Olloniego jugó un papel importante en la época medieval. El río Nalón, a su paso por la localidad, era una importante ruta de intercambio comercial entre León y Oviedo. Para cruzarlo había que atravesar el puente, que ahora sólo conserva tres arcos, y pagar el correspondiente peaje. La primera referencia documental del puente data de 1145, fecha en la que Alfonso VII donó al monasterio de San Pelayo «la tercera parte del portazgo de Olloniego», según escribe García Cuetos. Las otras dos eran para la Catedral y el monasterio de Santa María de La Vega.
Sin embargo, el cobro por el paso del puente no siempre fue tarea fácil. De hecho, la torre, cuyo origen se data en el siglo XIV (García Cuetos cree que es probable que sea del XIII) se construyó para vigilar el puente. Alfonso X también intervino: «Ordenó al adelantado mayor de León y a los merinos de Asturias que hicieran respetar los derechos». La torre de Muñiz, «de estructura circular, con muros de mampostería y vanos reducidos al mínimo», facilitó la labor recaudatoria sobre el puente. Recientemente, ha sido restaurada, aunque no con pleno acierto porque, según la historiada que leyó su tesis doctoral sobre el conjunto, «presenta pandeos notables».
Primero se construyó el puente, después la torre defensiva, en tercer lugar llegó el palacio. En el siglo XV, los dos elementos patrimoniales pasaron a manos de «Ibán Bernardo Miranda, cuyo hijo, el capitán Lope Estrada, edificó junto a la torre el primer palacio de los Quiros». Corría el siglo XVI, y se construyó con «una torre cuadrada y una fachada con portada de grandes dovelas despiezadas radialmente y tres ventanas». Completaba el conjunto la iglesia de San Pelayo que, «a principios de este siglo se conservaba intacta». Ahora sólo queda en pie un ábside del templo románico, convertido en capilla del cementerio de Olloniego «y en un estado de conservación tan lamentable como escandaloso», según la experta. También en el XVI, el puente experimentó varias reformas. La de 1575 es obra de una cuadrilla de canteros dirigida por Juan de Cerecedo, 'El mozo', maestro de la Catedral. Un siglo más tarde, en 1676, recuerda García Cuetos, el río Nalón alteró su curso y se quedó seco, lo que obligó al arquitecto Manuel Reguera a construir otro puente en el siglo XVIII. Y el afán recaudatorio proseguía, así que en el XIX llegó la oficina de peaje
(Elcomerciodigital.com)
Sin embargo, el cobro por el paso del puente no siempre fue tarea fácil. De hecho, la torre, cuyo origen se data en el siglo XIV (García Cuetos cree que es probable que sea del XIII) se construyó para vigilar el puente. Alfonso X también intervino: «Ordenó al adelantado mayor de León y a los merinos de Asturias que hicieran respetar los derechos». La torre de Muñiz, «de estructura circular, con muros de mampostería y vanos reducidos al mínimo», facilitó la labor recaudatoria sobre el puente. Recientemente, ha sido restaurada, aunque no con pleno acierto porque, según la historiada que leyó su tesis doctoral sobre el conjunto, «presenta pandeos notables».
Primero se construyó el puente, después la torre defensiva, en tercer lugar llegó el palacio. En el siglo XV, los dos elementos patrimoniales pasaron a manos de «Ibán Bernardo Miranda, cuyo hijo, el capitán Lope Estrada, edificó junto a la torre el primer palacio de los Quiros». Corría el siglo XVI, y se construyó con «una torre cuadrada y una fachada con portada de grandes dovelas despiezadas radialmente y tres ventanas». Completaba el conjunto la iglesia de San Pelayo que, «a principios de este siglo se conservaba intacta». Ahora sólo queda en pie un ábside del templo románico, convertido en capilla del cementerio de Olloniego «y en un estado de conservación tan lamentable como escandaloso», según la experta. También en el XVI, el puente experimentó varias reformas. La de 1575 es obra de una cuadrilla de canteros dirigida por Juan de Cerecedo, 'El mozo', maestro de la Catedral. Un siglo más tarde, en 1676, recuerda García Cuetos, el río Nalón alteró su curso y se quedó seco, lo que obligó al arquitecto Manuel Reguera a construir otro puente en el siglo XVIII. Y el afán recaudatorio proseguía, así que en el XIX llegó la oficina de peaje
(Elcomerciodigital.com)
PUENTE DE OLLONIEGO-
Este puente antiguo de San Pelayo de Olloniego, junto la Torre y palacio Muñiz, fueron declarados Bien de Interés Cultural, con categoría de conjunto histórico, el 30 de mayo de 1991.
