Aunque el camino de Santiago en su vertiente asturiana sea menos transitado con respecto a otras vías de peregrinaje hacia Compostela, no es menos cierto que la calzada jacobea a su paso por Asturias depara una gran belleza y un buen número de atractivos culturales que poco o nada tienen que envidiar a otras rutas. Los problemas de señalización y el mal tránsito en algunos puntos, que han venido constatado los peregrinos, se van corrigiendo año tras año y Asturias vuelve a sonar como tierra de paso. No en vano, el Principado fue pionero en el peregrinaje a Santiago. Tres siglos antes de que comenzase el apogeo de esta ruta universal en el siglo XII, el monarca astur Alfonso II ya se había puesto en marcha hacia la tumba del apóstol. Fue en el año 829, inaugurando la ruta jacobea más antigua que se conoce. El rey en cuestión conectó la ciudad de Oviedo con Compostela a través de las tierras interiores de la Asturias occidental. Llegó hasta Iria Flavia, donde previamente el eremita Paio había tenido visiones de ángeles señalando un túmulo en el monte Libradón. Esta anunciación llegó a oídos del obispo Teodomiro, quien descubre el sepulcro y da cuenta a Alfonso II el Casto, que parte inmediatamente hacia Galicia y manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia de mampostería y barro. El mismo rey dio cumplida información a Carlomagno, y la noticia se propaga con rapidez por toda Europa
Algún tiempo después, esta ruta primitiva perderá su preeminencia en favor de la que discurre por la Meseta, aunque será transitada con asiduidad entre los siglos XI-XIII, cuando el culto a San Salvador de Oviedo actúa como un poderoso imán para numerosos peregrinos, que se desviaban del Camino francés en León y acudían a venerar el relicario de la Cámara Santa. Desde Oviedo seguían después los pasos de Alfonso II.
Pero además del itinerario seguido por el rey, la historia ha decidido que Asturias cuente con dos trazados principales del Camino de Santiago: la Ruta del Interior y la Ruta de la Costa. Ambas se aúnan para mostrar lo mejor de nuestra región: mar y montaña, arte, tradición, joyas arquitectónicas, gastronomía, villas populosas y parajes recónditos.
RUTA DE EL SALVADOR -(Puerto de Pajares-Oviedo). Esta es la conocida Ruta Interior y consta fundamentalmente de dos etapas que suman 58 kilómetros y medio. El Camino transita cerca de altas cumbres, bosques de hayas, extensas praderas y vertiginosos valles leoneses. Ya en tierras asturianas se encuentra la primera de las joyas prerrománicas que hallará el peregrino: Santa Cristina de Lena en el concejo de Pola de Lena. En este concejo podremos descansar en un albergue. Después, rumbo a la cercana villa de Mieres del Camino, la calzada jacobea atraviesa el lugar de Villallana y la localidad mierense de Ujo, punto obligado de referencia que conserva la mejor iglesia románica de la zona. A partir de aquí el Camino entra en el pasaje industrial de la Asturias central, prosiguiendo su avance por la vega del río Caudal. En la localidad de Olloniego se localiza un interesante conjunto histórico integrado por un viejo puente medieval y la Casatorre de los Quirós. En dirección a la capital asturiana, atravesamos La Manjoya y San Lázaro del Camino. Ya en el casco urbano, el itinerario recorre la calle de La Magdalena, llega a la plaza del Ayuntamiento y continúa hasta la plaza de la Catedral.
Ruta costera oriental (Bustio-Oviedo). Consta de 6 etapas que suman 128 kilómetros. El camino del Norte se adentra en Asturias por Bustio, y el camino a partir de aquí ofrece un paisaje de ríos, playas, acantilados,prados verdes y blanca caliza hasta llegar a la costa jurásica y la sierra del Sueve. Lo primero que atraviesa es el curso fluvial del Deva por el puente de Bustio, tendido entre Cantabria y Asturias. El Camino atraviesa seguidamente Colombres, capital del concejo de Ribadedeva, una tranquila villa donde se levantan suntuosos casonas de indianos, como La Quinta de Guadalupe, hoy sede del Archivo de Indianos. Rumbo a la villa de Llanes, el camino avanza a la sombra de la Sierra de Cuera, cruzando los lugares de Buelna, Pendueles, Vidiago, y Puertas de Vidiago. Llanes capital presenta un rico patrimonio histórico, con parte de sus murallas y edificios de época medieval y bellos palacios urbanos de los siglos XV-XVIII. Después la calzada discurre cerca del monasterio de San Salvador de Celorio y la iglesia románica de San Antolín de Bedón. Superada la hermosa localidad de Nueva y el puente del Aguamía, se alcanza la villa de Ribadesella. La ruta jacobea sigue el trazado de lo que antiguamente era la calle Mayor -ante soportales y casas blasonadas de los siglo XVI-XIX y la fachada plateresca del palacio renacentista del Cutre, hoy Ayuntamiento. Por el puente sobre el río Sella se llega al arenal de Santa Marina, desde allí el trazado jacobeo se dirige a San Pedro, Abeu y Leces, donde hay un albergue de peregrinos. El Camino abandona el concejo de Ribadesella por la bella y extensa playa de Vega y la aldea de Berbes. Recorre a continuación, muy cerca del mar, la costa del concejo de Caravia y desemboca en la playa y venta de La Espasa, ya en términos del concejo Colungués. Por Bueño y Covián se acerca a la villa de Colunga que preserva la capilla de su hospital de peregrinos y su antigua parroquial románica. En Villaviciosa se encuentra Nuestra Señora de la Oliva, iglesia protogótica. Más adelante, el Camino discurre al lado de la iglesia románica de San Juan de Amandi y rebasa el río Valdediós por el puente de Amandi. La Ruta de la Costa prosigue su andadura por Grases y Niévares, va en busca de la ciudad de Gijón, a la que se aproxima por las parroquias de Deva y Cabueñes.
