viernes, 5 de agosto de 2011
HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD LABORAL-GIJÓN
A mediados de los años cuarenta del siglo XX, como consecuencia de un grave accidente laboral en una mina de la cuenca del Caudal, el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Carlos Pinilla Turiño, que acudía al funeral de las víctimas, se reunió en Gijón con un grupo de personalidades locales para impulsar la creación de un Orfanato Minero. Este pasó en efecto a ser constituido en escritura pública otorgada ante notario el día 6 de octubre de 1945 con el nombre de Fundación José Antonio Girón, en homenaje al entonces ministro de Trabajo.
El objetivo fundacional concreto fue el de formar a niños huérfanos de padres víctimas de accidentes laborales en la minería, para lo que se proyectó un edificio que pudiera atender a mil alumnos y que contara con las distintas dependencias requeridas para el desarrollo de la vida estudiantil, como residencia, escuela, talleres industriales, granja, instalaciones deportivas o campos de cultivo. El Ministerio de Trabajo encomendó a la Junta del Patronato de la Fundación la responsabilidad de llevar adelante la obra por Orden de 14 de junio de 1946. Para ello se adquirieron en la carretera de Gijón a Villaviciosa unos terrenos con una superficie de 1 544 572 m², de los que 381 551 m² lo fueron mediante el trámite de expropiación forzosa. Otra superficie complementaria, de 1 464 300 m², se adquirió para la Granja Lloreda, en El Infanzón.
Se encargó la construcción del complejo a un equipo de arquitectos dirigido por el madrileño Luis Moya Blanco y formado por él mismo, su hermano Ramiro Moya Blanco, el gijonés José Marcelino Díez Canteli y Pedro Rodríguez A. de la Puente. Los mejores técnicos de la época se ocuparon de las diferentes especialidades que la obra demandó. Así, los jardines fueron diseñados por Javier Winthuysen Losada, Inspector Nacional de Parques y Jardines Artísticos; el proyecto de granja agronómica se encargó al ingeniero agrónomo Gabino Figar; las esculturas fueron realizadas por Manuel Álvarez Laviada y Florentino Trapero; y los mosaicos por Santiago Padrós, sobre trabajos del pintor sevillano Joaquín Valverde.
Durante el transcurso de las obras, el Ministerio de Trabajo decidió la creación de las Universidades Laborales, destinadas a la formación profesional de los jóvenes, por lo que el Orfelinato Minero acabó transformándose en la Universidad Laboral de Gijón. La enseñanza y dirección del centro se encomendó a la Compañía de Jesús, mientras que de la intendencia se encargó la Orden de las hermanas pobres de Santa Clara (Clarisas). En 1978 se entregó la dirección a personal docente de las Universidades Laborales, que sustituye a los jesuitas y, pocos años después, se rescindió también el convenio con las monjas.
En su momento fue el Instituto de educación secundaria más grande de España, con cabida para más de tres mil alumnos.
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El edificio-
El edificio está construido de espaldas a la ciudad de Gijón. Luis Moya lo diseñó de este modo a imagen y semejanza del Partenón de Atenas y con la misma intención, que para acceder a su interior hubiera que rodearlo para apreciarlo en toda su magnificencia.
Puerta-
Está situada en la fachada principal, con un arco de entrada rematado en forma de torre. Sobre este arco, de medio punto, se sitúa un escudo con el Águila de San Juan y el yugo y las flechas de los Reyes Católicos, simbología adoptada por el franquismo, adornado con dos ángeles de tenantes.
Atrio Corintio-
Situado tras la torre-puerta, es un patio rectangular a la manera de atrium corintio, con diez columnas de granito de diez metros y medio de altura cada una.
Patio central-
Es un patio descubierto de ciento cincuenta metros de largo por cincuenta de ancho que hace la función de plaza mayor del recinto, estructurándose todo el complejo en torno a él. Tiene unas dimensiones similares a las de la Plaza de San Marcos en Venecia.
