20 Kg. de peso y unos 80 cm. de largo), su aspecto es pesado y torpe, aunque no lo sea en absoluto. Su cabeza triangular, de color blanquecino, está adornada con dos listas negras que le cruzan los ojos a modo de antifaz. Sus ojos y orejas son pequeños ( son animales que viven subterráneos) y su piel está cubierta de un grueso pelo color grisáceo, largo y fuerte( con él se hacían antes las brochas de afeitar).Las patas, mas, negras tienen unas uñas fortísimas con las que excava complicadísimas madrigueras. Con estas uñas, y con una dentadura más que notable, apenas tiene enemigos naturales, lo que le hace muy rutinario cuando sale a buscar su alimento: raíces, frutos, lombrices, insectos, roedores, pequeñas aves y huevos.
Tiene un gran poder para acumular grasas, lo que le permite permanecer en la madriguera grandes temporadas, al menor indicio de peligro o cuando los campos están nevados.

Los amores de los tejones comienzan con el inicio de la primavera y siempre van acompañados de fuertes peleas, ya que la hembra rara vez se presta con facilidad a los galanteos del macho. Las crías, en numero de 2 a 5 ,Nacen después de una gestación de 7 semanas, siendo amamantadas durante algo más de 2 meses, tiempo en el que la hembra no abandona ,prácticamente, la madriguera. Pero si nos detenemos a pensar en este ciclo, veríamos que las crías nacerían en el verano, y que, durante el invierno, justo en la época de su vida en la que más alimento necesitan para desarrollarse, difícilmente podrían encontrarlo. ¿Entonces como se resuelve este problema ?La solución que aporto la naturaleza fue la implantación diferida. Es decir, el óvulo fecundado no se implanta en el útero hasta el momento oportuno, pudiendo retrasarse incluso un año, hasta que las crías puedan nacer en la primavera, cuando el alimento es más abundante, para crecer y convertirse en los enmascarados de nuestros bosques.

Fuente visitada.
asturiasnatural.com

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