martes, 12 de octubre de 2010

LA UNIVERSIDAD LABORAL - GIJÓN -


La Universidad Laboral de Gijón se encuentra situada en Gijón (Asturias, España), concretamente en la parroquia de Cabueñes, a poco más de tres kilómetros del centro urbano. Construida entre 1946 y 1956, es la obra arquitectónica más importante realizada en el siglo XX en Asturias y es considerada, con sus 270 000 m², el edificio más grande de España.
A mediados de los años cuarenta del siglo XX, como consecuencia de un grave accidente laboral en una mina de la cuenca del Caudal, el subsecretario del Ministerio de Trabajo, Carlos Pinilla Turiño, que acudía al funeral de las víctimas, se reunió en Gijón con un grupo de personalidades locales para impulsar la creación de un Orfanato Minero. Este pasó en efecto a ser constituido en escritura pública otorgada ante notario el día 6 de octubre de 1945 con el nombre de Fundación José Antonio Girón, en homenaje al entonces ministro de Trabajo.

El objetivo fundacional concreto fue el de formar a niños huérfanos de padres víctimas de accidentes laborales en la minería, para lo que se proyectó un edificio que pudiera atender a mil alumnos y que contara con las distintas dependencias requeridas para el desarrollo de la vida estudiantil, como residencia, escuela, talleres industriales, granja, instalaciones deportivas o campos de cultivo. El Ministerio de Trabajo encomendó a la Junta del Patronato de la Fundación la responsabilidad de llevar adelante la obra por Orden de 14 de junio de 1946. Para ello se adquirieron en la carretera de Gijón a Villaviciosa unos terrenos con una superficie de 1 544 572 m², de los que 381 551 m² lo fueron mediante el trámite de expropiación forzosa. Otra superficie complementaria, de 1 464 300 m², se adquirió para la Granja Lloreda, en El Infanzón.
Se encargó la construcción del complejo a un equipo de arquitectos dirigido por el madrileño Luis Moya Blanco y formado por él mismo, su hermano Ramiro Moya Blanco, el gijonés José Marcelino Díez Canteli y Pedro Rodríguez A. de la Puente. Los mejores técnicos de la época se ocuparon de las diferentes especialidades que la obra demandó. Así, los jardines fueron diseñados por Javier de Winthuyssen, Inspector Nacional de Parques y Jardines Artísticos; el proyecto de granja agronómica se encargó al ingeniero agrónomo Gabino Figar; las esculturas fueron realizadas por Manuel Álvarez Laviada y Florentino Trapero; y los mosaicos por Santiago Padrós, sobre trabajos del pintor sevillano Joaquín Valverde.
Durante el transcurso de las obras, el Ministerio de Trabajo decidió la creación de las Universidades Laborales, destinadas a la formación profesional de los jóvenes, por lo que el Orfelinato Minero acabó transformándose en la Universidad Laboral de Gijón. La enseñanza y dirección del centro se encomendó a la Compañía de Jesús, mientras que de la intendencia se encargó la Congregación Monjil de las Clarisas. En 1978 se entregó la dirección a personal docente de las Universidades Laborales, que sustituye a los jesuitas y, pocos años después, se rescindió también el convenio con las monjas.
En su momento fue el Instituto de educación secundaria más grande de España, con cabida para más de tres mil alumnos.
El edificio está construido de espaldas a la ciudad de Gijón. Luis Moya lo diseñó de este modo a imagen y semejanza del Partenón de Atenas y con la misma intención, que para acceder a su interior hubiera que rodearlo para apreciarlo en toda su magnificencia.

Iglesia

La Iglesia es sin duda el edificio más espectacular del conjunto arquitectónico de la Universidad Laboral. Con una superficie de 807 m², es la Iglesia de planta elíptica más grande del mundo. En el exterior, sobre el dintel de la puerta, está colocada una imagen de la Virgen de Covadonga en una hornacina central y, flanqueándola, cuatro columnas corintias sostienen las imágenes de San José, San Ignacio, San Pedro y San Pablo. Por encima, el Apostol Santiago a caballo y dos ángeles adorando una reproducción de la Cruz de la Victoria, símbolo de Asturias, obra del escultor Espinos realizada en bronce con incrustaciones de cristales, mármoles y piedras de color. También a ambos lados de la hornacina central, otras dieciséis estatuas representan a San Juan de la Cruz, San Juan Bosco, San Vicente Ferrer, San Melchor de Quirós, Santa Clara, San Juan de la Cruz, San Pedro de Alcántara, San Lorenzo, San Isidoro, Santa Teresa de Jesús,
, Santo Domingo de Guzmán, San Francisco, San José de Calasanz, Santa Eulalia, Fernando III el Santo, San Isidro y Santo Toribio de Liébana.
El interior se halla cubierto por una cúpula con un peso estimado de dos mil trescientas toneladas y montada sobre veinte pares de nervaduras de ladrillos cruzadas entre sí que sostienen la estructura sin necesidad de columnas. La altura desde el suelo hasta el arranque de los arcos de la cúpula es de veinticinco metros y de treinta y tres hasta el centro del óculo. Por éste debería entrar la luz del Sol e iluminar el centro de la Iglesia, aunque en la actualidad no es así debido a que la cúpula cedió ligeramente. En su construcción se utilizaron unos 450.000 ladrillos recocidos en León.
El suelo del templo es de mármol en su totalidad y los bancos, pensados para dar cabida al millar de alumnos de la institución y a sus profesores, son de embero, un tipo de madera de Guinea Ecuatorial. Fueron tallados expresamente para el edificio y cada uno de ellos, diferente de los demás, fue realizado en una sola pieza y destinado a ocupar una posición determinada. Las columnas del baldaquino, de granito rosa de Porriño, también son de una sola pieza, con una altura cada una de 7,75 m.

