lunes, 10 de octubre de 2011
PASEAR POR LA GRANDERA
Durante las peregrinaciones a Covadonga de antaño (que ahora empiezan a estar de moda otra vez) los asturianos de la zona central seguían un camino real (posible vía romana) que cruzaba por tierras de Siero, Nava, Piloña, Parres y Cangas de Onís. Es el Camín de La Reina, pues por él fueron regios personajes hasta Covadonga, a postrarse ante La Santina. Al final pasaban por Següencu, situado encima de La Grandera. El Camín de La Reina, en su tramo final, va por la zona alta del municipio de Cangas de Onís (y no por la actual carretera), atravesando las típicas aldeas de Nieda y Següencu, así como las majadas de Pozobal y Peñalba. Y por esa zona se puede dar un buen paseo de montaña.
Següencu está encima de un bello pueblín llamado Torio. Más abajo esta el monte o colina La Grandera. En ese bello lugar, situado su acceso principal actualmente en plena carretera de La Venta a Covadonga, en el comienzo del pueblo de Soto de Cangas, turístico cien por cien desde hace poco más una década, se encuentra el único zoológico o Parque de la Naturaleza de Asturias. Llamado en principio centro de exhibición (y recuperación) de la fauna autóctona asturiana. Con mucho tesón varios naturalistas encabezados por Ernesto Junco y el tristemente desaparecido, y siempre recordado, Alejando Panea, levantaron un recinto para poder ver la fauna silvestre de Asturias (y también alguna especie de otras latitudes) en semicautiverio. Dado que en plena Naturaleza ya es difícil (y cada vez más) verlos en salvaje libertad.
El invierno es una estación difícil para los animales silvestres. Y, ahora, en Asturias, más. La búsqueda de alimentos, las nevadas y la continua persecución del ser humano (su principal enemigo) hacen que la fauna en ciertos casos esté seriamente amenazada. Las grandes cacerías organizadas oficialmente suelen hacerse en otoño o invierno. Y, precisamente, en épocas de celo o reproducción animal. Por otro lado, desde hace varios años muchos asturianos se preocupan ya de la supervivencia de los animales salvajes en vías de extinción, caso del urogallo, oso pardo, caballo asturcón o salmón... Pero, del lobo, casi nadie se acuerda, a no ser para culparle de todos los males que padece la ganadería de montaña, aunque esta problemática sea a causa de la proliferación de perros asilvestrados, o ciertos acuerdos negativos para el campo de la Comunidad Europea (el "Caballo de Atila" de la ganadería asturiana, aunque algún político quiera cargarle la culpa ahora a la sicosis por el mal de las "Vacas Locas"). Los perros salvajes o errantes son peores para las ovejas, potrillos y terneros, que el lobo, pues al no estar acostumbrados a cazar les es más fácil atacar a esos animales domésticos. Y están acostumbrados a vivir con el ser humano y no le temen, en todo caso pueden odiarle, pues de pequeños les dio mimos y de adultos cuando molestan en los pisos y no son un juguete se les abandona a su suerte en el campo o monte.
Lo cierto es que, se diga lo que se diga, en Asturias, los osos disminuyen año tras año y los lobos igual. Dentro de poco esos animales solo se podrán ver en Asturias en zoos... Un buen lugar para contemplarlos y ver "lo fieros que son" (claro que sin pasarse en caricias, pues son animales salvajes, enjaulados y solo debe tocarlos un experto) es ese centro fáunico de La Grandera. Allí puede verse como son y cómo viven. Su director el naturalista Ernesto Junco, esta intentando salvar a algunos de los pocos lobos que aún sobreviven. Se pueden ver en un interesante paseo educacional igual lobos que osos, asturcones, venados, corzos, rebecos, jabalíes, zorros, nutrias (incluso contemplarlas bajo el agua de su estanque), erizos, garduñas, urogallos y aves rapaces diurnas (como varias especies de águilas), nocturnas (como búhos y cárabos) o carroñeras (buitres leonados y alimoches). También hay lince, gato montes, cigüeña, numerosos reptiles y pájaros de distintas clases y tamaños, destacando el pito rojo o pájaro carpintero.
En La Grandera se puede conocer a todas las especies de aves rapaces nocturnas europeas, reunidas en una colección única en toda España. Los animales allí recogidos proceden de recuperaciones, adquisiciones a otros centros o criados en él, por parejas reproductoras del mismo. Además de mostrarse la colección más completa de animales autóctonos de todo el país, también hay especies únicas que solo pueden verse en ese centro.
También se desarrolla un amplio programa de investigación sanitaria de las especies allí albergadas y se han reproducido en La Grandera, entre otros animales, osos pardos, urogallos, rebecos, búho real, alimoche, buitre común, gallo lira, malvasía, cernícalo y nutria, además de casi todas las especies de anátidas.
Fuente visitada.
descubreasturias.com
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MUY INTERESANTE, SI ME ENCUENTRO CON ANIMOS IRE
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