martes, 29 de marzo de 2011

LOS MERCADERES ASTURIANOS EN EL SIGLO XVI




Las actividades mercantiles y los beneficios del comercio eran ejercidos y recogidos por los mercaderes asturianos. Mercaderes cuya actividad abarcaba todas las posibilidades del escaso mercado regional. Con barcos propios o con el aprovechamiento de los que venían con sal y otras mercancías, embarcaban para Portugal, Andalucía, puertos cantábricos, franceses e ingleses, los productos locales, y traían lo que el Principado necesitaba, o por su rentabilidad les interesaba.

Los puertos marítimos eran los principales centros comerciales y pesqueros. A continuación de Avilés y Gijón, seguían en importancia, Villaviciosa, Ribadesella, Llanes, Pravia. En todos ellos y en otras villas costeras, se hacen numerosas obras en estos años de finales del siglo XV y primera mitad del XVI. Obras hechas, unas veces para la reconstrucción de una villa destruída por un incendio, caso de Llanes, otras por necesidades defensivas de los ataques franceses, y que abarcan desde empedrar calles, reparar fuentes, edificar casas del concejo, pero, sobre todo se arreglan y construyen muelles para la carga y descarga de mercancías, y para la actividad pesquera. Rodrigo Alonso de León, el mercader avilesino, en 1.512, ha solicitado en nombre de la villa de Avilés, licencia para echar por sisa 60.000 mar., y acabar una torre en la boca de la ría, por temor a ser atacados de nuevo por los franceses. De 1.527 a 1.536, se habla de la gran necesidad existente en la misma villa de construir un cay para la carga y descarga de mercancías.

En 1.511 en Ribadesella se ordena al Corregidor se informe de las necesidades de Ribadesella para construir un muelle de cal y canto y arreglar los caminos. Gijón, Candás y Cudillero, son otras localidades que arreglan sus puertos en estos años. Estos puertos eran base de muy pocos barcos, los más eran pequeñas embarcaciones dedicadas a la pesca de bajura. En 1.537 eran treinta y siete los navíos de propietarios asturianos de más de cuarenta toneladas: doce en el puerto de Gijón, de los cuales nueve eran propiedad de Gregorio de Jove; nueve en Avilés, en donde están los de mayor tonelaje, cinco son de los Alas, uno de Julián Miranda; en Villaviciosa hay cuatro, figurando Hevias y Valdés entre sus dueños, y cinco en Llanes y siete en Ribadesella La actividad pesquera formaba parte de los negocios de los comerciantes.
Participaban en la pesca de bajura, y en la de los bancos irlandeses, a donde se desplazaban con asiduidad los asturianos, generalmente agrupados y con armas para hacer frente a los ataques franceses. Mercaderes como los León y los Alas, enviaban barcos suyos a las pesquerías de Terranova, otros se ocupaban de la pesca de la ballena, en las costas asturianas, por donde pasaban a partir de Noviembre. Así Juan García de Jove y otros vecinos de Gijón, iban a Orio y otras partes de Guipúzcoa para contratar marineros expertos. Los lugares de asentamientos comerciales de más importancia eran Avilés, Gijón, y a distancia de Oviedo. En ellos vivían los Alas, Carreño, León, Joves, Llanos, Bandujo, Cifuentes, Ribera, Arana, Carrio, Hevias, Valdés. Son los hombres que durante esta época rigen los canales de distribución y mercado del comercio asturiano. Personas que a la vez tenían el arrendamiento de los alfolís, eran recaudadores de impuestos, así como regidores, escribanos, jueces, en las localidades donde residían; y cuyos enlaces con los nobles principales, de los que formaban parte en muchos casos, los vinculaban a los mismos intereses de la nobleza, siendo su aspiración llegar a formar parte del status nobiliario. Para lo cual la actividad comercial era el medio que les permitía hacerse con el dinero necesario para poder acceder al ideal de vida noble, mediante la compra de tierras, fundación de mayorazgos, y con la meta del título nobiliario.


Oviedo y el Principado de Asturias a fines de la Edad media.
Margarita Cuartas Rivero-

1 comentario:

  1. Muy interesante, como siempre, este relato. Desconocía este periodo de la historia asturiana, como otros muchos.

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