El año 1.840, aconteció un tremendo naufragio que arruinó por completo a la villa de Candás y, sin tiempo apenas para recuperarse, sucedieron otros con desgraciadas consecuencias. Anteriormente había sido tristemente famoso el hundimiento de 9 de enero de 1.782, en el que se ahogaron 42 pescadores candasinos. Don Gaspar Melchor de Jovellanos, intervino eficazmente ante el Gobierno de la Nación, para que atendiese a la urgente petición de ayuda hecha por el Gremio de la mar, para las familias desaparecidas.
Sobre todos, es el gran naufragio de 24 de enero de 1.840 del que ha perdurado el más doloroso recuerdo. En aquel trágico día , a la altura del Cabo del Olivo y otras partes de la costa no lejos de Gijón, se perdieron casi todas las lanchas de Candás y sus tripulantes, a causa de un espantoso huracán,cuando se dedicaban a la pesca del besugo. Noventa y seis pescadores, integrados en más de sesenta familias candasinas, dejaron a las mismas en el más lastimoso estado.
Con la catástrofe se agudizó en el municipio la ya profunda crisis económica. lo testifican muchos documentos de la época, obrantes en los archivos municipales y de la cofradía de pescadores. Desapareció el Gremio de Mareantes, que estaba en casi su totalidad compuesto por los pescadores ahogados. Larga época de pobreza, puesto que el Ayuntamiento pasados los tres años de la tragedia, en escrito dirigido a la Diputación Provincial en súplica de rebaja de la contribución, con fecha 8 de enero de 1.843, manifestaba: "De cuyas resultas es constante la emigración que han hecho todas sus familias (de los 96 muertos) de esta capital del concejo, quedando casi desierta y, en la mayor decadencia del tráfico de pesquerías, cuyas utilidades afectaban a todo el concejo".
No obstante, la villa y puerto se fueron recuperando lentamente. Habían quedado algunas embarcaciones, se construyeron otras y, también, se arrendaron a foráneos para distintas costeras. Hubo ayudas de trajineros, y se rehizo el tráfico pesquero, como, igualmente, el Gremio de Mareantes.
Transcurridos 37 años (14 - 1 - 1.877) hubo otro naufragio, con el triste balance de 30 ahogados y, el 21 de diciembre de 1.891, nuevo hundimiento con 11 muertos, que alcanzó alto dramatismo al suceder a la altura de Candás y ser presenciado por muchas gentes del pueblo desde las alturas del promontorio de San Antonio, incluso por esposas y familiares que contemplaron la lucha y muerte de sus hombres o seres queridos.
Por último, el hundimiento del barco "Joven República", asimismo conocido por "El Parchís", en la noche del 8 al 9 de julio de 1.936, cuando en aguas santanderinas se hallaba a la pesca de bonito. Once fueron los desaparecidos para siempre, con la única salvación de un tripulante.
Marino Busto-"Guia del Concejo de Carreño"
¡Qué grandes tragedias para un pueblo tan pequeño! Son hechos cuyo recuerdo, seguramente, perviviría a lo largo de las generaciones, incluso se recordarán hoy día.
ResponderEliminarEspecialmente dramático el suceso de julio de 1936... Quizá un presagio del horror que vendría después.
Saludos.