RUTA COSTERA OCCIDENTAL - (Oviedo-Santiago de Abres) 7 etapas, un total de 155 kilómetros. Avilés, fundada en el año 1100, es la villa costera más antigua de la ruta. En dirección a ella, el camino recorre las feligresías de Santa Eulalia del Valle y San Juan de Tamón, en Carreño, y la de San Vicente de Trasona, en el vecino concejo de Corvera. Luego se introduce en el casco antiguo de Avilés por la calle del Rivero, donde hubo un hospital de peregrinos, próximo al actual albergue, y va descubriendo a su paso notables monumentos de época medieval. De Avilés pasa al concejo de Castrillón, donde atraviesa Quiloño, Piedras Blancas, la capital municipal, y Santiago del Monte. Se dirige seguidamente al río Nalón, cuyo cauce supera, en términos del concejo de Soto del Barco, por el puente de la carretera N-632, situado a los pies del castillo medieval de San Martín. Continúa, ya en tierras del concejo de Cudillero, por los lugares de El Pito, donde se encuentra el magnífico conjunto arquitectónico de los Selgas, y Soto de Luiña, donde pasa entre la iglesia barroca de Santa María y la casa del hospital de Nuestra Señora del Rosario. Luarca conserva viejas casas blasonadas y bonitas construcciones indianas. En Almuña, en las inmediaciones de la villa, está instalado un albergue de peregrinos. La ruta continúa hacia Navia vadeando el río Frejulfe. En la parte alta de Navia, que estuvo amurallada, se conservan algunas edificaciones de época moderna; en el ensanche, se ubican bellos palacetes de indianos. Una vez rebasada la ría, el Camino recorre, en rápido tránsito, el concejo de Coaña, recalando en el hospital y capilla de Santa Ana en Jarrio y en el lugar de Cartavio, antes de aventurarse por el concejo de El Franco, cuya capital, La Caridad, atraviesa. La ruta franquea el río Porcía, límite entre los concejos de El Franco y Tapia de Casariego. Un ramal del Camino conduce a Tapia de Casariego, capital del homónimo concejo, que dispone de albergue. Ya en tierras del concejo de Vegadeo, y tras atravesar su capital, tomamos el Camino Real de Bustelo que lleva al río Eo y a las villas de Figueras y Castropol. Ambas localidades contaron históricamente con hospital de peregrinos. Desde ellos puede cruzarse la ría, como antaño, gracias a un servicio que regularmente efectúa el paso a Ribadeo, primera localidad gallega que recibe el Camino de la Costa.
CAMINO PRIMITIVO - (Oviedo-Fonsagrada) 9 etapas, un total de 154 kilómetros. Según la ruta que siguió el monarca, el camino transcurre inicialmente por los municipios de Oviedo y las Regueras para entrar en Grado después de atravesar el rio Nalón por el Puente de Peñaflor. Por el territorio de Grado cruzó también una calzada romana que penetraba en Asturias por el Puerto de la Mesa. Hay referencias de la existencia de tres hospitales en el concejo. Tras el Santuario del Fresno nos adentramos en Salas. Estamos probablemente ante una de las etapas con mayor densidad monumental del Camino primitivo asturiano. En el territorio salense hubo varios hospitales de peregrinos. Hay constancia de la existencia de hospitales en: Cornellana, Salas, La Espina, Labio y Faedo. El Camino continúa hacia Tineo por la margen derecha del rio Nonaya. Allá por 1222 el rey Alfonso IX mandará que todos los peregrinos transiten por Tineo y por el Monasterio de Obona. Abandonamos el muncipio en La Lavadoira para adentrarnos en el concejo de Allande y acercarnos a su capital municipal, Pola de Allande, que cuenta con albergue. Es uno de los tramos más despoblados de todo el itinerario jacobeo asturiano, pero tiene el particular encanto de disfrutar de uno de los más bellos parajes de la montaña asturiana que nos conducen a Grandas de Salime, el último concejo de esta ruta en tierras del Principado.
"DesdeAsturias.com"
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