sábado, 2 de julio de 2011

LA REGENTA


La Regenta es la primera novela de Leopoldo Alas «Clarín», publicada en dos tomos en 1884 y 1885 respectivamente que, en palabras de su autor, «fue escrita como artículos sueltos» que «según iba escribiendo iba mandando» al editor. Considerada la obra cumbre de Clarín y de la novela española del siglo XIX, es además uno de los máximos exponentes del naturalismo y del realismo progresista. Esta técnica recrea los aspectos más sórdidos de la realidad y la condición física. La herencia genética y el medio marcarán el destino de los personajes. Leopoldo Alas «Clarín» es uno de los autores que destacaron en esta nueva técnica.

La novela solo pudo ser publicada en Barcelona (Daniel Cortezo y Cía.) ya que constituyó un verdadero escándalo en su momento, sobre todo en Oviedo. El obispo publicó en su contra una pastoral que mereció una réplica de Clarín.
Obra de gran extensión, ostenta cierta declarada semejanza con Madame Bovary, de Flaubert, y Ana Karenina, de Tolstoi, influencia a la que habría que añadir la del naturalismo y la del krausismo (corriente filosófica que pretendía la regeneración cultural y moral de España).

La Regenta se destaca por su gran riqueza de personajes y planos secundarios, así como el uso de la técnica del fluir de los recuerdos, mientras que el retrato de la protagonista queda delicadamente desenfocado y vago. Por otra parte, aquí la caída de la señora provinciana tiene lugar entre dos cortejadores muy diversos: el más seductor galán de la ciudad, que acaba triunfando, y un canónigo de la catedral. El retrato de este canónigo es pieza clave del libro.
Para la descripción del ambiente provinciano y del entramado de la vida colectiva —lo más naturalista de la novela— Clarín utiliza técnicas como el monólogo interiorizado y el estilo indirecto libre, que hacen que la historia sea narrada por los personajes a través de sus pensamientos y que permiten penetrar en sus interioridades. Gracias a estas técnicas y un minucioso estudio del personaje en el medio (es decir la sociedad en la que vive) los personajes adquieren una cierta profundidad psicológica.

La acción se centra en Vetusta (ciudad capital de provincia, muy identificable con Oviedo), donde la protagonista de la obra, Ana Ozores, se casa con el antiguo Regente de la Audiencia de la ciudad, Víctor Quintanar, hombre bondadoso pero maniático y mucho mayor que ella. Viéndose sentimentalmente abandonada, Ana Ozores empieza a ser cortejada por el donjuán provinciano Álvaro Mesía. Para completar el círculo, el canónigo magistral D. Fermín de Pas (confesor de Ana) también se enamora de la Regenta y se convierte en inconfesable rival de Mesía. Un gran retablo de personajes secundarios, retratados por Clarín con inmisericorde ironía, completa el paisaje humano de la novela.
El autor se sirve de la ciudad de Vetusta como símbolo de la vulgaridad, la incultura y el fariseísmo. Ana Ozores es un personaje aquejado de aquella patología del espíritu que se conoció como bovarismo. Desde otro punto de vista, Ana encarna la idealidad torturada que perece progresivamente ante una sociedad hipócrita. Con estas fuerzas en tensión, el escritor construyó un alegato cruel e inclemente de la vida provinciana española, ceñida a sus clases dirigentes, en tiempos de la Restauración finisecular.

WIKIPEDIA.

5 comentarios:

  1. Muy interesante, ayer, precisamente, estuvimos en Oviedo haciendo fotos de esculturas, para hacer unas series, y comente "hace mucho tiempo que no releo la Regenta"

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  2. La he leido varias veces, y me he dado cuenta que Oviedo no ha cambiado tanto, lo deben llevar en los genes

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  3. Cierto es que Oviedo aún conserva muchos rasgos de su hermana literaria "Vetusta". Clarín era un gran observador de su época, de su entorno social y geográfico. Una gran obra de la que todos opinan aunque algunos no la hayan leído, ni la leerán jamás.

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