domingo, 7 de agosto de 2011

EL CAMIN ENCANTAU


El Camín Encantau, que discurre por hermoso parajes del Valle de Ardisana, en LLanes, es una ruta mágica, donde tallas de madera con los personajes de la mitología asturiana se confunden en la espesura de los bosques, jugando al escondite, y nos sorprenden en el camino con un porte único.

Con la disculpa de descubrir una a una las esculturas, nos adentramos en una senda flanqueada por castaños, avellanos, fresnos, abedules, tejos… algunos de gran tamaño y antigüedad, como el milenario texu de la Malatería. Existen tramos en los que podemos disfrutar de unas panorámicas impresionantes del valle de Ardisana y de la sierra del Cuera. Otros puntos de interés son los hórreos de Riucaliente, y, en la misma Ardisana, la lglesia de Santa Eulalia (s. XIII-XVIII), la casa de los Posada, la casona del Corajarrieru (s.XVII) y la casona de los Arnero (s. XVI).

Se trata de una ruta idónea para toda la familia, donde los niños disfrutan doblemente, y que no conlleva grandes desniveles ni riesgos de ningún tipo; una magnífica oportunidad para adentrarse en la naturaleza más autóctona y sentir su verdadero encantamiento con las explicaciones adicionales de la mitología, que en último término describen a la perfección el sentido ancestral del paisaje del Principado.
“Soy el Nuberu. Yo mando sobre la lluvia y los vientos. El relámpago es mi látigo y el trueno mi voz. ¿Quieres llegar seco al final de tu camino? Pues respeta la naturaleza o tendré que enfadarme”. Eso es lo que nos dice el Nuberu, rey de las lluvias y las tormentas, cuando nos sale al paso altivo y quizás malhumorado.
Pero hay mucho más: una reunión de traviesos trasgos; el Sumiciu que nos aconseja que revisemos los bolsillos por si nos falta algo; el hombre del sacu, mítico personaje que atemoriza a los infantes; El Pataricu, gigante mitológico marino, “comeniños” dotado de un solo ojo y pariente de Polifemo; el Diañu Burlón, que puede cambiar de forma a su antojo; el Cuélebre, dragón custodio de tesoros y princesas; el Busgosu, guardián de los bosques; la lavandera, la castañera, etcétera.
El encantamiento se acerca al fantástico mundo del bosque animado y de la Santa Compaña, esa procesión de figuras con sudario, pues a medio camino nos tropezamos con la Cruz de los Garabiales, de 1761, donde se detenían los cortejos fúnebres que subían desde el valle hasta el cementerio de Villanueva.
FUENTE VISITADA-
desdeasturias.com

5 comentarios:

  1. infinitas gracias pro compartir tan bellas y magicas letras, un besin de esta amiga admiradora que te desea con cariño feliz inicio de semana.

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  2. Gracias OZNA-OZNA,lo mismo te deseo. Un abrazo

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  3. Muy bonito para hacerlo con niños. Gracias.

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  4. Que precioso debe de ser el bosque, ideal para la imaginación.

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  5. Esta ruta sí la conozco, es encantadora.

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