miércoles, 3 de marzo de 2010

FESTEJOS Y TRADICCIONES S. JUAN




San juan


No deja de ser llamativo el hecho de que, en la noche de San Juan, coincidan tantas mitologías para celebrar sus ritos. RITOS DEL AGUA Y DEL FUEGO; ritos que no liturgias, aceptados por cristianos, por paganos, por musulmanes, por las más dispares creencias.


El solsticio de verano


La celebración de San Juan Bautista coincide con el período del solsticio de verano, con la fiesta del sol. En Asturias, al igual que en otras regiones del norte, era creencia generalizada que el sol bailaba en la mañana de S. Juan, por lo que la gente joven subía en tropel a determinadas alturas para celebrar el espectáculo.
La fiesta de S. Juan señala el comienzo del verano, el triunfo máximo de la luz, con el día más largo. De ahí la renovación de los ritos antiguos en honor del sol que hace huir a la oscuridad y por extensión a la niebla.

El fuego

Desde Pimiango a Vegadeo, la noche de S. Juan se grava en innumerables puntos de luz a todo lo ancho del Principado. Son "les fogueres"que, al conjuro del árgoma, la ginesta, el brezo y la leña de la braña o la quintana. Asturias toda tiene color que arde y forma que suena. En la mayoría de los pueblos, la leña era recogida por los mozos unos días antes de la fiesta; también era frecuente que en cada parroquia se dispusieran varias hogueras. Al embrujo de la hoguera
baila, canta y teje danzas la juventud. Saltan los jóvenes de un lado a otro por encima del fuego; si las llamas no los tocan, se casarán dentro del año.
El agua
Al decir de Cabal, "En la albada de San Juan el agua tiene purezas y claridades que no tienen de costumbre, y su virtud es más honda, y los prodigios que hace más extensos." Por ello se limpian con esmero las fuentes, se enraman y se adornan; se las cubre de follaje; se les ponen encima arcos y rosas y se les cerca de flores: "se limpian las fuentes en la noche de S. Juan para que "la flor del agua" pueda luego brotar limpia y pura." Para Juan Menéndez Pidal, la flor del agua, no es otra cosa que "los reflejos que produce en el agua el primer rayo de luz de la mañana de S. Juan" El Pbro. Enrique García Rendueles decía. "Lo primero que sale al dar las doce de la noche, en que comienza la fiesta de S. Juan, por ser bendecido por la Virgen o por el Santo." Casas, más poético, incide en la opinión primera: "es el primer beso del sol naciente al agua."
Asturias se puebla de gracias y liberaciones en esta mañana. Al decir de Eugenio Olavarría, San Juan bendice, a las doce de la noche, todo lo que existe sobre la tierra: campos , hierbas, montes, ríos y fuentes.
Las plantas
El aire y el relente de la noche sanjuanera santifican y dan fuerza a las plantas, planta por excelencia, portadora de mil virtudes, es en Asturias el trébol de cuatro hojas. Topar con él suponía tanto como encontrar la fortuna para toda la vida. Sigue en importancia la flor del saúco, conocido en nuestra región con los nombres de " sabú, sabucu, Xaúgu, benteiro, benitu etc." La fuerza de la costumbre ordenaba recogerle en la noche de S. Juan y secarle a la sombra en lugares bien ventilados.
En buena parte de la cornisa cantábrica se estimaba que la verbena, planta herbácea anual, fue sagrada para los celtas. Otra planta sanjuanera es el helecho, del que se cree que florece y grana a un tiempo en esa noche; coger sus flores supone la posesión de la felicidad y de la riqueza. Para la tradición llanisca, en esta mañana el perfume de las rosas se acrecienta en suavidad y poder.
Entre los muchos abogados del amor, San Juan discute la primacía con San Antonio, según Cabal:"Santo casamentero...es sobre todos el Señor San Juan."

3 comentarios:

  1. Son ritos paganos antiquísimos que fueron adoptados por el cristianismo para facilitar la "asimilación" del nuevo credo.
    Mi abuela me contó una vez como, siendo jovencita, montaban la "foguera" en un monte cercano al pueblo, en un sitio muy vistoso donde se dominaba el valle. Era muy bonito.

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  2. Cierto,como la costumbre de arrojar al fuego, todo lo que te hubiese perturbado durante ese año. Algún papelín que otro eche yo a la hoguera esa noche.

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  3. Yo me quedé con las ganas de echar los apuntes de la carrera, jajaja.
    Cierto es que el fuego embruja, contemplar las llamas es una verdadera hipnosis. Quizá por eso en San Juan tengamos la sensación de empezar algo nuevo.

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