domingo, 21 de noviembre de 2010

EL CARBÓN DE ROBLE


Lo primero que necesitaban los herreros para poder trabajar, además del acero y demás metales que empleaban para realizar sus trabajos, era el carbón vegetal, que era con lo que calentaban las piezas cuando las tenían que preparar para que estuviesen perfectas para el trabajo.

Este carbón se obtenía de la raíz del "ganzo"(brezo), que tenía una cepa, que en algunos casos era del tamaño de un "maniego"; el carbón se solía hacer en el monte, allí donde había bastante brezo, se hacía un hoyo en el suelo, y las "cepas" se habrían en trozos como si fuesen astillas, y se hiban colocando dentro de la "foya"(un hoyo hecho en el suelo), y se le prendía fuego con el fin de que fuesen quemando muy ligeramente; cuando se veía que el fuego iba dominando toda la pila, que era de forma de cono, se cubría con tierra muy bien con el fin de que el fuego no quemase por completo los trozos de madera.

Este trabajo había que tener buen cuidado que no quedase algún respiradero, porque entonces quemaba por completo, y en vez de salir carbón, quedaba convertido en ceniza.


Para la fabricación de carbón de roble, según algunos informantes, el proceso era el siguiente:

("Se talaban los árboles y se "arrollaban" hasta el fondo de las laderas, si el monte era pendiente; allí se hacía una pequeña explanada como una especie de era, que se llamaba "torco" en algunas zonas. Se troceaban los troncos y se partían en tacos pequeños. Se hacía un hueco en el suelo más o menos grande, la "foya", según la cantidad de carbón que se quisiese hacer de una vez. Los tacos de madera se colocaban en forma de cono y se les prendía fuego. Cuando el carbonero veía que estaba a medias de quemar, cubría el montón con una fina capa de tierra para que el fuego quedase ahogado y la combustión fuese lenta, sin aire, y así se obtenía el carbón. Había que tener gran cuidado de que no quedasen chimeneas, porque entonces se avivaba el fuego y quemaba toda la "foyada". Al día siguiente se habría la "foya" y se iba quitando con cuidado la tierra, teniendo buena precaución que no fuese alguna brasa. Aún hoy se pueden observar muchos "torcos" por algunos montes de Asturias").


Los carboneros podían ser solo eso, es decir, vendían el carbón o lo hacían por encargo, pero muchos eran también herreros. Era considerable la cantidad de madera y de raíces que se gastaban en épocas pasadas para obtener carbón; la extracción de las raíces de brezo y la posterior fabricación del carbón perjudicaba mucho a la apicultura, pues reducía la flor y el humo dañaba a las abejas, como quedó reflejado en las disputas habidas entre los vecinos del ayuntamiento de Santa Eulalia y loa de San Martín de Oscos, según consta en el Archivo del Marqués de Ferrera (1.784-1.785). La tala de árboles para obtener carbón colaboró, sin duda, a la deforestación de nuestros bosques, sobre todo durante los siglos XVII y XVIII.


Adolfo García Martínez- Antropología de Asturias.

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