La Foncalada se encuentra situada al NO de Oviedo, en la confluencia de la calle Gascona y calle Foncalada.
Alfonso III la mandó construir para proteger un manantial de agua potable que brotaba junto al antiguo camino que unía los palacios del Naranco y la ciudad de Oviedo. La mención más antigua de este monumento data del 1096: en una donación de Alfonso VI a la catedral de Oviedo se cita "Fonte incalata".
La fuente está situada sobre un manantial natural, aprovechando la zona de pendiente de la escorrentía. Se preparó la construcción del monumento excavando una fosa, la cuál se acondicionó para sustentar el nivel superior por medio de enormes bloques de piedra consta de un canal cubierto de una anchura media de un metro, formado por bloques calizos labrados en sillería. Además se puede reconocer con facilidad el templete de planta cuadrangular con cubierta a dos aguas que sirve para realzar la salida de agua al exterior y un pequeño estanque que detiene el caudal del agua.
Es la obra civil de carácter público más antigua de Oviedo y, hasta principios del siglo XX, todavía era usada por los ovetenses como fuente y lavadero. Posteriormente, el 4 de junio de 1931, fue declarada monumento.
Un edificio que durante años ha sido injustamente olvidado y marginado, entre horrendos edificios que le dan sombra y le restan monumentalidad. Una construcción tan excepcional como esta, si estuviera en cualquier país europeo un poco avanzado, sería cuidada con mimo por las autoridades. Pero, como en general sucede con el prerrománico asturiano... Spain is different...
ResponderEliminarSaludos.
¡¡Qué razón más grande tienes,si solo fuera esto...!!
ResponderEliminarBuenas noches.
A mí me dejó cautivada. No entiendo cómo pueden tenerla tan olvidada, tan abandonada. Es un lugar mágico.
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