AZABACHE
El azabache (impropiamente llamado ébano fósil) es una variedad de lignito. De color negro brillante, procede de una familia de árboles jurásicos que se extinguieron hace unos 60 millones de años, al mismo tiempo que los dinosaurios, según datos del primer estudio científico sobre el origen de este fósil de alto valor económico.
Hasta hace poco tiempo se creía que el azabache provenía exclusivamente de una especie de Araucaria, pero recientes estudios paleobotánicos realizados por la Universidad de Oviedo han concretado que realmente procede de varias especies, no solamente de las Araucaráceas sino también de las Protopináceas. De tener que compararla con un árbol de nuestros días su equivalente sería parecido a un Ciprés.
Es un material muy frágil, por lo que su extracción siempre ha sido artesanal, siendo de talla difícil cuando se intenta esculpir figuras con abundantes detalles y calados. Esta circunstancia ha dotado al arte de la azabachería de escasos márgenes expresivos. Se trabaja con lima y torno, adquiriendo mediante una pulimentación adecuada un brillo intenso que no decrece con el paso del tiempo.
El mejor azabache del mundo, junto con el de Whitby, es el de Asturias, España. Con un color negro intenso, textura y dureza incomparable, es extraído en la zona denominada la Marina, en la Costa Jurásica Asturiana, entre Gijón y Ribadesella, en la zona de Oles, Villaviciosa, desde donde hace más de cien años se exporta a Inglaterra. Ha sido el Principado el mayor suministrador de la península de material en bruto a lo largo de los siglos. Recientes estudios llevados a cabo por un equipo de investigación de la Universidad de Oviedo demuestran que el azabache español procede de una familia de árboles jurásicos, extinguida hace 65 millones de años, las protopináceas, además de las araucarias.
. Se localiza fundamentalmente en la zona costera de Villaviciosa, donde a lo largo de los siglos se han extraído ingentes cantidades de material de excelente calidad.
En las parroquias de Quintes, Quintueles, Argüero, Villaverde, Oles y otras, la minería del azabache fue una actividad cuyo origen se pierde en el tiempo.
Los métodos de extracción de esta gema se mantuvieron invariables a lo largo de los siglos. Las galerías, excavadas en vaguadas y laderas en las proximidades de la costa, generalmente de espaldas al mar y en sentido ascendente para facilitar la evacuación de las aguas, son sumamente estrechas. Los mineros debían arrastrarse penosamente por ellas y, provistos de un candil, una piqueta y un saco, iban extrayendo las finas capas del azabache incrustadas entre la piedra de arenisca.
Hubo centenares de explotaciones, conformando un entramado laberíntico en el subsuelo de la comarca de La Marina.
La extracción minera se dio por extinguida hace unos años, cuando se jubiló Tomás Noval, el minero que surtió durante los últimos sesenta años a los azabacheros asturianos y gallegos.
El azabache siempre ha tenido consideración de material mágico y protector. Su escasez y su hermoso color negro, acentuado con una adecuada pulimentación, hicieron de él algo sumamente apreciado.
Siempre llevo colgada de mi cadena del cuello una "cigua" de azabache que es mi amuleto. Me la regaló la que es hoy mi esposa y siempre me ha dado buenas energías.
ResponderEliminarhola yo no conoci a esti gran paisanu y artesanu pero si conoci al so fiyu ke tamien llamabase tomas ynoval y pudebos decir ke yera una gran persona y como so padre tamien un gran artesanu del azabache ke sigue siendo recordau por mucha xente paisanos como estos son los verdaderos asturianos ke yeven la asturiania per tos los sitios xente modesta nunca lu veris peray dandoseles de inportante sino al contrario xente del pueblu en recueru de ti tomas
ResponderEliminarInteresante!
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