miércoles, 21 de julio de 2010

CONCEJO DE CARREÑO-(CANDÁS)


En la Edad Media, el concejo de Carreño perteneció a las tierras de Gauzon y después se integró en el alfoz de Avilés, pero no fue hasta el siglo XIII, cuando el concejo de Carreño fue reconocido como territorio autónomo y dotado de una puebla. Esta autonomía no duraría mucho pues Fernando IV, otorga al concejo de Avilés una serie de tierras entre las que estaban las de Carreño incluidas, siendo su capacidad limitada frente a las decisiones de Avilés.
Sí hay que decir, que Carreño fue siempre de realengo, sin dependencia de señoríos y estuvo representado en las Juntas Generales del Principado desde los siglos XIV y XV, estando integrado en el partido llamado de Avilés, aunque esto no quiere decir que en sus tierras no existiera aristocracia regional o local.
En los siglos XV y XVI, la villa de Candás ya tiene un reconocido tráfico portuario y pesquero, así en el siglo XVI, se hacen las reformas del puerto en el que participa Juan Cerecedo, maestro de obras de la Catedral de Oviedo. En el XVII, ya la villa de Candás empieza a ser un núcleo de población destacado, contando con un maestro, un cirujano, etc.
No es hasta el siglo XVII, cuando consigue su emancipación definitiva del alfoz avilesino, comprando el concejo de Carreño a la abadía de Santa María de Arbas del Puerto, su coto de Overiz, convirtiéndose en un municipio autónomo y unificado tal como lo conocemos hoy en día.
En el siglo XVIII, hay una gran actividad portuaria de astilleros para la construcción y reparación de barcos. Hay que tener en cuenta que Candás era un importante puerto pesquero. En la falda del monte San Sebastián, estaba la fabrica con las calderas para derretir la grasa de las ballenas. En este siglo se fundan las cofradías de pescadores de Nuestra Señora del Carmen y las Ánimas del Purgatorio. Se hacen nuevos arreglos en el puerto y se instalan los cañones en el promontorio de San Antonio para la defensa de la villa. En este siglo es cuando todas las funciones administrativas se centralizan en las casas consistoriales de Candás.
La villa de Candás ha estado desde antiguo estrechamente vinculada a la actividad marítima, por lo que no hubo a lo largo de los tiempos una aspiración mayor que un puerto que respondiera a su constante vitalidad marinera. Así, desde finales del siglo XIX fue base de una numerosa flota pesquera que impulsaría la formación de la importante industria conservera local. Aún siendo primordial y fundamental la configuración de este puerto como base para garantizar la actividad pesquera y fabril, y con ello la economía de supervivencia de sus gentes, los muelles locales han contribuido en el caso de Candás a identificarse, casi solidificarse con la población y determinar, ya no sólo el aspecto urbanístico de sus calles, la red de saneamiento, las ceremonias culturales y religiosas, las formas de ocio o de esparcimiento, sino incluso, a moldear su carácter y costumbres. Todos esos elementos enraizados por generaciones y durante siglos en un apego constante al puerto de los candasinos.

2 comentarios:

  1. Como de costumbre, una síntesis más que interesante de la historia del concejo y de esa villa en la que uno se encuentra como en su propia casa. ¡Puxa Candás!

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  2. Es una lástima que quienes deberían cuidar este hermoso concejo, lo hayan sometido y lo sigan sometiendo a la degradación más tremenda.
    ¡Puxa Candás siempre!. Pero que alguien más lo lleve en su corazón, no solo los vecinos.
    Un saludo y magnífico trabajo. Como siempre.

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