lunes, 6 de diciembre de 2010

LA PESCA EN LOS RÍOS


Muchas familias asturianas obtenían de la pesca fluvial - trucha y salmón, principalmente - recursos importantes, sobre todo en los pueblos situados cerca de los ríos.

En Asturias la trucha se pescaba de varias maneras. El buen pescador lo era de caña, para lo cual requería habilidad, conocimiento del río y de los peces, de las condiciones climatológicas y del tipo de cebo que había que utilizar en cada época, y según la temperatura y el caudal de agua. Así el pescador de caña utilizaba "merucu" (lombriz de tierra), "gusarapa"(gusano que se cría en el río), "marabayo" (mosca en estado de larva), "piscardu", etc. Pero también se podía pescar con cebo artificial, es decir, con mosca seca o cucharilla. Sin embargo, se utilizaban con frecuencia otras muchas técnicas de pesca, todas ellas prohibidas desde hace años. Así, algunos empleaban redes( trasmayo, refuelle, brixel, traína o redón); otros usaban nasas, un recipiente con una gran boca, que se estrechaba para luego volver a ensancharse, hecha de "baniel.las o blingas" (tiras de madera muy finas y elásticas). en otros casos se secaba una acequia o una parte del río desviando el agua y se recogían los peces a mano. Algunos pescaban con "fisgas o trayentes" (tridente). Existían también técnicas de Pesca realmente brutales, como los consistentes en envenenar las aguas con cal viva, "muergu o peiros" de nuez machacados (la envoltura verde de la nuez ), o incluso lejía. Finalmente, había individuos realmente hábiles para pescar truchas a mano. Sea como fuere, muchas casas asturianas obtenían de las aguas de los ríos y arroyos recursos alimenticios o interesantes ingresos en metálico.

No obstante ni el pescador ni el cazador eran considerados oficios demasiado rentables, además, el pescado para las comunidades rurales . Una vez más, así lo manifiesta el dicho popular.

Vale más agua de carne, que carne de agua.


Antropología de Asturias
Adolfo García Martínez.

3 comentarios:

  1. Esto de la pesca lo he vivido de cerca. De chiquillos íbamos al río más que nada porque nos llevaba mi padre. La verdad es que yo me aburría un poco. Además había que pescar de una forma concienzuda, "trabajando" la orilla opuesta punto por punto. Me refiero a la cucharilla, que es el único sistema que yo he practicado. Lo del salmón ya me venía un poco grande, aunque creo que enganché uno en una ocasión con aparejo de trucha. Claro, rompìó enseguida y no lo llegué siquiera a ver...En aquellos tiempos había furtivos, que pescaban grandes cantidades por esos métodos que se reseñan ahí. Y además estaban los "ribereños", que eran los que más sabían y que tenían el río agotado.

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  2. En Laviana conocí de chiquilla gente que hacia grandes burradas y eso que ya lo tenían bastante vigilado. Tiraban al río cartuchos de dinamita para luego recoger las truchas. Una atrocidad.
    Vuelvo a lo de escribir, guárdate en el bolsillo una pequeña libreta de apuntes y haces lo que Juan Ramón Jiménez, cada idea que se te ocurra la vas apuntando y al cabo de un tiempo veras la cantidad de ideas que te puede aportar… ¡¡Uff!! Todo antes que las serias matemáticas.

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  3. Gracias por tus consejos, Marisa. Intentaré el sistema ese de la libreta, aunque, desde luego, no me puedo comparar con Juan Ramón. Pero con lo de las matemáticas no estoy de acuerdo. Me han proporcionado horas felices toda mi vida. Feliz semana.

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