domingo, 28 de noviembre de 2010

SIDRA EL GAITERO


Una marca con historia

El objetivo de la empresa era la “fabricación de sidra espumosa y toda clase de bebidas gaseosas, preparación de frutos del país, venta y exportación de estos productos”.
La fabricación comenzó inmediatamente en un pequeño lagar situado en el paraje denominado Porreo de la Espuncia, en la margen derecha de la ría de Villaviciosa, una ubicación estratégica gracias a la cercanía a la propia ría y a la carretera de la costa que unía la villa con Colunga. Las labores comerciales, iniciadas de forma paralela, se dirigieron fundamentalmente al mercado nacional y ultramarino, a partir de una política basada en el apoyo de comisionistas y depositarios y de un gran despliegue publicitario para la época.
Pese a que ningún punto de la geografía española quedó desatendido, esta empresa asturiana hizo especial hincapié en el mercado colonial, objeto de especial atención no sólo para la venta de sidra, sino también para la de los otros productos con los que negociará la empresa en sus inicios, como las castañas, las avellanas y los jamones, que llegaron incluso hasta las islas Filipinas.
El Gaitero está a punto de cumplir 120 años. El 24 de mayo de 1890 se creó la compañía Valle, Ballina y Fernández y, desde entonces, esta sociedad, conocida mundialmente gracias a su marca comercial 'El Gaitero', se ha identificado con Villaviciosa situando en el mapa a esta localidad asturiana. En la actualidad, la empresa produce en su fábrica maliaya 24 millones de botellas anuales y da trabajo directo a 70 personas. Exporta su producción a los principales países europeos y americanos e, incluso, se ha atrevido a emprender la aventura en el mercado chino.
La empresa se siente orgullosa de su pasado y para todos aquellos que quieran conocer más de cerca uno de los símbolos industriales de Asturias tiene habilitado un museo con una colección permanente en el que fue el antiguo edificio de oficinas.
Durante el recorrido se explica el doble motivo por el que El Gaitero se decantó por producir sidra champanada: la buena acogida que tenía en América las bebidas gaseosas (cabe recordar que el principal mercado de la marca en aquella época eran los emigrantes asturianos que se encontraban al otro lado del Atlántico) y la mayor estabilidad química que aportaba la carbonización del líquido, lo que hacía que la sidra llegase mejor conservada al Nuevo Mundo.

Hay quien asegura que la sidra fue conocida fuera de Asturias gracias a El Gaitero. Buena parte de este logro se consiguió, según apunta Víctor Fernández Coalla, director de la Fundación Cardín, «al importante papel que jugó la publicidad para la empresa. Se realizaron anuncios que verdaderamente marcaron una época».
Víctor Fernández también resalta la importancia de la relación que mantuvo la compañía con la inmigración. «Las personas que pusieron en marcha la empresa ya habían estado en América. Montaron la fábrica aquí, lindando con la ría, para trasladar el producto al puerto de El Musel y, de ahí, a América. Fueron los inmigrantes los que dieron el impulso definitivo a la marca», subraya. De hecho, la compañía aún conserva una fábrica en Argentina.

En la colección permanente de El Gaitero también se pueden observar las primitivas máquinas con las que se realizaba y envasaba el caldo a finales del siglo XIX. La más destacada es una saturadora, comprada en París por Alberto del Valle en 1888, y que en aquella primera etapa fue fundamental en el proceso de champanización de la sidra .
Junto a estas reliquias industriales se pueden observar la primera acción de la sociedad Valle, Ballina y Fernández, con un valor de 500 pesetas de la época, y los estatutos de la compañía. Según explica Coalla, en este espacio museístico, «se ve una parte del archivo histórico de la empresa. Desde hace años, desde la Fundación Cardín se están catalogando y digitalizando todos los elementos del archivo. Es un trabajo que realizamos con idea de ponerlo en el futuro a disposición de los investigadores. Aún quedan 2 ó 3 años para que esté finalizado».
La bodega central es considerada la parte más importante de la fábrica de Sidra El Gaitero. En esta enorme sala centenaria hay 279 toneles repartidos en tres pisos, con tres capacidades diferentes: de 5.000, 10.000 y de 20.000 litros. En la actualidad, la mayor parte de ellos, los situados en el segundo y tercer piso, ya no se utilizan, ya que la producción se ha trasladado a otra bodega más moderna, aunque algunos de los de mayor tamaño siguen en funcionamiento. Junto a ellos, a la entrada y salida de la sala, presiden la bodega dos enormes cubas de 80.000 litros cada una. Según explica María Cardín, adjunta a la dirección de El Gaitero, «una de ellas no se llegó a llenar nunca del todo, porque está ligeramente inclinada y le vencía el peso».

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2 comentarios:

  1. mio neñu como decimos los asturianos sidra el gaiteru famosa en el mundo enteru. un besin de esta asturiana y munches gracies por compartir y dar a saber nuestra historia y nuestres costumbres.PUXA ASTURIES

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  2. Gracias ozna-ozna. Desde bien güajes yo creo que en ninguna casa falto la famosa sidra.
    Un abrazo

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