lunes, 25 de octubre de 2010

DEFENSA DE LOS PUERTOS ASTURIANOS S.XVIII


INFORME DEL INGENIERO MILITAR THOMAS PASQUAL DE MAUPOEY

Algunos de los puertos pertenecientes a la descripción de la costa de Asturias en 1.806los puertos, ensenadas, baterías, ciudades, villas, caminos, ríos, etc... de la costa del Principado de Asturias, y un estado de la fuerza que se contempla necesaria para la debida custodia de los fuertes y puntos donde puede verificarse invasión, como así mismo el de las vigías, y demás investigaciones conducentes para la debida seguridad de este Principado. Todo ejecutado por el capitán 2º del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército Don Thomas Pasqual de Maupoey, en el reconocimiento que por superior orden ejecutó, de la enunciada costa en el año de 1805.

Ribadesella.- Villa situada entre unos montes que la resguardan de los temporales como asimismo a su hermosa ría, que corre por su pie. Su caserío es bastante regular, su población asciende a 150 vecinos, y su tráfico es de los más frecuentes de la costa. La entrada de la sobredicha ría es muy peligrosa, pero una vez verificada, están los buques tranquilos, y quedan en flote continuo, hasta las fragatas mercantiles. La defensa de este puerto consiste en una batería, situada en la elevada cumbre del monte de la Guía, que defiende su entrada con 3 cañones de a 16, pero con fuego fijamente, y tal que pueden con alguna precaución, pasar las lanchas por su pie sin recibir daño de la artillería; pero como con la fusilería puede descubrirse, y flanquearse a satisfacción el defecto de aquella arma, contemplo ineficaz cualquiera otra advertencia, ni aumento que se pretenda para este punto.

Lastres.- Villa situada en una rápida ladera, en medio de barrancos penosamente transitables, contiene 200 vecinos, y entre ellos algunos bien acomodados. La concha de este puerto ( la cual no tiene barra) se forma por los montes de Penote y San Roque hallándose en lo elevado de éste una batería de figura parabólica (pero abierta por la gola, y sirve de paso a las gentes y caballerías etc. ...) con dos cañones de a 16, y tiene por objeto la defensa del puerto, y el proteger los mercantes, que tengan que montar el cabo de Lastres, distantes de ella media legua.

Puntal y ría de Villaviciosa.- La barra de esta ría es sumamente difícil, pues en la confluencia de ella con el mar, hay una grande losa, que queda descubierta como cosa de un pie en la bajamar de aguas vivas, y sirve como de barrera a los buques, que forzosamente la han de salvar, para verificar su entrada en el puerto. A pesar de este impedimento entran bergantines, urcas de bastante porte. La batería de Tazones flanquea la barra de esta ría, y a más tiene en lo interior de ella una casa llamada del Puntal, en donde se pone un corto destacamento para su custodia.

Cabo de San Lorenzo.- A la parte del Este del cabo de San Lorenzo y a la distancia de una legua de Gijón, se halla en la caída de una montaña, la batería llamada de San Lorenzo, con dos cañones del calibre de a 16 con el objeto de evitar las continuas piraterías, que cometían los enemigos, con cuantos buques salían del enunciado puerto de Gijón, y los que navegaban de Oeste a Este pues al tiempo de montar dicho cabo se veían diariamente acometidos por los corsarios que se apostaban en este punto. Este destacamento debe vigilar de algunos atracaderos que hay hacia la parte del Este, los cuales son accesibles en tiempos serenos. Esta batería se halla en el debido estado de servicio que conviene, y se han hecho últimamente en ella lo que está mandado por Real Orden de 22 de octubre de 1805.

