Los animales más
dañinos para las abejas, colocados en orden de importancia, son, según los “abeyeiros”,
los siguientes: el oso, las “formigas” (hormigas), las “aviésporas” (avispas),
los sapos, los lagartos o lagartijas, los ratones, los “picatuelos” (pajaros
carpinteros), y las “andolinas” o “andarinas” (golondrinas).
El oso está
considerado el peor enemigo de las abejas, así como de los intereses del
campesino: “El oso acaba con todo, sólo da muchas penas” (Fonteta, concejo de
Allande). Aunque en la actualidad su presencia está reducida a unos pocos
concejos del suroeste de Asturias.
Los campesinos
asturianos consideran a este plantígrado un animal inteligente, pero miedoso,
que entra en los colmenares, incluso en los cerrados de pared. En estas
intrusiones come los panales llenos de miel y cría de una o dos colmenas, pero
destroza con sus movimientos y “a veces por gusto” muchas más. En 1.853,
Rosendo Mª López Castrillón, vecino de Riodecova (Allande) escribió en sus “Memorias”:
(“Por mayo (de 1.853) principió el oso con 7 colmenas mías en la fuente de la
Braña y siguió esta plaga… años y en ellos me comió a mí más de 40 colmenas y
en la parroquia más de 200 y así en este concejo y otros. El oso había más de
30 años que no viniera”). Valentín de Lillo, en 1.929, también menciona la
pérdida a manos del oso de 104 colmenas que tenían dos apicultores de El Pino
(Ayer), junto a sus cabañas de recoger el ganado en el monte.
Las hormigas son
el animal que más entradas tienen en nuestras encuestas, todos los informantes
se refieren a ellas y consideran que “les comen la miel a las abeyas”. En
algunos sitios las matan con borra del café y aceite muy frito.
Las avispas son
las parientes malas “y bravas” de las abejas, que a menudo las atacan para
robarles la miel. Las avispas además no sólo son dañinas para las abejas sino
también para el hombre (picaduras). (“Yo veía matar una abeya y dábame pena,
prque ye lo que da sustento a la humanidad; pero si ye una aviéspora, no”)
(Caldones, concejo de Xixón).
A los sapos, así
como a los lagartos y las lagartijas, se los tiene como perjudiciales porque se
comen a las abejas. (“A veces colócanse delante de las piqueras y comen sin
parar. Los sapos son los más odiados, no sólo por lo dicho, sino también por la
idea tan negativa que existe de ellos en la sociedad rural. En días de luna
llena algunos abeyeiros se acercaban a los colmenares a cazar sapos,
espetándolos en un palo con punta aguzada. Otros colocaban encima de las piqueras
anzuelos con una abeja como cebo para cazar a las lagartijas que se acercaban a
las colmenas.
Los ratones y los
“picatueros” causan el mismo daño a las
colmenas, ambos abren agujeros para comer la miel y las larvas. Los pájaros
causan daños sobre todo en invierno y en especial a las colmenas de corcho.
Por último, a las
golondrinas las acusan unos pocos abeyeiros de (“revolotear encima los cortines
y comer grandes cantidades de abejas, son criminales pa las abejas”); pero en
general no se las considera perjudiciales. Al contrario que los osos, los
sapos, las avispas y los ratones, las golondrinas son muy estimadas por los
campesinos, y todos se sienten muy halagados cuando una de ellas anida en el
corredor o alero de su casa.
Fuente visitada.
Las Abejas, La Miel y La Cera en la Sociedad Tradicional Asturiana.
Xuaco Lòpez Álvarez.
Muy interesante, que curioso la hormiga y el oso...
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