Iglesia-
La Iglesia es sin duda el edificio más espectacular del conjunto arquitectónico de la Universidad Laboral. Con una superficie de 807 m², es la Iglesia de planta elíptica más grande del mundo. En el exterior, sobre el dintel de la puerta, está colocada una imagen de la Virgen de Covadonga en una hornacina central y, flanqueándola, cuatro columnas corintias sostienen las imágenes de San José, San Ignacio, San Pedro y San Pablo. Por encima, el Apostol Santiago a caballo y dos ángeles adorando una reproducción de la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias, obra del escultor Espinos realizada en bronce con incrustaciones de cristales, mármoles y piedras de color. También a ambos lados de la hornacina central, otras dieciséis estatuas representan a San Juan de la Cruz, San Juan Bosco, San Vicente Ferrer, San Melchor de Quirós, Santa Clara, San Juan de la Cruz, San Pedro de Alcántara, San Lorenzo, San Isidoro, Santa Teresa de Jesús, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco, San José de Calasanz, Santa Eulalia, Fernando III el Santo, San Isidro y Santo Toribio de Liébana.
El interior se halla cubierto por una cúpula con un peso estimado de dos mil trescientas toneladas y montada sobre veinte pares de nervaduras de ladrillos cruzadas entre sí que sostienen la estructura sin necesidad de columnas. La altura desde el suelo hasta el arranque de los arcos de la cúpula es de veinticinco metros y de treinta y tres hasta el centro del óculo. Por éste debería entrar la luz del Sol e iluminar el centro de la Iglesia, aunque en la actualidad no es así debido a que la cúpula cedió ligeramente. En su construccion se utilizaron unos 450.000 ladrillos recocidos en León.
El suelo del templo es de mármol en su totalidad y los bancos, pensados para dar cabida al millar de alumnos de la institución y a sus profesores, son de embero, un tipo de madera de Guinea Ecuatorial. Fueron tallados expresamente para el edificio y cada uno de ellos, diferente de los demás, fue realizado en una sola pieza y destinado a ocupar una posición determinada. Las columnas del baldaquino, de granito rosa de Porriño, también son de una sola pieza, con una altura cada una de 7,75 m.
Teatro-
El Teatro presenta una fachada de estilo helenístico y de dimensiones similares a las del Partenón. Coronando el frontón central se eleva un gran escudo de España, según el modelo de 1945. Su aforo es de unas mil quinientas localidades, repartidas entre las 950 butacas del patio, forradas con piel de cabra (no de camello como se creía hasta hace poco), los palcos y el anfiteatro. Fue el primer teatro totalmente climatizado de Europa, para lo cual contó con un revolucionario sistema subterráneo de distribución del aire. El frontis del escenario está decorado con un fresco de ciento veinte metros cuadrados realizado por el pintor andaluz Enrique Segura. La sala está dotada de una acústica extraordinaria gracias al estudio de las formas y materiales empleados para lograr la óptima propagación del sonido, de tal modo que un actor en el centro del escenario es escuchado claramente en cualquier punto del recinto.
Torre-
Con una altura de 130,00 m, responde al modelo de la Giralda de Sevilla. Un ascensor interno permite acceder al mirador, sin duda la mejor atalaya de Gijón. Actualmente es el edificio más alto del Principado de Asturias y el edificio en piedra más alto de España.
WIKIPEDIA.
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¿Que quieres que te diga? Tu comentario es exacto
ResponderEliminarMuy interesante. Gracias Marisa.
ResponderEliminarUn poco estrambótico ese edificio de la Laboral. Es como algo desproporcionado y fuera de lugar. Lo que iba a ser un Orfelinato acabó convirtiéndose en algo raro. Cuando la construyeron yo estaba allí, auqnue claro era muy pequeño. Lo que más me gustó con mucho por aquel entonces era lo que llamábamos La Granja, que creo que ahora está destruido o abandonado. Aquello sí que me pareció estupendo. Muy completo tu reportaje.
ResponderEliminarMario yo siempre lo consideré una obra de arte, y todas las obras de arte estan casi siempre fuera de lo normal. Gracias
ResponderEliminarPor supuesto que la Laboral es una obra de arte, y la más emblemática de Gijón, con permiso del Elogio del Horizonte, que la Laboral estaba antes.
ResponderEliminarExcelentísimo reportaje, por otra parte.
mi padre ,que tiene ahora 81 años, siempre le oí decir que le toco hacer la escalera de la torre en el tramo en su tramo final
ResponderEliminarMi abuelo también trabajó en ella. Tengo una foto de una cuadrilla con solo la mitad de latorre construida.
EliminarMagnifica descripción.
Hola canamora. Tu padre contribuyo a hacer historia. Un saludo
ResponderEliminarGracias por comPARTIRLO.
ResponderEliminar..salud..