Se levantó, para salvar el Nalón, sobre los cimientos de uno anterior romano. Aunque ya figura en las fuentes diplomáticas del siglo XII, su construcción es atribuible al XIV y, además, se hicieron algunas reformas dos centurias después. Realizado con mampostería, se reservan los sillares regulares para sus cinco arcos y bóvedas. Solamente cuenta con tres en la actualidad, siendo el central de clave gótica. Además, después de una gran ríada en 1676, el puente está seco puesto que se desvió el cauce del río hacia la izquierda.
Este puente fue usado por numerosos viajeros y peregrinos que transitaban por el Camino Real a Castilla. Por ello, después de la ríada del siglo XVII, y quedar en desuso el antiguo puente, tuvieron que recurrir para pasar el Nalón al empleo de barcas y se levantó un puente de madera con carácter provisional. La estructura de éste, localizado más arriba que el que más tarde construyó Manuel Reguera, no era la más adecuada por lo que sufrió diversas reparaciones y desplazamientos. Una nueva riada, un siglo después, destruyó el puente de madera y se levantó otro provisional. Éste también se vio afectado por el numeroso tránsito que llevó consigo la construcción de la Carretera a Castilla que se inició en 1771 y se prolongó durante varios años. Finalmente, Manuel Reguera, levantó en 1780 uno de cantería de 3 arcos en el lugar conocido como El Portazgo. Además de la carretera se iniciaron las obras de algunas infraestructuras complementarias a ésta como un poste leguario que indica la distancia de una legua y media a Oviedo y la Fuente de la Arqueta o de Los Llocos, con decoración barroca, atribuida a Francisco Pruneda en 1775.
Había también en Olloniego otro puente de piedra y con una sola arcada, sobre el arroyo de San Frechoso. Se levantó a fines del siglo XVIII y fue demolido cuando se realizó la autovía Campomanes-Oviedo.
CASTILLO DE TUDELA-
Se levantó, para salvar el Nalón, sobre los cimientos de uno anterior romano. Aunque ya figura en las fuentes diplomáticas del siglo XII, su construcción es atribuible al XIV y, además, se hicieron algunas reformas dos centurias después. Realizado con mampostería, se reservan los sillares regulares para sus cinco arcos y bóvedas. Solamente cuenta con tres en la actualidad, siendo el central de clave gótica. Además, después de una gran ríada en 1676, el puente está seco puesto que se desvió el cauce del río hacia la izquierda.
Este puente fue usado por numerosos viajeros y peregrinos que transitaban por el Camino Real a Castilla. Por ello, después de la ríada del siglo XVII, y quedar en desuso el antiguo puente, tuvieron que recurrir para pasar el Nalón al empleo de barcas y se levantó un puente de madera con carácter provisional. La estructura de éste, localizado más arriba que el que más tarde construyó Manuel Reguera, no era la más adecuada por lo que sufrió diversas reparaciones y desplazamientos. Una nueva riada, un siglo después, destruyó el puente de madera y se levantó otro provisional. Éste también se vio afectado por el numeroso tránsito que llevó consigo la construcción de la Carretera a Castilla que se inició en 1771 y se prolongó durante varios años. Finalmente, Manuel Reguera, levantó en 1780 uno de cantería de 3 arcos en el lugar conocido como El Portazgo. Además de la carretera se iniciaron las obras de algunas infraestructuras complementarias a ésta como un poste leguario que indica la distancia de una legua y media a Oviedo y la Fuente de la Arqueta o de Los Llocos, con decoración barroca, atribuida a Francisco Pruneda en 1775.
Había también en Olloniego otro puente de piedra y con una sola arcada, sobre el arroyo de San Frechoso. Se levantó a fines del siglo XVIII y fue demolido cuando se realizó la autovía Campomanes-Oviedo.
CASTILLO DE TUDELA-
Fortaleza altomedieval en ruinas situada entre las parroquias de Agüeria y Santianes, en el concejo de Oviedo.
