"...Y en el caso de que falleciera en Gijón mando que se me dé sepultura en el nuevo cementerio a cuya construcción he contribuido con mis continuos ruegos y solicitud, previniendo que si no hubiera inconveniente se me dé sepultura cerca de la puerta para que mis huesos reposen al lado de los de mis padres y hermanos que yacen en la capilla de nuestra familia contigua a la citada puerta, que con consentimiento mío se abrió desde ella."
Este deseo de Jovellanos en su testamento, refleja el ejemplo, que el y otros ilustrados pretendían dar, de querer ser enterrados en cementerios y no dentro de las iglesias, evitando así los frecuentes focos de insalubridad, antihigiene y epidemias que esto motivaba. Gaspar Melchor de Jovellanos se refiere al cementerio de la Visitación situado, hasta que se inaguró el de Ceares, en el lugar llamado "Tras la Iglesia" o Prado de Llanos, que cedieron al ayuntamiento para tal fin su propia familia y la de los marqueses de Santa Cruz y de San Esteban y que, como el propio Jovellanos cita, estaba anexo a la capilla de Los Remedios, donde efectivamente hoy reposan sus restos y sede en tiempos del Gremio de Canteros, Labrantes, Manposteros y Peones de Gijón.
Ciertamente, los restos de Jovellanos sufrieron un trasiego desde su muerte en noviembre de 1.811, hasta su descanso definitivo en Los Remedios. Primero fue enterrado dentro de la iglesia de Puerto de Vega, localidad donde murió.
"En veintinueve de noviembre de mil ochocientos once, yo el infrascrito, cura párroco de Santa María del Puerto de Vega, di sepultura eclesiástica al cadáver del Excmo. Señor don Melchor Gaspar de Jovellanos, soltero, natural de Gijón; murió el día anterior auxiliado de los Santos Sacramentos de Penitencia, Viático y Extremaunción; aquí no testó; y para que conste lo firmo dicho día, mes y año ut supra. Firmado: Pedro Pérez Tames Hevia".
El 24 de septiembre de 1.814 fueron exhumados los restos de Jovellanos, y al día siguiente la comitiva salía para Gijón, llegando dos días después. Parece ser que fue enterrado primero en un humilde nocho del cementerio junto a la iglesia y, 28 años más tarde, de nuevo sus restos son exhumados y enterrados en un lugar más digno de la iglesia Mayor de Gijón, en la llamada "Capilla de las Ánimas". Esto fue en 1.842.
Cuando casi 100 años después, con motivo de la Guerra Civil, la iglesia sufrió un incendio, fue Emilio Robles Muñiz "Pachín de Melás" escritor y poeta en lengua asturiana, con la ayuda del alcalde anarquista Avelino González Mallada, recuperó la caja mortuotia y la lápida (ya dañadas) y las trasladó a la Escuela de Comercio. Allí permanecieron los restos hasta que de nuevo son objeto de su traslado, esta vez hasta el cercano Instituto Jovellanos, donde quedaron depositados unos meses. en 1.940 reciben sepultura en la casa familiar, de donde son de nuevo removidos cuando se acomete el arreglo de la capilla de los Remedios. Terminados estos arreglos en el año 1.978, es el 3 de febrero de este año cuando los restos mortales de Jovellanos reposan en el monumento funerario que tiene este texto grabado:
D.O.M.
Aquí yace el Excmo. Sr.D.Gaspar de Jovellanos, Ministro, padre de la patria, no menos respetable por sus virtudes que admirable por sus talentos; urbano, recto, íntegro, celoso promovedor de la cultura y de todo adelantamiento en su país: literato, orador, poeta, jurisconsulto, folósofo, economista; distinguido en todos los géneros, en muchos eminente; honra principal de España mientras vivió y eterna gloria de su provincia y su familia, que consagra a su esclarecida memoria este humilde monumento.
R.I.P.
Nació en Gijón en 1. 744-Murió en el Puerto de Vega en 1.811.
Biblioteca Gijonesa del Siglo XX
Luis Miguel Piñera.
NO SABES LA ALEGRIA QUE ME DIO DE VER UN ASTURIANU Y ADEMÁS HACIENDONOS PARTICIPES DE LAS HISTORIAS Y MITOS DE ESA TIERRA PRECIOSA QUE YE ASTURIAS, LA NUESTRA ASTURIAS, UN BESIN MUY MUY GRANDE DE ESTA ASTURIANA.
ResponderEliminarGracias Xiana bienvenida. Un abrazo.
ResponderEliminarAl fin el buen Jovino encontró un lugar para su descanso eterno.
ResponderEliminarSaludos.