Para contemplar la cascada del Tabayón (también
Tambayón o El Tombayón) hay que desplazarse a tierras casinas de la sierra del
Mongayu, en las estribaciones norteñas de la zona central de la Cordillera
Cantábrica, entre los puertos de Tarna, Las Señales y San Isidro. Lugares por
los que se puede acceder a ella en largas travesías. Pero para una caminata
tranquila lo más aconsejable es tomar como punto de partida el pueblo de Tarna
(situado debajo del puerto del mismo nombre) o la zona de Les Torres, un poco
antes del citado pueblo, en plena carretera de Campo de Caso (Campu Casu) al
puerto de Tarna (AS-17) (aunque ahora esta muy cerrado el camino). En Les
Torres se entronca el Nalón con el río de La Ablanosa (que desciende de la vega
del mismo nombre y de la de Pociellu, formando una abrupta foz). El Nalón cerca
de ese lugar taja el desfiladero de Les Canales o de Entrepeñes. También desde
el famoso bosque de Reres (o Redes) se podría visitar esa cascada, pasando por
las vegas de Pociellu y La Ablanosa (lugares de gran belleza y también dignos
de ver).
Se saldrá del pueblo de Tarna por una caleya
(señalizada con rutas a la cascada y a los Rebollos del Llano del Toro) que
primero va en dirección Oeste, y Suroeste después. Pasando por el hermoso
bosque de especies autóctonas de Saperu, donde habitan multitud de animales
salvajes, desde cérvidos a jabalíes También hay algunos cantaderos de urogallo
y no es infrecuente la presencia de lobos. En las altas cotas trepan con
destreza los rebecos y por los árboles saltan velozmente la ardillas y
abundantes aves.
El camino que nos lleva por este espeso bosque se
denomina Pedregalón, y pasa por la antigua mayada de Los Cabaniellos, así como
por las fuentes y arroyos de Rodrigu y Arellales. La ascensión es suave y si
acompaña la suerte, y vamos sin armar ruido, podremos ver algún mustélido
(comadreja, marta, tejón, garduña, armiño o turón). Así como corzos y ardillas.
Para ello es aconsejable parar alguna vez a contemplar la Naturaleza y no ir
corriendo "contra reloj".
Después de algo más de una hora de tranquila
caminata, comenzaremos un pequeño descenso hasta la amplia vega de La Campona,
antigua majada pastoril y donde veremos ya la cascada de Tabayón del Mongayu.
Esta cascada la forma el río del Mongayu,
afluente del río de La Ablanosa. A su vez, como dijimos anteriormente,
tributario del Nalón. En la parte alta de la cascada está la vega del mismo
nombre, a unos 1.400 metros de altitud. Y casi 200 metros más abajo se
encuentra la vega La Campona (en uno de cuyos extremos cae serpenteante la
cascada). Entre las dos vegas citadas y según se mira al salto de agua, a su
derecha, hay un empinado sendero que pasa por las laderas de La Cuchella,
Requexines y La Rasa, entre arbolado autóctono y con el fragor del agua que se
descuelga torrencial. Aunque no aconsejamos seguirlo si no se esta entrenado en
montañismo. Además algunos guardas muy celosos de la zona quieren prohibir el
paso, según parece, a las excursiones colectivas.
Después de descansar y reponer fuerzas en las
praderías La Campona (donde ahora ya nadie corta la hierba), contemplando la
cascada de Tabayón, podemos regresar al pueblo de Tarna por el mismo camino de
la ida, parándonos a ver el hermoso bosque y sus ríos y fuentes. El sendero es
bueno y muy marcado.
Esta zona, otrora perteneció al desaparecido Coto Nacional de Caza de
Reres y ahora se integra en el nuevo Parque Natural de Redes.
COMO LLEGAR:
Por la carretera AS-253, de Ujo al puerto de San
Isidro. Traspasar la estación invernal, a un kilómetro, en el Puente de Wamba
(o del río Los Fornos) tomar la pista a la izquierda. Y, por Caso, carretera
AS-17 (de Laviana al puerto de Tarna), antes de Campu Casu tomar el ramal a
Caleao y La Felguerina (en el embalse de Tanes).
Fuente visitada.Fotografía. Luis Rollán
Gracias.
ResponderEliminarSin duda uno de nuestros parajes favoritos, tal es así que esta ruta la hemos repetido en todas las estaciones del año y nunca deja de sorprender por su belleza. En cuanto al avistamiento de las especies, la verdad es que salvo algún rebeco del resto ni rastro, la mayoría de las que citas sólo salen de su escondrijo por la noche.
ResponderEliminarUn saludo.