domingo, 8 de julio de 2012
EL PARQUE NATURAL DE SOMIEDO
Reserva de la Biosfera y uno de los parques naturales más emblemáticos de Asturias, Somiedo es conocido por mantener vivo el estilo de vida tradicional asturiano, representado en las brañas o cabanas de teito. También por su paisaje de altas cumbres y lagos glaciares, o por ser un hábitat amigable para especies en peligro de extinción, como el oso cantábrico o el urogallo.
Somiedo fue el primer espacio natural asturiano en ser declarado Parque Natural, en 1988. De esta primera experiencia salió el modelo de gestión para muchos otros parques que vinieron después. Más tarde, en el año 2000, la UNESCO reconoció lo que ya se sabía hace mucho tiempo: que aquí se combina el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, que son muchos, con la conservación de la flora, la fauna y muy especialmente los valores culturales ligados a la naturaleza y a la tradición. Por todo ello, Somiedo ostenta también el título de Reserva de la Biosfera.
Para impresionarse un poco más, basta con mirar las cifras: son casi treinta mil hectáreas de naturaleza, vertebradas en torno a cuatro valles principales. De las 73 especies de árboles y arbustos autóctonas de Asturias, en este Parque Natural hay 65. Aquí se encuentran aproximadamente 180 especies de vertebrados, entre las que destacan el ciervo, el corzo, el rebeco y varios tipos de aves. Pero son el oso y el urogallo los más destacados, ya que, a pesar de estar consideradas especies protegidas y en peligro de extinción, han conseguido mantener una población razonablemente estable en este Parque.
Como buena noticia, cabe resaltar que los osos han aumentado de número en los últimos años. No así los urogallos, que han descendido alarmantemente y son en la actualidad una de las especies más vigiladas de la Península Ibérica. Somiedo es uno de los pocos lugares donde aún se encuentran estas aves.
Las brañas somedanas son la muestra de una tradición pastoril que aún sigue viva. Se utilizaban en primavera y otoño, ya que en invierno el ganado se guardaba en los pueblos, y en verano pastaba en lugares más altos, donde los pastores construían otras cabañas más sencillas llamadas corros, que aún pueden verse en Sousas, Murias Llongas y La Mesa. Las brañas, con una estructura directamente emparentada con la de los castros prerromanos, están formadas por un conjunto de cabanas de teito. Su nombre viene dado por los techos de matorral, principalmente escoba (Cytisus Scoparius). Para sorpresa de los visitantes, estos teitos son absolutamente impermeables, y pueden soportar el peso de las intensas nevadas de la zona. Para ello hay que renovar periódicamente la techumbre vegetal, en lo que se conoce como teitado, técnica según la cual se van removiendo las partes más deterioradas y sustituyéndolas por escoba nueva. Por desuso, muchas de estas brañas se estaban perdiendo, pero hace unos años comenzó un programa de recuperación que permitió restaurar muchas de ellas, de modo que Somiedo posee un conjunto de estas edificaciones que puede verse en muy pocos lugares de Europa. Actualmente se cuentan 370 cabanas de teito, de las cuales 240 están en buen estado de conservación. Se reparten en cuarenta brañas por todo el territorio somedano, y son uno de los signos de identidad del Parque. Algunas cabanas pueden visitarse, y otras incluso se han reciclado en originales alojamientos de turismo rural.
La etnografía está íntimamente relacionada con esta actividad, y hoy en día se mantienen varias ferias de ganado tradicionales de gran renombre, entre las que destacan las dos que se celebran en Santa María del Puerto, así como un certamen anual de rebaños de Asturiana de los Valles, en Pola de Somiedo. Estas citas son auténticos eventos sociales, donde los vecinos aprovechan para reunirse y ponerse al día. Para conocer ésta y otras facetas de la zona, existen doce rutas señalizadas que se pueden recorrer a pie, en bicicleta de montaña o a caballo. Sea cual sea el modo elegido, hay que tener en cuenta que Somiedo debe visitarse con calma, aceptando el ritmo tranquilo que marca aquí la naturaleza.
Somiedo es conocido por sus paisajes y sus gentes, por un turismo relajado y amante de los placeres sencillos, sin aditivos; pero sobre todo porque da igual lo que cuenten: aquí toda experiencia es única y cada cual debe vivir las suyas. Por eso en este Parque Natural todas las posibilidades están abiertas, siempre que se venga con respeto y ganas de dejarse sorprender por la belleza de cada rincón
Fuente visitada. fusionasturias.com
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Mi bella amiga, buena lección literata de una parte de nuestra Asturies, me encantó leer este atractivo post. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarQue tengas un precioso Domingo.
Leonor.
Lo conozco y lo sude.
ResponderEliminarMe ha encantado. Conozco algo esa zona como sabes y siempre me ha gustado mucho. Esperemos que se mantenga. Saludos.
ResponderEliminarNuestra Asturias es preciosa!! Un saludo amigos.
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