lunes, 13 de junio de 2011

LOS TRANVÍAS ASTURIANOS










En Asturias el tranvía apareció por vez primera en la ciudad donde las actividades económicas alcanzaron mayor vigor y complejidad en la segunda mitad del siglo XIX. En 1.890, diecinueve años después de la aparición del tranvía pionero en Madrid, comenzó a circular el tranvía en Gijón. Desde tal año, y durante tres cuartos de siglo, hasta 1.964, el tranvía circuló de forma ininterrumpida por las calles de la ciudad.
Oviedo y Avilés también dispusieron de tranvías urbanos, aunque algo más tardíos, y en el caso de Avilés con una red menos densa. En Avlés la empresa Tranvía Eléctrico de Avilés llevó a cabo la explotación de una línea desde Villalegre a Piedras Blancas, que daba servicio al casco urbano, entre 1.921 y la segunda mitad de la década de 1.950.

En Oviedo la llegada del ferrocarril y el trazado de la calle Uría como vía de enlace entre la estación y el casco histórico indujeron la ocupación de los terrenos aledaños. En 1.891, promovida por el indiano Manuel Cuesta Barredo, se fundó la Compañía de Tranvías de Oviedo.
La Compañía de Tranvías de Oviedo, absorbida en 1.895 por los Ferrocarriles Económicos de Asturias, explotó hasta 1.922 una línea de tración de sangre entre el Ayuntamiento y la estación, cuyo trayecto de ida transcurría a través del eje Rúa-Cimadevilla-Jovellanos hasta enlazar con la calle Uría en la plaza de la Escandalera, en tanto que la vuelta discurría por la última calle citada, y las de Fruela y Jesús.

Los orígenes de los tranvías de Gijón radican en la petición que, en 27 de enero de 1.887, hizo al Ministerio de Fomento un vecino de la localidad, Florencio Valdés, solicitando la concesión de un tranvía movido por fuerza animal desde Gijón a La Guía. Tras haber fijado el ministerio en julio de 1.888 el pliego de condiciones particulares, en febrero de 1.889 se adjudicó la concesión en pública subasta al citado peticionario y un mes después fue aprobado el proyecto de construcción del tranvía.
Entre 1.890 y 1.905 quedaron establecidos los tres ejes básicos de la red del tranvía: la línea pionera de Gijón-La Guía, trazada en 1.890 y ampliada un año más tarde hasta Villamanín; la línea Gijón-Natahoyo (1.895), prolongada en 1.900 hasta La Calzada, y la línea de El Llano, abierta al tráfico en 1.905. En esta última fecha puede considerarse cerrado el periodo de formación de la red, porque aunque la línea de La Calzada fue prolongada en 1.912 hasta El Musel, y más adelante se establecieron algunos ramales secundarios, no se abrió ninguna otra línea nueva. no por falta de proyectos, que los hubo, y muchos; señal inequívoca de que, a partir de los años veinte, el establecimiento de una nueva línea del tranvía en la ciudad no era negocio tan claro como lo había sido en la década de 1.890.

como elemento de tracción la Compañía de Tranvías de Gijón utilizó mulas desde el comienzo de la explotación, porque, aunque más lentas que los caballos, eran consideradas animales más sufridos y resistentes y con mayor potencia en el arranque. en su aplicación el tranvía se utilizaban en troncos de dos unidades y eran sometidas a una explotación intensiva y dura, como lo pone de manifiesto el que, en 1.902, el promedio recorrido por cada tronco de mulas fuera de 25 km diarios.
Comenzado el servicio con 25 unidades, en la década de 1.890 la cifra media anual de mulas osciló entre las 29 de 1.981 y las 42 de 1.899. En los años de cambio de siglo la puesta en servicio de mayor número de carruajes trajo consigo un crecimiento notorio de la cuadra, que de 52 unidades en 1.900 pasó a 62 en 1.901, y la cifra máxima de 90 en 1.902, para iniciar luego un descenso hasta estancarse en torno a las 80.

El adecuado mantenimiento del ganado de tiro exigía, cuidados no pequeños. La alimentación debía ser abundante y selecta, para lo cual se utilizaba paja y cebada traída en bastantes ocasiones en barco desde Sevilla.
En 1.909 fueron electrificados los tranvías gijoneses. La etapa enmarcada entre los comienzos de la tracción eléctrica y la guerra civil puede ser definida como una etapa de potenciación del tranvía como instrumento de transporte.

ASTURIAS Y EL FERROCARRIL-

3 comentarios:

  1. Que tiempos aquellos del tranvía, cuando subíamos al Jardín en las jardineras y los líos a la vuelta porque "les neñes" tenían que estar en casa antes de las diez. Cuantos recuerdos

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  2. Ah, los inolvidables tranvías... Yo todavía los conocí, claro. Y me subí y bajé en marcha muchas veces. Y una vez me echaron a la calle, porque tuve una pelea con el cobrador, que pensaba que me estaba riendo de él. Ese tranvía de las diez del que habla Luis llamánbalu en Oviedo el de "mátame mi madre".
    Bueno, Marisa, el que suscribe te ha concedido el premio de los mejores blogs por tu intensa dedicación a la conservación de nuestras tradiciones y tu acertada selección de la mejor información sobre un montón de temas referentes a nuestra región. Realmente tu blog constituye ya una enciclopedia sobre Asturias y sus tradiciones, que se lee con provecho y gusto.
    Felicitaciones.

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  3. Luis también a mí me toco pasear en tranvía… ¡Que viejos nos hacemos añorando aquellos tiempos! Pero la verdad ¡¡QUE BUENOS ERAN!!

    Gracias Mario. Con seguidores como los que tengo, da gusto escribir, de nuevo gracias por tu atención. Un abrazo a los dos

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