Los restos del castillo, erigido en opinión de algunos expertos encima de un primitivo castro prerromano, se ubican sobre un promontorio rocoso denominado Pico Castiello. Su edificación data de la época romana, como se deduce de la argamasa empleada en su construcción y a partir de los fragmentos de una pica y de un brazal claveteado que se descubrieron dentro del recinto. Fue reconstruido en el siglo IX, como ocurriría en Asturias con otras edificaciones de este tipo en aquel periodo, atribuyéndosele la iniciativa a Alfonso III, el Magno, dado su vital interés estratégico como defensa del Nalón y a efectos de guarecer el paso entre Asturias y Castilla, uno de los más importantes.
Fue el escenario de varios episodios muy célebres: en él se hizo fuerte Gonzalo Peláez quebrando la tregua de dos años que Alfonso VII de León se vio forzado a concederle ante la guerra con los almorávides, e incumpliendo la exigencia de entregarle precisamente esta fortaleza; el rey tuvo entonces que emprender viaje a Asturias y poner sito al castillo para reducir al conde. A comienzos del siglo XIV perteneció al obispo de Oviedo, que se había adueñado de la comarca entorpeciendo enormemente el tráfico comercial entre Oviedo y los asentamientos y regiones del sur de la capital. En 1316, Rodrigo Álvarez de las Asturias cercaría el castillo, con el apoyo del Concejo de Oviedo, consiguiendo finalmente neutralizar a los hombres del obispo. Con ocasión del enfrentamiento entre Alfonso Enríquez y el bastardo Enrique II de Trastámara, el Castillo de Tudela se convertiría nuevamente en uno de los focos de la rebelión. Finalmente, en 1383, Juan I ordena su demolición, junto con la de otras fortificaciones asturianas.
Se conservan restos de los muros pertenecientes al cuerpo central, restos de un torreón, su doble foso y algunas garitas. Fue declarado monumento histórico-artístico el 22 de mayo de 1965.
TORRE Y PALACIO MUÑIZ-
Los restos del castillo, erigido en opinión de algunos expertos encima de un primitivo castro prerromano, se ubican sobre un promontorio rocoso denominado Pico Castiello. Su edificación data de la época romana, como se deduce de la argamasa empleada en su construcción y a partir de los fragmentos de una pica y de un brazal claveteado que se descubrieron dentro del recinto. Fue reconstruido en el siglo IX, como ocurriría en Asturias con otras edificaciones de este tipo en aquel periodo, atribuyéndosele la iniciativa a Alfonso III, el Magno, dado su vital interés estratégico como defensa del Nalón y a efectos de guarecer el paso entre Asturias y Castilla, uno de los más importantes.
Fue el escenario de varios episodios muy célebres: en él se hizo fuerte Gonzalo Peláez quebrando la tregua de dos años que Alfonso VII de León se vio forzado a concederle ante la guerra con los almorávides, e incumpliendo la exigencia de entregarle precisamente esta fortaleza; el rey tuvo entonces que emprender viaje a Asturias y poner sito al castillo para reducir al conde. A comienzos del siglo XIV perteneció al obispo de Oviedo, que se había adueñado de la comarca entorpeciendo enormemente el tráfico comercial entre Oviedo y los asentamientos y regiones del sur de la capital. En 1316, Rodrigo Álvarez de las Asturias cercaría el castillo, con el apoyo del Concejo de Oviedo, consiguiendo finalmente neutralizar a los hombres del obispo. Con ocasión del enfrentamiento entre Alfonso Enríquez y el bastardo Enrique II de Trastámara, el Castillo de Tudela se convertiría nuevamente en uno de los focos de la rebelión. Finalmente, en 1383, Juan I ordena su demolición, junto con la de otras fortificaciones asturianas.
Se conservan restos de los muros pertenecientes al cuerpo central, restos de un torreón, su doble foso y algunas garitas. Fue declarado monumento histórico-artístico el 22 de mayo de 1965.
TORRE Y PALACIO MUÑIZ-
La Torre y Palacio de Olloniego, junto al puente antiguo que se encuentra en las proximidades, fueron declarados Bien de Interés Cultural, con categoría de conjunto histórico, el 30 de mayo de 1991.
Los siglos XIV-XV son tiempos de inestabilidad, pero también es el momento en el que se desarrollan y ascienden muchos grupos nobiliarios que van acumulando grandes patrimonios. La familia de los Muñiz, primera propietaria, pronto se unió con la de los Quirós Benavides por lo que esta construcción es conocida por ambos nombres. A esta familia perteneció Rodrigo Bernaldo de Miranda quien compró el coto de Olloniego en 1583 tras la desamortización de Felipe II.