Gijón.- Entre las poblaciones del Principado tiene la primacía, después de la capital, la villa de Gijón; la cual se halla situada en una hermosa, y despejada llanura; su caserío por lo general es de solo un piso pero bueno, y sus calles anchas, y rectas, sus comestibles abundantes, su campiña, a excepción de los dos grandes arenales que tiene a su inmediación, es pingüe y deliciosa, y contiene 1200 vecinos. Este puerto es el único de las Asturias, habilitado para América, para cuyo destino salen anualmente de 12 a 14 embarcaciones. La dársena de Gijón está contigua a él, y entran por su boquete hasta fragatas mercantiles, en donde gozan un seguro refugio contra los temporales; pero tiene la contra de que en bajamar queda enteramente en seco, y de consiguiente los buques padecen notablemente; a más tiene este puerto, la notable falta, que lo común de los de la costa de Asturias, y es la barra que impide la entrada, y salida de las embarcaciones, pues se necesita viento y marea para salvarla, cuya detención origina muchas averías en tiempos borrascosos, a pesar del buen fondeadero de Musel que hay delante de la batería de Arnás. Hay también ocasiones en las sicigias, en que se puede entrar sin necesidad de marea, pero siempre se hace precisa la detención para lograr la dársena.
Las aguas de esta concha quedan bien defendidas, con las tres baterías que las flanquean, esto es, la de Santa Catalina con 5 cañones de a 24, la del muelle con tres cañones de bronce del calibre de a 8, y la de Arnás con 4 de a 24, y lo propio sucede con la ensenada del Oeste llamada de San Pedro en donde hay igualmente una batería de este nombre con 4 cañones del calibre de 24 que defiende esta entrada.

La guarnición actual, es insuficiente para sostener un regular desembarco, pues contempla necesariamente de 1200 a 1500 hombres. Si el enemigo intentase alguna invasión en esta costa por parte alguna, debiera temerse que por esta villa, pues su comercio, su inmediación a la capital, cuya distancia es de 4 leguas, y camino real y las fábricas de armas y municiones de Oviedo y Trubia son otros tantos alicientes que obligan a persuadirnos de esta verdad, aunque no obstante no contemplo un caso igual, si no bien distante de que llegue a debido efecto.

Batería de San Pedro.- Esta batería se halla al Este de Gijón, y con 4 cañones de a 24 defiende la entrada, y arenal de este nombre, hasta el río Piles, y evita con la de Santa Catalina, el abrigo de todo buque enemigo, que quisiera aproximarse a la inmediación de la montaña, sobre que existen ambas. Esta batería hubiese sido conveniente el avanzarla hacia la parte del norte a fin de que descubriese y defendiese mejor el pie de la sobredicha montaña de Santa Catalina, y las aguas que median hasta el cabo de San Lorenzo, pero tal vez el aparente riesgo que manifiesta el arenal de San Pedro, obligaría a construirla en un puesto tan retirado. Conviene el hacer esta advertencia porque siempre se ha creído accesible, y aun el punto más conveniente para verificar cualquier desembarco, pero si se ha de dar crédito a los inteligentes, debe tenerse por cuasi impracticable, y de consiguiente libre de cualquier tentativa del enemigo. En efecto jamás fondea buque alguno en dicha ensenada, ni aun las pequeñas lanchas del puerto frecuentan sus inmediaciones.

Batería de Santa Catalina.- La batería de más consideración de la costa, es la de Santa Catalina, y se halla al Norte de Gijón con 5 cañones de 24 que cruzando su fuego, con la de San Pedro, la del muelle y de Arnás, impide la aproximación de los enemigos a cualquier punto de las aguas que bañan a este puerto. Está enteramente en buen estado de servicio, tanto su explanada, y barbeta, como su repuesto, tinglado y cuerpo de guardia.
Batería del muelle.- Sobre el murallón que cubre la dársena del puerto de Gijón, se halla situada una batería con tres cañones de bronce del calibre de 8 cuyos rasantes fuegos defienden la entrada de la barra, y la del estrecho boquete de la dársena; en donde hay situada una guardia, para la tranquilidad de la gente de mar, y para evitar que entren, y salgan las embarcaciones del puerto, sin los precisos requisitos. Esta batería se halla en buen estado, a excepción de los tiempos lluviosos que por tener horizontal el techo superior del revestimiento del talud de la muralla, se reembalsan las aguas, y filtran necesariamente la bóveda del cuerpo de guardia; cuyo reparo sería sumamente dispendioso.

