martes, 17 de mayo de 2011

QUINTA CLARÍN


Situada en el BºLa Rebollada nº54, de Guimarán. Se accede a la misma desde la AS-19, Gijón-Avilés, P.K. 11,300, se toma a la derecha camino particular asfaltado y tras circular por él unos 300 m. se llega de manera directa a la Quinta Clarín.

Leopoldo Alas "Clarín" pasó largas temporadas en Carreño. Fruto de esas estancias veraniegas en Guimarán, se convirtió en perspicaz observador de la vida y el paisaje de este concejo campesino y marinero, marcado también por la servidumbre y la emigración a América. Los prados, los campesinos, los clérigos, las familias infanzonas y las aldeas carreñenses pasaron con sus mismos nombres o con otros supuestos a las páginas inmortales de la narrativa clariniana. El espíritu de Leopoldo Alas y la sombra de Doña Berta de Rendaliego habitan todavía en los valles de Carreño "sordos de los rumores del mundo".
Solar de la familia García-Alas, la Quinta fue reedificada por su hijo Adolfo en 1911 sobre los cimientos de la vieja casona o Palacio de los Señores de Alas.
Tiene tres pisos y una superficie aproximada de 173 m2. Está orientada al mediodía, al Sur, con una amplia visión del Valle delimitado por el histórico Monte Areo, (Monte de las Aras), a lo largo del cual discurría una pequeña calzada romana que unía “Lucus Asturum” (Lugo de Lanera), con las famosas “Aras Sextianas” de la Campa Torres, levantadas en honor del emperador César Augusto.
Pese a los cambios sufridos, aún conserva la casa central de dos plantas, con su viejo corredor, capilla de piedra con altar modernizado y la caseta sobre el mirador. Antiguamente existió una panera pero al derrumbarse ésta fue reconstruida como hórreo, por sus actuales propietarios.

Desde mediados del siglo XX, esta casa ya no pertenece a la familia Alas. Muerto el escritor, pasó a manos de su hijo y a la muerte de éste a manos de la nuera de Clarín y esta última por razones económicas, tuvo que desprenderse de la propiedad, pasando a ser adquirida por José Sánchez Cima, fallecido éste la actual propietaria es su viuda.
Frente a la Casa, hay una pequeña capilla con el exterior cuidadosamente cuidado desde los tiempos del escritor. Esta capilla data de 1871 y está dedicada a la Purísima Concepción, conservada como en la época de Clarín.
El hórreo fue reconstruido en 1975 a partir de una panera de 6 pegollos. Es un hórreo centenario de puerta tallada y en cuyo frente se recuerda que fue renovado en 1868, cuando Alas tenía 16 años.
También se conserva “el cenador”, mirador con escaleras y barandillas de piedra, construido sobre la loma, justo encima de la barandilla se alza la caseta o belvedere, que es de planta cuadrada haciendo una especie de invernadero en miniatura de ladrillo con ventanas y puerta.
Fue utilizada por Clarín, como refugio donde reflexionaba, leía y escribía. Debajo del mirador una mesa de mármol, que no conoció Alas, la mesa fue traída de Almería por su hijo Adolfo en 1920, cuando estuvo en dicha provincia de director de la empresa “Mármoles Chercos”. Con el paso del tiempo la pieza superior se ha deteriorado, y sus actuales propietarios la han cambiado por otra.

ayto-carreno.es

7 comentarios:

  1. ¿Se puede visitar? Seria interesante.

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  2. ¿Está en el mismo barrio que tu casa?

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  3. Así que ahí está la famosa finca de Guimarán, de la que tanto se ha hablado, lugar donde, al parecer, recibió Clarín a personalidades de su tiempo, y en donde se inspiró para sus narraciones. Seguro que por ahí anda también el prau aquel que aparece en "Adiós Cordera", desde el que se veía la vía del tren...Aunque ahora dudo de que por ahí pase el tren. Bueno, muy interesante el post. Saludos.

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  4. Si Luis. Está en mi barrio, solo que yo al principio y la quinta casi al final, por la carretera de Gijón- Avilés. Sé que mucha gente sobre todo colegios vienen a hacer la Ruta Clariniana, pero no se si se puede acceder a la casa.

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  5. Mirlo, el prau que aparece en "Adiós Cordera" estaría más o menos por donde el actual viaducto de Somonte, en Gijón, recuerda que en el relato se mencionan pueblos del entorno como Poago.
    La zona de Guimarán creo que se menciona, o al menos se describe, en cuentos como "Boroña" u otros ambientados en Carreño; Clarín recordaba aquella zona como su "rincón de hojas y hierbas".

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  6. Mario.- El “prau” seguro que es alguno de tantos que nos rodean, pero la vía de tren eso ya lo veo más difícil. Clarín solía en sus narraciones mezclar lugares de la zona. Yo creo que la que más se ciñe al lugar es “Boroña” un relato que a mí me entusiasma, sobre la vuelta de un indiano a su tierra. Saludos

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  7. Sí, creo que he leído también Boroña. Y lo que dice Rubo era la idea que yo tenía, cerca de Gijón. También es verdad que los escritores mezclan paisajes y personajes. Bueno, gracias por todas vuestras informaciones. :)

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