viernes, 20 de mayo de 2011

LOS GAMOS DEL SUEVE


La sierra del Sueve es el reino de los caballos asturcones por excelencia, pero, para los gamos asturianos, no cabe duda que es un verdadero paraíso, dado que es el único monte donde se encuentran de toda la región. Por allí corretean desde hace 40 años, en tierras de Piloña, Parres, Colunga y Caravia.

Tratamos aquí, una vez más, de la sierra del Sueve, pero no para hablar de sus picos si no para ocuparnos de los gamos. Que se pueden ir a visitar, tanto por tierras de Piloña, como de Colunga, Caravia o Parres. Por este último concejo es más fácil, a través del Fito, Cofiño o Fios... Aunque el gamo es un cérvido foráneo, o sea que no es autóctono de las montañas asturianas, vamos a ocuparnos de él pues desde hace cuatro décadas vive en nuestra región, en el Sueve, que es su paraíso natural.
Las primeras repoblaciones de gamos se realizaron en Asturias en el año 1.955 fundamentalmente en la sierra del Sueve, con fines cinegéticos.
Primero se soltaron una docena de ejemplares adultos, machos y hembras, por tierras de Piloña, Caravia, Parres, Colunga y Ribadesella. Posteriormente, en 1960 se liberaron medio centenar de gamos más en estos mismos montes, así como otro medio centenar en los cotos de caza de Nava, Amieva y Sobrescobio.

En años posteriores se efectuaron más repoblaciones de gamos, así como de venados, en los montes de Peloño (Ponga), Llaímo (Sobrescobio), La Marea (Piloña), Peña Mayor (Nava), Sierra de Covadonga (Amieva y Cangas de Onís) e incluso en montañas costeras de Valdés y Navia... De todas formas estas repoblaciones sólo registraron un verdadero éxito en la sierra del Sueve, donde se aclimató y reprodujo este cérvido de una forma notable, llegando a alcanzar la cifra de varios centenares de gamos.
Claro que ello trajo, por parte de los lugareños de los pueblos que rodean al Sueve, grandes conflictos con la Administración. La proliferación de gamos provocó, por ejemplo, problemas agrícolas (al destrozar estos cérvidos algunas cosechas) y ganaderos (al entrar en competencia por el pasto con los muchos herbívoros domésticos que allí hay) y trajo como consecuencia el furtivismo, mermando algo su número en la década de los años setenta.
Ahora otra vez aumentó la población de estos cérvidos, aunque hay mucha caza furtiva (y autorizada)... Puede que sobrepasen con creces el millar. Pudiendo vérseles con facilidad tanto en la zona norteña, como en la Sur de la sierra, en especial cerca de las majadas de Espineres, Requexu y El Potril o en las laderas de los picos Pienzu, Mirueñu, La Múa, Palomeru, Les Duernes, Babú y Vegallories. El acceso puede ser bueno por los altos de la Cruz de Llames o de La Llama y por los pueblos que rodean a esta sierra, en unas dos o tres horas de tranquila caminata ascendente. La caminata merece la pena.

Lo que le diferencia sustancialmente a los gamos de otros cérvidos españoles es su pelaje salpicado de manchas blancas (en especial a las crías) y en los machos su cornamenta ancha y aplanada... Curiosamente la montaña no es su hábitat natural, pero en el Sueve viven igual en altos picos, por encima de los mil metros de cota, que en los pequeños bosques, o "Viescas", de acebo, hayas y espineras. En buena armonía con los caballos asturcones y otras especies. Y suelen hacerlo en grandes manadas, por un lado de machos y por el otro de hembras y crías: salvo en otoño, que es la época de celo. Aparte del ser humano, los mayores peligros para los gamos del Sueve, son los zorros (los "raposos"). Especialmente para las crías recién nacidas.
Ir al Sueve para ver los gamos y fotografiarlos (sin molestarles) es una actividad muy saludable, que se hace bien en un día de campo, sin prisas.




descubreasturias.com

2 comentarios:

  1. Me has hecho toda una invitación, nunca he retratado animales libres y creo que debo de intentarlo.Gracias.

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  2. Tiene razón Luis, pero es difícil pillar a los animales salvajes.

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