sábado, 23 de abril de 2011
RUTAS POR LA COSTA
Si algo llama de Asturias - además de sus montañas -, sobre todo desde tierra adentro, es su costa, una costa escarpada, abrupta a veces, dulce otras, kárstica otras, poderosa, imponente, abierta al océano a veces, al abrigo otras. Una costa esculpida durante miles de años a golpe de mareas y salitre, de vientos del este y del oeste, de nubes y claros, de pasos de dinosaurio, de galernas impensables, de tranquilidad inmensa, de sonidos de gaviota, de atardeceres indescriptibles, indomable, lúcida y grandiosa.
Una costa apta para disfrutar todo el año, entre otros factores, porque goza de un clima templado húmedo, de dulces y equilibradas temperaturas durante todo el año – especialmente agradables en verano -, y que en la actualidad pasa por ser una de las mejor conservadas desde el punto de vistas urbanístico y medio ambiental de todo el litoral español. Y con la ventaja añadida que en ningún momento se tiene sensación de saturación o masificación en las playas o en los acantilados.
En los más de trescientos kilómetros de costa que posee Asturias podemos disfrutar del paisaje y el baño en más de doscientas playas, en algunas de las cuales se pueden practicar diferentes deportes acuáticos. La diversidad orográfica y vegetal es significativa y son muchas las playas de profunda belleza en Asturias: Penarronda (Castropol), Anguileira (Tapia de Casariego), Frejulfe (Navia), Barayo (Valdes), la playa del Silencio (Cudillero), Aguilar (Muros de Nalón), Rodiles (Villaviciosa), Playa de Vega (Ribadesella), Torimbia (Llanes), o La Franca (Ribadedeva)…son tan sólo unos pocos ejemplos de arenales para disfrutar de una plácida jornada costera.
Y como en Asturias el binomio playa-acantilado está estrechamente vinculado, aprovechamos el paseo a cualquier playa para disfrutar con las vistas sobre la costa. De todas, todas los mejores balcones sobre el Cantábrico son los accidentes geográficos que llamamos Cabos y que en la costa asturiana son frecuentes y poderosos. Por ello, una parada en el Cabo Busto (Valdés), o en el Cabo Vidio (Cudillero), o en el extraordinario Cabo Peñas (Gozón) - el punto más septentrional de Asturias – nos proporciona una percepción de la costa diferente a la habitual. Nos sentimos diminutos frente al abismo de roca que nos proyecta al mar, y volviendo a la vista a un lado o al otro captamos la belleza y grandiosidad de una costa fundida sobre un océano azul, frondoso, profundo e inmenso…Además, en todos ellos es posible contemplar imponentes faros que al atardecer comienzan a cobrar protagonismo con las señales de luz emitidas para los navegantes, y que tanto desde la mar como desde la tierra inspiran un cierto aire de poética oceánica a veces inenarrable, hay necesariamente que vivirla.
Entre las playas y los acantilados y de tanto en tanto, la costa asturiana está salpicada de puertos y pueblos pesqueros o villas marineras, que animan la vida del territorio no sólo en temporada alta sino todo el año, porque ofrecen alternativas de ocio en todas las estaciones: Siempre es posible degustar la mejor cocina marinera o pasear por un delicioso espigón mirando al mar o conocer un museo o realizar una actividad de turismo activo o hacer una travesía en barco por la costa…
Villas y pueblos marineros como Figueras o Castropol - ambos bañados por la ría del Eo -; Tapia de Casariego - magnífica gastronomía y vocación surfera -; Viávelez o Puerto de Vega - deliciosos y antiguos puertos -; el Puntal - en él la ría de Villaviciosa -; Tazones - donde desembarcó el emperador Carlos V -, o Lastres -, son inexcusables referencias para viajeros ávidos de costa y mar.
Los más aficionados a la historia pueden disfrutar en Tazones con la historia del desembarco casual del adolescente emperador Carlos V, y si se animan en pleno mes de agosto pueden ver in situ la representación de dicho evento histórico en el marco de una simpática fiesta.
También Puerto de Vega ofrece una cita con la historia, porque fue en este lugar donde falleció el ilustre polígrafo Gaspar Melchor de Jovellanos, cuando estaba refugiado en casa de la familia Navia-Osorio, perseguido bajo la acusación de afrancesado.
El cercano puerto de Viávelez es una pequeña joya que ha enamorado a muchos navegantes y viajeros, tal es así que reconocidas personalidades se han rendido a su encanto.
Tapia de Casariego tiene un puerto muy típico, en el que es posible disfrutar de tascas marineras, con buena bebida y comida, y playas con magníficas olas y vientos, por eso es una meca internacional del surf, especialmente en Semana Santa, cuando la playa de Anguileria acoge algunas pruebas del campeonato del mundo de este deporte.
Entre los muchos escenarios costeros de serena belleza, hay dos rías, la del Eo y la de Villaviciosa, que merecen mención. Tanto Figueras como Castropol tienen puertos muy coquetos y familiares, y especialmente en primavera-verano hay un barco que oferta paseos por la ría. Merece la pena, el escenario es diferente. Además el lugar es muy idóneo para deportes náuticos como el esquí, el wind-surf o el kayak.
La ría de Villaviciosa desemboca poderosa en el Cantábrico, y en la misma desembocadura se alza impresionante la playa de Rodiles, uno de los mejores escenarios del mundo para la práctica del surf. Además en la propia ría se pueden realizar paseos en barco - desde el puerto de El Puntal - (absolutamente recomendables para los amantes de la biodiversidad y la naturaleza en estado puro).
Actividad muy grata es el senderismo costero. Asturias ofrece para esta modalidad escenarios para gozar a tope. Con un litoral muy protegido, existen tramos de senda costera que son ideales para caminar, para la fotografía, la pintura, la relajada conversación o sencillamente para disfrutar de un pic-nic que esas circunstancias se vuelve un manjar de dioses.
Vayan como aperitivo dos tramos: el que transcurre de Puerto de Vega a Navia, accesible y de nivel adecuado para todos los públicos, y que asegura una espléndida jornada con el mar inundando los cinco sentidos; y otro tanto ocurre con el tramo que desde la playa de San Antolín (Llanes) a la villa de Llanes, también muy relajada y guapa.
Así pues, son muchas las opciones para disfrutar de la Costa de los Prodigios: deporte, paseo, gastronomía, cultura, historia, amistad, paisaje, arte…Un sinfín de sensaciones.
Fuente:rutasdelparaiso.com
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Magnífico y poetico comentario a la vez que didáctico. Gracias
ResponderEliminar¡¡Qué gran tesoro poseemos los asturianos...!! Un saludo Luis.
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