viernes, 14 de mayo de 2010

GIJÓN EL HUMEDAL-1.784




Una de las obras más importantes que se registran, es la desecación de los terrenos pantanosos conocidos con el nombre de Humedal, y que bajo la iniciativa de los señores Jovellanos, se llevó felizmente a término. a pesar de que según un documento antiguo: "El Humedal era antiguamente monte de árboles de robles y hayas, abedules, omeros y rozas hasta Montevíl, donde iban los pescadores de la villa de Gijón, por la corteza para teñir las redes, y en común se gozaba la leña y eran pastos y guarecimientos de los ganados mayores y menores de dicha villa y comunes de ella que estaban abertales". Esto debió de ser en fecha muy atrasada, en el supuesto de que en los acuerdos municipales desde el siglo XVI hasta el día no hemos visto sino calificar este terreno como lagunoso y harto propenso para el desarrollo de calenturas, y tercianas en los meses de estío; de aquí que fuera sumamente oportuno atender a su desecación, a fin de evitar las condiciones perniciosas de su existencia; no obstante nada había podido hacerse hasta entonces, pues si bien ya en el año de 1.700, se acordó por el Ayuntamiento cerrar de pared seca todas las avenidas que conducían a aquel sitio, y en el de 1.777, se aprobó un proyecto formulado por D. Manuel Reguera, director de obras del puerto para desaguar el Humedal, con utilidad de la salud pública, transformándole en delicioso paseo y vastas alamedas; nada se resolvió en definitiva hasta el año de 1. 784, en el que el señor Jovellanos consiguió del Supremo Consejo la real orden aprobatoria, según el mismo nos dice en una carta dirigida a su hermano D. Francisco.
Tres años duraron las obras, bajo la acertada dirección como ya hemos dicho del Alférez Mayor .Después de hechos los correspondientes cierros con muy buena pared, se cedieron en arriendo y en foro a varias personas, disponiéndose también varios plantíos para construir paseos y recreo público.
Algunos párrafos de las cartas de Jovellanos dirigidas a distintas personas, en las que con gran fuerza de raciocinio y un estilo propio, se regocija con las mejoras, paseos y plantíos que se realizan, e insiste en la consumación de las que están en proyecto:
"Estamos, pues, en, en el caso de convertir este sitio (el Humedal) en uno de los más deliciosos que tenga Asturias: y de disponer de un paseo maravilloso. Lo que importa es dividir las suertes en una forma agradable y obligar a todo el mundo a que adorne los lindes con buenos árboles, atando este artículo con buenos reglamentos y velando cuidadosamente sobre la observancia". 24 de Noviembre de 1.784.

2 comentarios:

  1. Es una pena que el Humedal proyectado a instancia de Jovellanos haya desaparecido comido por la especulación y las reformas urbanas.
    Supongo que recordaras aquellas hileras de árboles (¿eran tilos?) que había en La Acerona y que el Ilmo. Ayto. taló insensiblemente en los años sesenta.
    Un tema interesante a recordar serían las viejas fortificaciones de principios del XIX, que cerraban la Villa desde la calle Capua, por Begoña y la Puerta de la Villa, Humedal y estación del ferrocarril hasta terminar a orillas de la playa de Pando, actual Poniente.
    Saludos.

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  2. Tu eres muy joven y ya hace muchos años que desapareció el rastro, mi abuela tenía una casina en la calle Avilés justo en el sitio que ocupaban las oficinas de los Alsas. Los domingos me fascinaba perderme entre los quincalleros y charlatanes. Aquello si que era un rastro, no el de ahora. Pufff que vieja soy.
    Un saludo.

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