lunes, 2 de abril de 2012

LA RELIGIOSIDAD POPULAR


Las comunidades rurales de Asturias, como sucede en casi todas las sociedades rurales de orden cíclico, eran profundamente religiosas, de manera que su cultura estaba mediatizada por ritos de signo muy diverso. El desamparo en el que se encontraban, tanto la gente como sus animales y cosechas, los temores infundados y transmitidos de generación en generación, la labor de los clérigos, la escasa información y el aislamiento, el subdesarrollo económico y tecnológico, serían algunas de las razones que fomentaban y alimentaban la religiosidad y los ritos populares. En las sociedades rurales tradicionales había tres espacios en los que aparecía lo religioso. En el económico en forma de rogativas, conjuros, bendiciones. Desde que la planta brotaba de la tierra, la religión la acompañaba. Era la religión instrumental. En el social con las cofradías, las fiestas. La religión acompañaba el ritmo individual o familiar. Era la religión purificadora. En el espacial creando lugares liminares entre lo profano y lo sagrado. Desde la primavera hasta principios del otoño, y también en multitud de ocasiones menores en las que estaban en juego intereses económicos de la familia. Todas estas expresiones rituales y religiosas podrían clasificarse en tres grupos: rogativas, ofrendas y conjuros. De cualquier manera, parece que existía un denominador común en todos ellos, los ritos trataban de ayudar a la naturaleza y a los productos naturales a que cumpliesen su cometido.

A lo largo del año, se solían celebrar algunas rogativas para recordar al cielo su obligación de germinar las plantas y llevar a buen término las cosechas. Estas rogativas eran ritos de carácter religioso, presididos por el sacerdote, y consistían en el canto, o simplemente las letanías de todos los santos. Se celebraban en el interior del templo y también en el exterior a través de los campos. Cuando se hacía en el exterior, salía el sacerdote revestido, tres monaguillos y detrás todos los asistentes. Las rogativas más comunes eran las que imploraban la lluvia. La comitiva se detenía de vez en cuando y el sacerdote asperjaba los campos con el hisopo, un gesto de magia simpática, pues parecía imitar a la lluvia que debía caer sobre la tierra.

Por otra parte, a lo largo del año también, coincidiendo con determinadas épocas-fiesta en honor de un santo, recogida de cosechas, época de siembra-, las casas de Asturias solían hacer a los santos de su devoción-San Antonio, Santa Rita, la Virgen, San Isidro-ofrendas de productos valiosos-lacones, morcillas, pollos, pan, “panoyas” de maíz y hasta riestras, mantecas-, significando o rogando así que el santo protegiese al animal o llevase a buen término el producto del que procedía la ofrenda-la vaca, el cerdo, las gallinas, el trigo, la escanda, el maíz-El simbolismo de la ofrenda era bien claro: le damos una parte al cielo para que nos proteja el todo.

Finalmente, a lo largo también del ciclo anual, la casa, a través del sacerdote, realizaban gran número de conjuros a los santos o ritos para la protección de sus bienes. Estos conjuros combinaban diferentes elementos: la palabra y el gesto con sustancias naturales enculturizadas. Así, en abril el ama iba a las tierras de pan y pronunciaba algunas fórmulas, mientras esparcía agua bendita.


(“Salí, sapus ya mundicia, qu´ahí vus vei l´agua bendita
Salí sapus ya toupus pa las tierras de lus outros
Marcha ratu, marcha ratu, ya toda la comisión
Qu´aquí vus traigo l´agua del Sábado de Pasión")


Clavando un ramo de laurel en la tierra, todo ello bendecido el día de Ramos, el Sábado Santo. Con ello trataba de defender al fruto de las tormentas y de las pestes. Esto mismo hacía también en las cuadras para defender a los animales domésticos de cualquier mal. Cuando había tormenta, el ama de casa quemaba ramos de laurel bendito en el fuego doméstico para ahuyentar el rayo y sacaba la “pala´l pan y el traedor” a la puerta de casa para evitar las riadas y el pedrisco que podían dañar la cosecha del pan. Cuando una mujer amasaba, además de la preparación casi ritual a que se sometía, en los momentos claves del proceso-usaba conjuros para conseguir una hornada abundante de buen pan, tales como cruces y oraciones. Igualmente sucedía cuando se preparaba la carne de la matanza. Asimismo, cuando se sembraba una cosecha, la persona que lo hacía, casi siempre el amo o el ama, se santiguaba y rogaba a los santos y a las ánimas que protegiesen y velasen la cosecha. Del mismo modo, en muchas zonas de Asturias se pintaban o grababan cruces en las puertas de las casas para defender a sus moradores de las brujas. Finalmente, cuando las vacas pasaban por un trance importante, como era el parto, se imploraba y se hacían promesas al santo protector para que “veniese pur bien” (pariese bien). Del mismo modo, cuando iban para los puertos, los vaqueiros de alzada realizaban ritos y colocaban objetos o amuletos al cuello en sus mejores animales para protegerlos.

Todo este patrimonio cultural que configura la casa tradicional asturiana, creado y perpetuado por ella misma, y que constituye la esencia más genuina de la identidad cultural de nuestra región, se encuentra en grave peligro, desde hace algunas décadas.

Fuente visitada:
La casa Asturiana: Una Estructura Económico Social - Adolfo García Martínez.

7 comentarios:

  1. Muy original. El cuadro que pones ¿no es la portada de un libro de VINK?

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  2. Lo tendrá en una portada VINK, pero es un cuadro de Piñole.

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  3. Interesante. Seguimos mejorando el conocimiento e historia de nuestra Asturias.

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  4. Muchas de esas tradiciones son comunes en nuestra tierra, que ya se han perdido!
    Marisa, te salen a ti unos recuadros negros en el blog o sólo los veo yo? En la parte de arriba de la página pone:"Se ha producido un error del siguiente complemento: Shockwave Flash" y no sé si es a todos o sólo a mi. No sale la bola del mundo con el nº de visitas. Lo he anulado porque no sé que demonios pasa.

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  5. Marisa, termino de descubrir que con Internet Explorer no me pasa eso, en cambio con el navegador Google Chorome, sí. Que cosas más extrañas! Pues nada, me voy con Internet otra vez, es más lento pero más seguro.

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  6. Hola Trimbolera, yo en el blog no veo nada anormal y no me sale ningún aviso. No sé que es lo que pasa con Google Chrome pero a mí no me gusta nada, y lo peor es que quieren metérnoslo a toda costa, temo que nos obliguen a trabajar con él cuando cambie el formato Bloger. Yo no quisiera. Un abrazo amiga.

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    1. No da más que problemas, de verdad. Muchas gracias Marisa. Besicos.

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