Candás.- Villa de poca consideración, situada en la falda de una grande colina, y tiene un pequeño muelle en su concha que sirve para abrigo de pinazas, y pequeños pataches, los cuales necesitan precisamente marea para su entrada y salida. Tiene para su defensa una batería con tres cañones de 24, de donde entendida su poca utilidad, y el ningún auxilio que puede prestar a los mercantes, convendrá el que extraiga uno de sus cañones, y se traslade a la nueva batería de Llumeres.
Esta obra se halla en buen estado. El destacamento de Candás deberá vigilar desde el río Aboño, de donde dista solo una legua, y en cuyo espacio hay tres atracaderos, para lanchas de remo.

Luanco.- Villa de 400 vecinos, pero los más son gentes de mar, y poco acaudalados, se halla situada, en la concurrencia de dos suaves caídas, y contigua a una ensenada en donde existe un murallón para resguardo de los buques, suficiente hasta las 150 toneladas. A un cuarto de hora de este puerto se halla, sobre la punta de la Baca, situada una batería con tres cañones de 24, que defiende un surgidero, que está a un frente, en el cual, aseguran los naturales, que puedan fondear fragatas de guerra, pero está sumamente desabrigado, flanquea así mismo, la entrada del puerto, y su barra, sobre la que hay en bajamar de aguas vivas de 20 a 21 pies de agua. Este destacamento debe vigilar de 3 atracaderos, que hay desde el puerto de Candás, hasta esta villa distante media legua larga, y sería muy conveniente, respecto a los pocos oficiales, y tropa que se hallan destinados para la guarnición de esta costa, que el oficial destinado en Luanco fuese también jefe principal de los destacamentos de Candás, y Llumeres, en atención a la corta distancia de uno y otro punto.

San Juan de Nieva.- En la embocadura de la ría de Avilés, y distante a una legua larga por mar, y legua y media por tierra de esta villa, se halla colocada una batería con 4 cañones de a 24, la cual defiende la entrada y concha inmediata que es el fondeadero. Tiene esta batería la contra de que los enemigos pueden arrimarse y navegar desde Peñas hasta un tiro largo de fusil de ella, sin que su artillería, pueda causarles el menor obstáculo, pues lo imposibilita la punta misma, sobre que está formada la batería, y de consiguiente, su utilidad se reduce a la sola entrada de la ría, pero de modo alguno, a la característica de las pequeñas baterías de la costa que es la de proteger los mercantes.
En esta inteligencia nunca estaría de más el que se sacase provisionalmente un cañón, y se pusiese sobre la parte más avanzada.
La ría de Avilés es de muy poca profundidad, lo que precisa a los mercantes a dejar sus buques en la concha, y transportar sus efectos a la villa por medio de lanchas. Y aun éstas forzosamente tienen que esperar la marea.



3 comentarios:

  1. Los cañones de esas baterías de Gijón deben ser sin duda los que aún sirven de bolardos en el muelle viejo. Dos de ellos fueron rescatados y restaurados y se pueden ver en la "casa de las piezas".
    Un saludo.

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  2. Que sería de mi sin ti, menudo memorión tienes. Ahora dime ¿Dónde está la casa de las piezas?
    Saludos.

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  3. En la subida al cerro, por el lado del muelle, un poco para arriba de la Cruz Roja, justo enfrente del comienzo de la calle Honesto Batalón.
    Aunque... hay quien dice que no es la auténtica "casa de las piezas", que se trata de un fortín posterior y que la verdadera "casa" estaba más abajo, a la altura de la escultura "Noroeste".
    Saludos (y sin mi te defenderías muy bien, no necesitas de nadie, jejeje).

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