Teatro

El Teatro presenta una fachada de estilo helenístico y de dimensiones similares a las del Partenón. Coronando el frontón central se eleva un gran escudo de España, según el modelo de 1945. Su aforo es de unas mil quinientas localidades, repartidas entre las 950 butacas del patio, forradas con piel de cabra (no de camello como se creía hasta hace poco), los palcos y el anfiteatro. Fue el primer teatro totalmente climatizado de Europa, para lo cual contó con un revolucionario sistema subterráneo de distribución del aire. El frontis del escenario está decorado con un fresco de ciento veinte metros cuadrados realizado por el pintor andaluz Enrique Segura. La sala está dotada de una acústica extraordinaria gracias al estudio de las formas y materiales empleados para lograr la óptima propagación del sonido, de tal modo que un actor en el centro del escenario es escuchado claramente en cualquier punto del recinto.

Torre

Con una altura de 130,00 m1 , responde al modelo de la Giralda de Sevilla. Un ascensor interno permite acceder al mirador, sin duda la mejor atalaya de Gijón. Actualmente es el edificio más alto del Principado de Asturias.

6 comentarios:

  1. Dejando aparte las ideologías, es un edificio único y fascinante, lo mires desde donde lo mires y, a mi juicio, sigue estando terriblemente desaprovechado.
    Saludos.

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  2. Las ideologías y los intereses políticos, siempre acaban arruinando los edificios y la cultura. Buena o mala, como ellos la quieran interpretar.Pero ¡Ahí está! ¡y es un patrimonio de los asturianos! Una pena las luchas que se mantuvieron en torno a él, yo soy de tu opinión en cuanto a que está mal aprovechado. Un abrazo.

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  3. Pienso lo mismo que vosotros dos,pero como en todo este mundo,esta todo politizado,asi que lo dejo pasar.
    Te comento marisa,sobre la isla de la tortuga.
    Hace ya muchos años,no se la fecha esacta,pero los marineros colocaron a la Virgen de la Providencia en la cueva que hay en el medio de la Isla,años mas tarde construlleron una pequeña ermita,que esta al lado del merendero y restaurante Los Horreos,esta abierta casi todos los dias y su originalidad es que es una Virgen Negra.
    Saludos Marisa

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  4. Hola Manu. Antes se tenía la costumbre de ofrecer a los recién nacidos a un Santo o una Virgen, y precisamente a mi me ofrecieron a la Virgen de la Providencia, aún conservo fotos de mis padres conmigo en cuello a la puerta de la capilla. Pero nunca supe esa bonita historia. Un saludo.

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  5. Una puntualización a lo de la ermita de la Providencia: en realidad se trata de la primitiva ermita de "San Lorenzo de fuera" en oposición a la de "San Lorenzo de tierra" que aún existe en el Muro, al lado de la "Pescadería Municipal". Inicialmente se rindió culto a la Virgen en el islote de la Tortuga, después (allá por el s. XVII) se construyó una rústica capilla en los terrenos del actual parque (ese edificio aparece en un cuadro del pintor Martínez Abades, titulado "La Promesa") que fue arrasada, como no, en nuestra Guerra In-Civil. En la posguerra se reedificó el edificio actual, muy restaurado en los años noventa del s. XX.
    El hecho de que la Virgen sea negra no deriva de ningún misterio; perdida la imagen original, al adquirir una nueva en los años cuarenta, ésta vino de Cataluña imitando a la conocida de Montserrat.
    (Hacía tiempo que no te soltaba un "rollo" de los míos, jejeje).
    Saludos.

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  6. Yo he vivido 5 de mis mejores años en ella, que pena que ahora este cerrada

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