martes, 18 de octubre de 2011
PUEBLOS ABANDONADOS DE ASTURIAS
En Asturias ya hay 627 pueblos sin vida. Lugares que estuvieron habitados y donde hoy en día ya no queda ni un vecino. Solo casas vacías. La despoblación de la zona rural en la comunidad autónoma es más real desde que el Instituto Asturiano de Estadística y el INE comenzaran a publicar el nomenclátor. De aquella primera edición se cumplen ahora diez años. Las últimas cifras del documento asturiano que analiza el periodo 2006-2009 indica que la situación, en estos años, no ha cambiado mucho.
Hay casos como Ariondo, en el concejo de Aller, que en 2006 se incluía en la lista de pueblos fantasmas y que dejó de serlo, un año más tarde, con la visita de un vecino. O casos donde ocurrió todo lo contrario. Como El Palacio (Aller) y Jumorio (Amieva), que pasaron de tener habitantes a quedar completamente vacíos en solo un año.
La zona de las cuencas mineras es la que, sin lugar a dudas, está más castigada por el éxodo rural. Han perdido la mayoría de sus vecinos que prefirieron cambiar de casa y dejar el campo por el núcleo urbano. El concejo de Mieres está a la cabeza en cuando a la pérdida de población en la zona rural. El último año 122 pueblos estaban completamente vacíos, dos más que hace un año y 74 más de lo que había hace nueve. Una situación parecida, aunque algo más leve, la sufren en concejos, también de la zona, como San Martín del Rey Aurelio, Lena, Langreo o el concejo de Aller. Entre todos ellos suman 164 aldeas abandonadas.
El informe deja cifras curiosas como el concejo de Oviedo donde, pese a que aumenta en población, también lo hace en cuanto a aldeas vacías. Si hace unos años sumaba 11 pueblos, en 2009 ya eran 17. Algo parecido pasa en Villaviciosa, donde la gente tiende más a concentrarse en el núcleo rural y deja el campo. En el concejo del oriente ya hay 36 pueblos abandonados. Pasa lo contrario con Siero, que recupera población en el campo. Hace ocho años había diez pueblos abandonados y, según el último documento, se han reducido a seis. En Gijón no cambia la situación, y desde hace casi una década mantiene solo un pueblo vacío, Llorea.
La otra cara de la moneda la ponen los 21 municipios asturianos que no tienen ni un sola aldea sin vecinos. Es el caso de Sariego, Somiedo, Yernes y Tameza, Vegadeo, Las Regueras, Parres, Llanes, Muros, Coaña o Caravia, entre otros.
Nuevos moradores Para frenar el éxodo de la zona rural hacia la urbana, la Consejería de Medio Rural lleva a cabo diferentes actuaciones. De momento, la Dirección de Política Forestal ya ha invertido más de 230.000 euros para mejorar los accesos a pueblos que estaban abandonados pero que ahora tienen nuevos moradores. Es el caso de seis aldeas repartidas ente los concejos de Allande, Cangas de Onís, Cudillero e Illano.
En Aguanes y Rubiero (Allande) reside ahora un grupo de jóvenes que le han devuelto la vida a estos pueblos que durante años estuvieron abandonados. Son aldeas del Valledor, de arquitectura tradicional y a los que se accede desde San Martín de Valledor, por una pista forestal que pasa por Rubiero y llega hasta medio metro de Aguanes. El resto es sendero, por lo que los nuevos moradores tienen ciertas dificultades para transitar por la zona. Ahora van a arreglar ese tramo y mejorar así el acceso entre ambas aldeas. Además, aumentarán la calidad de vida en el campo ya que defenderá la zona de incendios, plagas y enfermedades.
Riodecoba (Illano) sufrió un incendio el año pasado que no llegó a dañar al pueblo. Ahora vuelve a tener vida y, para mejorarla, van a arreglar el camino desde Estela a Riodecoba, una pista forestal para uso de sus nuevos vecinos, los ganaderos y los trabajadores forestales que acceden a los montes de la zona.
En Busto Vela el camino que permitía el acceso a la aldea había quedado completamente intransitable. De hecho, hoy en día, sigue sin poderse caminar por él. Habrá que esperar a enero para que quede completamente abierto al paso. Se trata de un pequeño pueblo situado al norte de Cangas de Onís al que el éxodo de sus vecinos ha pasado factura. La mayor parte de sus casas están en ruina, y hace tan solo unas semanas que ha recibido nuevos habitantes.
El trabajo de la consejería va a consistir en mejorar el camino de dos kilómetros que separa la localidad de Cuerres y la aldea canguesa. Se centrarán en acondicionar la explanada, desmontarlo y rasear la plataforma para que tenga un ancho de tres metros. A principios de año, los nuevos moradores podrán disfrutar de un camino rehabilitado.
A finales de este año, en Teixidiello y Folguirúa (Cudillero) tendrán listo la recuperación del camino que permite el acceso a las dos aldeas vaqueiras que están situadas en la Sierra de Argoma y Pascual, cerca del monte Llan de Cubel.
La repoblación en estos pequeños pueblos comenzó hace ya unos años, e incluso en Teixidiello existe ahora un núcleo de turismo rural. El problema de la pista estaba en las pendientes que se encontraban, según señala la consejería, en una situación deficiente. Además, durante seis meses, desde junio pasado, trabajan para realizar cortafuegos y puntos de agua para la gestión de los montes. Las pistas presentaban una falta de afirmado y todas ellas son de tierra de 4,5 metros de ancho y no tienen para evacuar el agua superficial por lo que las obras van a centrarse en esas actuaciones.
Fuente visitada.
lavozdeasturias.es
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me parece muy bien que se preocupen de nuestros pueblos y dejen de pensar en sus barrigas.
ResponderEliminarAy, el mi Mieres ta quedándose sin xente, vinimo todos pa Xixón.
ResponderEliminarQue lindas historias encontré en su blog. Estoy buscando información de la casa del Roxo de La Coba o A Coba como lo llaman ahora al pueblo. Podria usted orientarme como buscar, muchas gracias
ResponderEliminar