Esta familia levantó una torre circular de cuatro pisos que constituye el núcleo original de todo el conjunto. En los muros de mampostería se abren estrechas saeteras y una puerta de acceso enmarcada con dovelas que da al camino que se dirigía la puente. Su construcción se remontaría al siglo XIV. En las siguientes centurias se le van añadiendo distintos cuerpos por lo que encontramos tanto elementos góticos, como renacentistas o barrocos.
A fines del siglo XV-principios del XVI se construyó otra torre, de sección cuadrada, también realizada en mampostería con sillares en esquinas y en la que la puerta principal de arco de medio punto se enmarca con dovelas y las ventanas con alfices. En su interior aún se aprecian restos de una antigua escalera monumental de piedra.
Con la pacificación del territorio, hacia el siglo XVI, los edificios señoriales comienzan a perder su función defensiva a la vez que va ganando en importancia el carácter residencial. Habrá un cambio en la arquitectura de estas construcciones, en las que predominaba hasta entonces el desarrollo en vertical, a medida que se van introduciendo elementos renacentistas. De este modo se realizan sucesivas ampliaciones en el conjunto hasta la definitiva en el siglo XVIII cuando se levanta un cuerpo que une las dos antiguas torres.
Contaba con capilla exenta que según algunos autores es la construcción de mayor antigüedad de todo el conjunto. Quizás tuviese un origen prerrománico si bien, tal como se aprecia hoy día, lo que se conserva es de la misma fecha que la torre circular y con posteriores reformas.
El Palacio de los Muñiz o Quirós Benavides se levantó a la orilla del Camino Real a Castilla.
El Camino de Santiago atraviesa la localidad; en el barrio de La Fuente de Abajo se localiza la casa del hospital de peregrinos de Nuestra Señora de los Remedios.
Los siglos XIV-XV son tiempos de inestabilidad, pero también es el momento en el que se desarrollan y ascienden muchos grupos nobiliarios que van acumulando grandes patrimonios. La familia de los Muñiz, primera propietaria, pronto se unió con la de los Quirós Benavides por lo que esta construcción es conocida por ambos nombres. A esta familia perteneció Rodrigo Bernaldo de Miranda quien compró el coto de Olloniego en 1583 tras la desamortización de Felipe II.
Esta familia levantó una torre circular de cuatro pisos que constituye el núcleo original de todo el conjunto. En los muros de mampostería se abren estrechas saeteras y una puerta de acceso enmarcada con dovelas que da al camino que se dirigía la puente. Su construcción se remontaría al siglo XIV. En las siguientes centurias se le van añadiendo distintos cuerpos por lo que encontramos tanto elementos góticos, como renacentistas o barrocos.
A fines del siglo XV-principios del XVI se construyó otra torre, de sección cuadrada, también realizada en mampostería con sillares en esquinas y en la que la puerta principal de arco de medio punto se enmarca con dovelas y las ventanas con alfices. En su interior aún se aprecian restos de una antigua escalera monumental de piedra.
Con la pacificación del territorio, hacia el siglo XVI, los edificios señoriales comienzan a perder su función defensiva a la vez que va ganando en importancia el carácter residencial. Habrá un cambio en la arquitectura de estas construcciones, en las que predominaba hasta entonces el desarrollo en vertical, a medida que se van introduciendo elementos renacentistas. De este modo se realizan sucesivas ampliaciones en el conjunto hasta la definitiva en el siglo XVIII cuando se levanta un cuerpo que une las dos antiguas torres.
Contaba con capilla exenta que según algunos autores es la construcción de mayor antigüedad de todo el conjunto. Quizás tuviese un origen prerrománico si bien, tal como se aprecia hoy día, lo que se conserva es de la misma fecha que la torre circular y con posteriores reformas.
El Palacio de los Muñiz o Quirós Benavides se levantó a la orilla del Camino Real a Castilla.
El Camino de Santiago atraviesa la localidad; en el barrio de La Fuente de Abajo se localiza la casa del hospital de peregrinos de Nuestra Señora de los Remedios.
En el barrio de La Estación se encuentra la fuente de los Llocos, de estética barroca, atribuida a Francisco Pruneda en 1775.
Gracias Vazquez . un abrazo.
ResponderEliminar